—No puedes dejarme sola Peter, te necesito más que nunca, por favor regresa... No me provoques este dolor por favor.

Anna le hablaba mientras los doctores sentían su pulso, pero muy lento. Después de 45 minutos en reanimación ya habían hecho todo lo posible, la doctora solo tenía una oportunidad y era conectarlo a la máquina hasta que él decidiera reaccionar. Anna igual siguió hablando con él, como si le fuera a responder.

—¡Toca! en mi vientre traigo vida... Muy pronto vamos a ser padres, hoy mismo me enteré y te estaba esperando para contarte. —ella hablaba mientras de sus ojos caían cascadas de lágrimas.

Sostenía su mano y estaba totalmente inerte, no tenía ningún movimiento. Él estaba allí con vendajes en su cabeza, su rostro totalmente pálido y noticias desesperantes. Todo parecía estar negativo, pero Anna no se quería rendir y continúa hablando como si la escuchará.

—Anna por favor vamos a fuera, permite a los doctores terminar su trabajo. Ahora solo debes ser fuerte y esperar u