La cena fue todo un éxito, pues salio mejor que como lo había planeado. Llegó a casa más que complacida y feliz, pensaba terminar la noche con un deseado orgasmo, pero el sueño la venció y despertó hasta el siguiente día.

—¿Por qué no me despertaste? Te dije que necesitaba un masaje relajante.

—Te ví algo cansada después que tomaste el baño, así que no te quise molestar.

Ella mira su reloj y hace pucheros. —Ahora ya no podrás darme amor ¿También pensaba dejarme durmiendo?

—No tienes trabajo pendiente, pensé que querías seguir descansando.

—Ayer no fuí a trabajar, así que hoy no me voy a quedar en casa, las chicas me esperan.

Ella le da el beso de buenos días y va a tomar un baño, sentía su cuerpo débil y aún con sueño, piensa que necesita retomar los ejercicios y las vitaminas. Termina de vestirse y se sorprende por el silencio, pensaba que Peter se había marchado por la hora, así que con calma se da unos retoques y baja a la cocina a preparar café. Donde se encuentra con Peter prepa