Adela baja las escaleras casi corriendo después de ver que Nelson había salido del apartamento, solo podía pensar lo peor ya que su mente estaba nublada.

—¿Está usted bien? —le pregunta a Anna en cuanto se reúne con ella en la sala.

—Ese hombre entró aprovechando que la puerta estaba abierta.

—¿Le hizo algo?

—No. Le mostré que estaba embarazada y salió corriendo del asco. De no tener algo a mi favor estoy segura que me había violado a su antojo.

—¿Cómo supo que usted se encontraba en este lugar? —pregunta Adela después de asegurar la puerta de la entrada.

—Fue un error venir hasta aquí. Toma al niño y vámonos. Vámonos Adela...

Anna estaba en medio de una crisis de nervios, pues el susto llegó a su cuerpo con mayor intensidad después que él salió de la mansión. Ella estaba temblando aterrada, lo último que quería era que ese hombre la tocara de nuevo, ella le repetía en ocasiones a Adela para que se devolvieran, pero ella no lo creyó prudente, pues se podían volver a encontrar en el ca