No existió persona que Morgan no levantara de su descanso, para poder llevar a cabo su plan, por el bien de Samantha y Florence es que él había querido ser civilizado.Cerca de las seis de la mañana, ya tenía todo finalizado, en unos cuantos días todo se iría derrumbando alrededor de Carter Mitchell.Wil su asistente a propósito había ido temprano, estaba casi seguro que su jefe le podía requerir, se sorprendió un poco al verlo detrás de su escritorio, él suponía que estaría a lado de la señora Davis.Charles se comunicó con Morgan para informarle lo que había sucedido con Carter y como lo temía, solo estaba esperando a que un juez le fijara la fianza.—Pero al menos pediste la orden de restricción, no lo quiero volver a ver cerca.—Lamento ser tan práctico, pero el imbécil nos hizo un favor, con esto podemos señalarlo como una persona inestable que no puede estar cerca de su hija o la señora Davis.—Asegúrate de sentar un precedente con respecto a su peligrosidad. Está desequilibrado
Samantha no esperaba un recibimiento como el que le tenían preparado, ya que Morgan no quería poner un pie en el hospital, hizo algunas compras, flores de muchas variedades, pues para entonces aun no sabía de los gustos de Sam. El pent-house olía a flores las cuales estaban por todos los espacios posibles, había globos llenos de helio, con frases de bienvenida, te extrañamos, te amamos y otras tantas oraciones elusivas que daban mensajes, de parte de las niñas y de Morgan. Las niñas estaban impecables y cada una tenía una bolsita de regalo, en cuanto Samantha entro por la puerta Florence corrió hacia ella, Harper se quedó a lado de Morgan, pero sus ojitos delataban lo que no decía con palabras. Morgan hablo con ella y no sabría si comprendió lo que le explico, pero su mirada brillo y seguía a Samantha con los ojos, quizá si fuera un alivio volverla a ver, luego de presenciar todo lo que sucedió. Sam llevo en brazos a Florence que se aferró a su cuello y lloraba, cerca de Harper se
Los principales medios recibieron información sobre lo que acontecía con uno de los padres afectados por el hospital y lo que llamaron una negligencia imperdonable, por suerte Koch tenía un equipo insuperable de relaciones públicas.El cual ejerció presión para que no se mencionara nada sobre industrias Koch, su apellido o nada relacionado con él.Pero Carter, que estaba en una situación crítica, ya no tenía el mismo peso que antes, pues Koch forzó a sus proveedores, clientes e inversionistas a abandonar el negocio, con la promesa de darles oportunidades mejores a su lado.Por supuesto, la mayoría acepto sin cuestionar el motivo del evidente complot en contra de la familia Mitchell.Y tampoco tenían muchas opciones, ya que Industrias Koch estaba en cualquier negocio, sus ramificaciones y su diversificación le hacían un oponente formidable.La familia de Carter en un principio no supo el porqué de su caída estrepitosa, solo hasta que uno de sus allegados les contó, la llamada que había
Si Morgan no fuera el hombre de negocios con una templanza inquebrantable, sus nervios ya estarían fritos con tanta subida y bajada de emociones, por ello decían que solo aquellos con un grado de psicopatía podían alcanzar esos puestos.Sanders no decepcionaba, un abogado cauteloso y sobre todo con un historial de casos pro bono resueltos con éxito.Samantha no se había olvidado de él, simplemente estaba juntando dinero para poder enviarle una cantidad decente por toda la ayuda con la que le proveyó.En las primeras horas, Wil recibió los datos que el abogado le prometió a su jefe, quien a su vez le informo de realizar el pago que el abogado indicara.Por lo que cuando Wil no encontró ninguna cantidad solicitada, fue en busca de instrucciones, su jefe solo le diría que preguntara por la cuenta para realizar la transferencia, a donde le enviaría cincuenta mil dólares.La ayuda que le dio a Samantha y a su Florence fue clave para que llegaran hasta él y por supuesto era agradecido. Adem
En lo que esperaba a que Alice apareciera, Morgan se queda viendo a la nada, repasando sus memorias, quiere saber en qué se equivocó, que hizo mal, para que su vida con la mujer que juro amar, para toda la vida se fuera al demonio.Era muy fácil culparla por el abandono, pero ya tenía rato que se preguntaba, cuál había sido su culpa o error.Así que cuando la tuvo frente a frente, de algún modo debía sacarle toda la verdad o nunca se sentiría en paz.—¡Habla! ¡Maldita sea! Deja de observarme, es momento de que me digas, ¿cuál fue el motivo? —grita rabioso Koch.—Jamás me habías hablado así. Eres un ¡imbécil! —se levanta Alice del sillón en donde estaba, se acerca a Morgan y lo mira de forma retadora —. Tú tuviste la culpa de que no funcionara entre nosotros, sí, ya sé que me culpas por irme y te la pasaste haciéndote la víctima.Morgan la mira asombrado de lo sinvergüenza que es —muy bien, ilumíname, porque de verdad que no lo sé —dice con sarcasmo.—Me prometiste el mundo... y qué hi
El buen amigo de Morgan estaba dispuesto a ir a recogerle en el momento que recibió el mensaje, pero al buscar la dirección y ver que se trataba de un bar, su cerebro hizo conjeturas. Quería alguien que le sacara de aquel lugar, no compañía, y así se le ocurrió que el estado particular en que se pone Koch cuando bebe, podía ser propicio para ayudarle en su conquista de la señora Davis. Con una simple mentira fingiendo estar ocupado es que mando a Samantha para que fuera por el pobre y desvalido hombre, le encargo que fuera en persona, pues los empleados nunca lograban hacerlo entrar en razón. ... El chofer se ofreció a ayudar a Sam para subir al señor, pero su amabilidad fue rechazada por el mismísimo Koch, quien con una mirada lo dejo quieto, además —ella puede con esto y más. Sam solo suspiro y se armó de determinación, pues el hombre le sacaba al menos una cabeza, y su estado de ebriedad lo hacía dejarla cargando con su peso. Morgan se abrazó a Sam, era más que evidente que n
El tiempo transcurrió tan deprisa, además Samantha había llegado al hospital ya en la madrugada.Morgan se perdió en el sueño, por lo que fueron unas horas, al despertar y ver que tenía la ropa puesta, intento recapitular sobre sus recuerdos de lo último, tomo su celular y vio el número considerable de llamadas, así como mensajes.Por supuesto que maldijo al leer los mensajes, se regañó así mismo y se metió a darse una ducha rápida para quitarse el aroma a alcohol.La intención de haber ido hasta el hospital no tenía nada que ver con Alice, quien le preocupo al instante fue Samantha, ella no debía estar allá, lo que de nuevo le dejaba ver lo valiosa que era como ser humano.Que a pesar de haber tenido un altercado, ella estaba asistiendo a la inconsecuente de su exmujer, aunque no estuvieran divorciados, no tenía otro título para esa mujer.Llegó con poca respiración por la forma en que subió las escaleras en vez de utilizar el elevador, sus ojos buscaron frenéticamente a su objetivo,
La vida no siempre va como uno la imagina, dile tus planes a Dios si quieres hacerle reír.Para Morgan, la aparición de Samantha y Florence en su vida era un hecho afortunado.Mejor aún cuando esté desarrollo una atracción por la mujer que en un principio le crispaba los nervios.A la cual con el tiempo encontró que era un ser excepcional.Y de acuerdo a sus últimos pensamientos, su familia estaría completa en cuanto ella aceptara tener una relación con él.No cedería hasta que eso pasará, pero como siempre algo o alguien le arruinaría aquellas fantasías.Sus suegros volaron para ir a ver el estado de su hija, quien odiaba a todo y todos en aquel momento.Solo deseaba salir de ese encierro, sus padres tampoco estaban al tanto de lo que la depresión aguda le había ocasionado a su hija.Esto iba más allá de un comportamiento consciente, y ellos no sabían cómo sentirse ni que opinar.Al verla en aquella condición tan deplorable no pudieron más que pedirle ayuda a los especialistas de psi