¡Ring, Ring, Ring!

—Amor mío.

—Mi amor. Te llamo para decirte que me voy a quedar a dormir en mi apartamento.

—¿Estás bien? —pregunta preocupado.

—Sí, solo que le prometí una cena a mis padres.

—Esta bien preciosa, esta noche te voy a extrañar horrores, pero no puedo ser egoísta.

—Mañana te pienso consentir al doble, así te compenso la falta de esta noche. También aprovechas a descansar, siento que no estás durmiendo bien.

—Igual te voy a extrañar, te amo.

—Tambien te amo.

Ella cierra llamada mientras siente la mirada fija de Sol puesta en ella todo el tiempo. Se podía ver lo impaciente que estaba, pues sentía mucho miedo de solo pensar que su amiga se quedaría sola con ese monstruo. —No me mires así que solo me pones más nerviosa.

—Aún estás a tiempo de arrepentirte y solo llamar a la policía, estoy segura que no es algo normal tener a una señora de la tercera edad dentro de una jaula en el sótano de la casa.

—No imaginas quien es ese hombre en realidad y por eso lo pones tan fácil.