Samantha Evans, no se presentaría a la entrevista, una mera formalidad porque según la orden de Koch la quería dentro, pero con su inasistencia, perdió esa grandiosa oportunidad. Lo extraño es que una semana después ella llegó a las oficinas, y es que se había adelantado el calendario, ella argumentó jamás haber recibido el correo con las nuevas instrucciones, aun así, ese día Morgan, no se encontraba en la oficina. Así que no se pudo hacer nada, simplemente le negaron cualquier posibilidad. Morgan no necesitó esforzarse por recordar, ese día al regresar le informaron que se acababa de ir la pasante que él había elegido, era memorable por haber sido una decepción, esa inteligente mujer por cualquier razón arruino un futuro prometedor. Y él siempre tuvo esa duda, ¿cuál podía haber sido la causa de eso? Tal vez, ellos estaban destinados a coincidir, ya eran varias veces que sus caminos se intersecaban, hasta que forzaron la situación. ... Morgan, Charles y su equipo de aboga
El que atendió la llamada fue Wil, quien tuvo que salir de la sala de proyecciones, porque en ese instante el señor Koch estaba parado frente a varios directores, pidiéndoles soluciones y no sus acostumbradas excusas.—¡Necesito hablar con el señor Koch! —pidió Raymond tan solo escuchar el timbre de voz del otro lado de la línea.—Es imposible en este momento, pero dígame, yo le paso el mensaje —Wil escucho el apremio en la voz del hombre.—¡Es urgente! ¡Dos hombres... acaban de raptar a la señora Samantha! Anote las placas son KLC-9037. Ya están llamando a la policía...—¡Las niñas! ¿Dónde están? —se apresuró Wil a interrogar.—Ellas están bien, la señora logro poner a salvo a Harper —contestó Raymond.Wil tan solo colgar la llamada, marco al equipo de seguridad, para ponerlos al tanto de que seguramente el señor Koch querría que la encontraran cuanto antes.Por supuesto tenían un sospechoso, Carter Mitchell ese sería el más probable.Wil regreso a la sala y fue directo a lado de su
No existió persona que Morgan no levantara de su descanso, para poder llevar a cabo su plan, por el bien de Samantha y Florence es que él había querido ser civilizado.Cerca de las seis de la mañana, ya tenía todo finalizado, en unos cuantos días todo se iría derrumbando alrededor de Carter Mitchell.Wil su asistente a propósito había ido temprano, estaba casi seguro que su jefe le podía requerir, se sorprendió un poco al verlo detrás de su escritorio, él suponía que estaría a lado de la señora Davis.Charles se comunicó con Morgan para informarle lo que había sucedido con Carter y como lo temía, solo estaba esperando a que un juez le fijara la fianza.—Pero al menos pediste la orden de restricción, no lo quiero volver a ver cerca.—Lamento ser tan práctico, pero el imbécil nos hizo un favor, con esto podemos señalarlo como una persona inestable que no puede estar cerca de su hija o la señora Davis.—Asegúrate de sentar un precedente con respecto a su peligrosidad. Está desequilibrado
Samantha no esperaba un recibimiento como el que le tenían preparado, ya que Morgan no quería poner un pie en el hospital, hizo algunas compras, flores de muchas variedades, pues para entonces aun no sabía de los gustos de Sam. El pent-house olía a flores las cuales estaban por todos los espacios posibles, había globos llenos de helio, con frases de bienvenida, te extrañamos, te amamos y otras tantas oraciones elusivas que daban mensajes, de parte de las niñas y de Morgan. Las niñas estaban impecables y cada una tenía una bolsita de regalo, en cuanto Samantha entro por la puerta Florence corrió hacia ella, Harper se quedó a lado de Morgan, pero sus ojitos delataban lo que no decía con palabras. Morgan hablo con ella y no sabría si comprendió lo que le explico, pero su mirada brillo y seguía a Samantha con los ojos, quizá si fuera un alivio volverla a ver, luego de presenciar todo lo que sucedió. Sam llevo en brazos a Florence que se aferró a su cuello y lloraba, cerca de Harper se
Los principales medios recibieron información sobre lo que acontecía con uno de los padres afectados por el hospital y lo que llamaron una negligencia imperdonable, por suerte Koch tenía un equipo insuperable de relaciones públicas.El cual ejerció presión para que no se mencionara nada sobre industrias Koch, su apellido o nada relacionado con él.Pero Carter, que estaba en una situación crítica, ya no tenía el mismo peso que antes, pues Koch forzó a sus proveedores, clientes e inversionistas a abandonar el negocio, con la promesa de darles oportunidades mejores a su lado.Por supuesto, la mayoría acepto sin cuestionar el motivo del evidente complot en contra de la familia Mitchell.Y tampoco tenían muchas opciones, ya que Industrias Koch estaba en cualquier negocio, sus ramificaciones y su diversificación le hacían un oponente formidable.La familia de Carter en un principio no supo el porqué de su caída estrepitosa, solo hasta que uno de sus allegados les contó, la llamada que había
Si Morgan no fuera el hombre de negocios con una templanza inquebrantable, sus nervios ya estarían fritos con tanta subida y bajada de emociones, por ello decían que solo aquellos con un grado de psicopatía podían alcanzar esos puestos.Sanders no decepcionaba, un abogado cauteloso y sobre todo con un historial de casos pro bono resueltos con éxito.Samantha no se había olvidado de él, simplemente estaba juntando dinero para poder enviarle una cantidad decente por toda la ayuda con la que le proveyó.En las primeras horas, Wil recibió los datos que el abogado le prometió a su jefe, quien a su vez le informo de realizar el pago que el abogado indicara.Por lo que cuando Wil no encontró ninguna cantidad solicitada, fue en busca de instrucciones, su jefe solo le diría que preguntara por la cuenta para realizar la transferencia, a donde le enviaría cincuenta mil dólares.La ayuda que le dio a Samantha y a su Florence fue clave para que llegaran hasta él y por supuesto era agradecido. Adem
En lo que esperaba a que Alice apareciera, Morgan se queda viendo a la nada, repasando sus memorias, quiere saber en qué se equivocó, que hizo mal, para que su vida con la mujer que juro amar, para toda la vida se fuera al demonio.Era muy fácil culparla por el abandono, pero ya tenía rato que se preguntaba, cuál había sido su culpa o error.Así que cuando la tuvo frente a frente, de algún modo debía sacarle toda la verdad o nunca se sentiría en paz.—¡Habla! ¡Maldita sea! Deja de observarme, es momento de que me digas, ¿cuál fue el motivo? —grita rabioso Koch.—Jamás me habías hablado así. Eres un ¡imbécil! —se levanta Alice del sillón en donde estaba, se acerca a Morgan y lo mira de forma retadora —. Tú tuviste la culpa de que no funcionara entre nosotros, sí, ya sé que me culpas por irme y te la pasaste haciéndote la víctima.Morgan la mira asombrado de lo sinvergüenza que es —muy bien, ilumíname, porque de verdad que no lo sé —dice con sarcasmo.—Me prometiste el mundo... y qué hi
El buen amigo de Morgan estaba dispuesto a ir a recogerle en el momento que recibió el mensaje, pero al buscar la dirección y ver que se trataba de un bar, su cerebro hizo conjeturas. Quería alguien que le sacara de aquel lugar, no compañía, y así se le ocurrió que el estado particular en que se pone Koch cuando bebe, podía ser propicio para ayudarle en su conquista de la señora Davis. Con una simple mentira fingiendo estar ocupado es que mando a Samantha para que fuera por el pobre y desvalido hombre, le encargo que fuera en persona, pues los empleados nunca lograban hacerlo entrar en razón. ... El chofer se ofreció a ayudar a Sam para subir al señor, pero su amabilidad fue rechazada por el mismísimo Koch, quien con una mirada lo dejo quieto, además —ella puede con esto y más. Sam solo suspiro y se armó de determinación, pues el hombre le sacaba al menos una cabeza, y su estado de ebriedad lo hacía dejarla cargando con su peso. Morgan se abrazó a Sam, era más que evidente que n