El viaje de regreso al pent-house, fue todo menos confortable, incluso el chofer fue capaz de sentir la atmosfera que le rodeaba. Harper ya había cambiado de brazos, por lo que Samantha no tenía mucho con lo que distraerse, miraba al exterior por la ventanilla sintiendo que la cara le flameaba. Nunca imagino que el señor Koch le daría aquel beso, aún persistía una sensación extraña en sus labios, y aunque quería tocarlos no podía hacerlo, sus manos estaban reflejando su ansiedad. Morgan no había dicho mucho, solo lo necesario para guiarlas al vehículo que los aguardaba en el frente del edificio. Él mismo estaba regañándose por ser tan infantil, marcando territorio, seguir aquel impulso abría la caja de pandora y de cierto modo no se arrepentía. Era todo tan caótico en su mente, lo que sí sabía es que luego de ese breve beso, quedo con ganas de más. Al notar a Samantha y lo mal que disimulaba su malestar —¿y qué dijo el especialista? Sam reaccionó y volteo a verlo, tuvo que reor
Morgan desliza por su escritorio el sobre, —me tarde en sacarle esto, ábralo y antes de que no la acepte, tenga en cuenta que usted deberá llevar la economía de esta casa.Sam abre el sobre, se alarma al escuchar las palabras del señor Koch, en el interior está una tarjeta.—¿Por qué? No, yo no creo que deba tener esto. —el razonamiento de Samantha le decía que debía poner distancia entre ellos, seguirse involucrando en las actividades de esa casa era riesgoso.Más porque conocía a su esposo y lejos de que él se desanimara ante aquel beso, podía apostar cualquier cosa, aquello solo serviría para incrementar su competitividad.—Es algo lógico, debe ser usted la que tome las decisiones con respecto a lo que es mejor para la alimentación, educación, vestido y esparcimiento de las niñas, ese es el objetivo de esa tarjeta —mira a la mujer delante de él, ella no le está diciendo todo.Koch se levanta de su escritorio y camina junto a Sam como si haberla besado le hubiera dado nuevos permiso
Samantha Evans, no se presentaría a la entrevista, una mera formalidad porque según la orden de Koch la quería dentro, pero con su inasistencia, perdió esa grandiosa oportunidad. Lo extraño es que una semana después ella llegó a las oficinas, y es que se había adelantado el calendario, ella argumentó jamás haber recibido el correo con las nuevas instrucciones, aun así, ese día Morgan, no se encontraba en la oficina. Así que no se pudo hacer nada, simplemente le negaron cualquier posibilidad. Morgan no necesitó esforzarse por recordar, ese día al regresar le informaron que se acababa de ir la pasante que él había elegido, era memorable por haber sido una decepción, esa inteligente mujer por cualquier razón arruino un futuro prometedor. Y él siempre tuvo esa duda, ¿cuál podía haber sido la causa de eso? Tal vez, ellos estaban destinados a coincidir, ya eran varias veces que sus caminos se intersecaban, hasta que forzaron la situación. ... Morgan, Charles y su equipo de aboga
El que atendió la llamada fue Wil, quien tuvo que salir de la sala de proyecciones, porque en ese instante el señor Koch estaba parado frente a varios directores, pidiéndoles soluciones y no sus acostumbradas excusas.—¡Necesito hablar con el señor Koch! —pidió Raymond tan solo escuchar el timbre de voz del otro lado de la línea.—Es imposible en este momento, pero dígame, yo le paso el mensaje —Wil escucho el apremio en la voz del hombre.—¡Es urgente! ¡Dos hombres... acaban de raptar a la señora Samantha! Anote las placas son KLC-9037. Ya están llamando a la policía...—¡Las niñas! ¿Dónde están? —se apresuró Wil a interrogar.—Ellas están bien, la señora logro poner a salvo a Harper —contestó Raymond.Wil tan solo colgar la llamada, marco al equipo de seguridad, para ponerlos al tanto de que seguramente el señor Koch querría que la encontraran cuanto antes.Por supuesto tenían un sospechoso, Carter Mitchell ese sería el más probable.Wil regreso a la sala y fue directo a lado de su
No existió persona que Morgan no levantara de su descanso, para poder llevar a cabo su plan, por el bien de Samantha y Florence es que él había querido ser civilizado.Cerca de las seis de la mañana, ya tenía todo finalizado, en unos cuantos días todo se iría derrumbando alrededor de Carter Mitchell.Wil su asistente a propósito había ido temprano, estaba casi seguro que su jefe le podía requerir, se sorprendió un poco al verlo detrás de su escritorio, él suponía que estaría a lado de la señora Davis.Charles se comunicó con Morgan para informarle lo que había sucedido con Carter y como lo temía, solo estaba esperando a que un juez le fijara la fianza.—Pero al menos pediste la orden de restricción, no lo quiero volver a ver cerca.—Lamento ser tan práctico, pero el imbécil nos hizo un favor, con esto podemos señalarlo como una persona inestable que no puede estar cerca de su hija o la señora Davis.—Asegúrate de sentar un precedente con respecto a su peligrosidad. Está desequilibrado
Samantha no esperaba un recibimiento como el que le tenían preparado, ya que Morgan no quería poner un pie en el hospital, hizo algunas compras, flores de muchas variedades, pues para entonces aun no sabía de los gustos de Sam. El pent-house olía a flores las cuales estaban por todos los espacios posibles, había globos llenos de helio, con frases de bienvenida, te extrañamos, te amamos y otras tantas oraciones elusivas que daban mensajes, de parte de las niñas y de Morgan. Las niñas estaban impecables y cada una tenía una bolsita de regalo, en cuanto Samantha entro por la puerta Florence corrió hacia ella, Harper se quedó a lado de Morgan, pero sus ojitos delataban lo que no decía con palabras. Morgan hablo con ella y no sabría si comprendió lo que le explico, pero su mirada brillo y seguía a Samantha con los ojos, quizá si fuera un alivio volverla a ver, luego de presenciar todo lo que sucedió. Sam llevo en brazos a Florence que se aferró a su cuello y lloraba, cerca de Harper se
Los principales medios recibieron información sobre lo que acontecía con uno de los padres afectados por el hospital y lo que llamaron una negligencia imperdonable, por suerte Koch tenía un equipo insuperable de relaciones públicas.El cual ejerció presión para que no se mencionara nada sobre industrias Koch, su apellido o nada relacionado con él.Pero Carter, que estaba en una situación crítica, ya no tenía el mismo peso que antes, pues Koch forzó a sus proveedores, clientes e inversionistas a abandonar el negocio, con la promesa de darles oportunidades mejores a su lado.Por supuesto, la mayoría acepto sin cuestionar el motivo del evidente complot en contra de la familia Mitchell.Y tampoco tenían muchas opciones, ya que Industrias Koch estaba en cualquier negocio, sus ramificaciones y su diversificación le hacían un oponente formidable.La familia de Carter en un principio no supo el porqué de su caída estrepitosa, solo hasta que uno de sus allegados les contó, la llamada que había
Si Morgan no fuera el hombre de negocios con una templanza inquebrantable, sus nervios ya estarían fritos con tanta subida y bajada de emociones, por ello decían que solo aquellos con un grado de psicopatía podían alcanzar esos puestos.Sanders no decepcionaba, un abogado cauteloso y sobre todo con un historial de casos pro bono resueltos con éxito.Samantha no se había olvidado de él, simplemente estaba juntando dinero para poder enviarle una cantidad decente por toda la ayuda con la que le proveyó.En las primeras horas, Wil recibió los datos que el abogado le prometió a su jefe, quien a su vez le informo de realizar el pago que el abogado indicara.Por lo que cuando Wil no encontró ninguna cantidad solicitada, fue en busca de instrucciones, su jefe solo le diría que preguntara por la cuenta para realizar la transferencia, a donde le enviaría cincuenta mil dólares.La ayuda que le dio a Samantha y a su Florence fue clave para que llegaran hasta él y por supuesto era agradecido. Adem