— Eres la mujer más bella que he visto Chiara.— Así que viene de familia, porque tu padre va a casarse y anda por ahí con una amante y por eso no pudo…— se quedó callada esperando no haber metido la pata y hacerlo sentir aún más mal.En la mente de Gregory resonaron las palabras de Chiara sobre el motivo por el cual su padre no hubiera asistido a la cena, pese a que pudiera tener algo de verdad, no le incomodaron, no de la forma que le incomodaría escucharlas de Amanda o de Melanie, todo lo contrario encontró reconfortante, que ella siguiera picando con la forma libertina que tenía de ser. No sabía los motivos de su padre por no asistir; sin embargo, le consolaba pensar que si había sido por una mujer, esta no fuera Melanie, movió su cabeza porque no era el momento de pensar en su padre, ni en sus motivos para romper la promesa de conocer esa noche a su novia, todo lo contrario debía agradecerle el no haber asistido.En esos momentos los labios de Gregory no hacían más que erizar la
—Relájate — susurró Gregory a su oído, tratando de calmarla, y de calmarse, alzando sus caderas, que los unía a ella en cada movimiento que lo llevaba un poco más a cumplir su cometido y unirse por completo a ella.—Te amo... Chiara — de sus labios salieron esas dos palabras de forma natural. Al igual que de forma natural, sus sexos parecían ansiar más, buscándose por propia naturaleza e instinto hasta sentir como su glande se internaba aún más dentro de ella, resbalando en su interior lentamente hasta quedar completamente hundido en ella. — ¿Te he hecho daño? — fue lo primero que Gregory le preguntó a Chiara, no deseaba hacerle daño, mucho menos al ser su primera vez. Contuvo el impulso de moverse, dejaría que ella se acostumbrara, a sentirlo dentro, pero le resultaba imposibleUn gemido de placer por parte de Chiara acompañó ese instante en el que se sintió tan unida a él, tanto que necesito estar quieta y levantó la vista para verlo a los ojos, no era solo la sensación de plenitud
Todos tenemos secretos que ocultar, secretos que deseamos mantener bajo llave, secretos que se convierten en un lamentable elefante que llora, atrapado en la estrecha abertura de una puerta implorando que alguien se atreva a abrir dicha puerta para que al fin poder salir al mundo exterior.Ella lo sabía, su existencia en ese momento era un secreto oculto, enterrado bajo los secretos de otras personas. Personas que preferían mantenerla alejada. Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte, no la mataron, pero le hicieron algo igual de malo. En esta vida moderna hay varias maneras de matar a una persona, no solo enterrando su cuerpo. ¡Claro que ella lo sabía! Estaba a un par de kilómetros del lugar donde deberían de estar reposando sus adoloridos huesos, junto a su alma. Un alma en pena la llamarían muchos si la reconocieran en ese momento, pero era más que obvio que ella no era ninguna aparición o fantasma, era una persona viva, que respiraba y caminaba, una persona que estaba dis
Enrico tuvo por fin noticias de Edward con respecto a la cena, había estado ignorando las llamadas de Melanie, o mejor dicho, había ignorado por completo a Melanie solo por una única razón, el padre de ella figuraba entre los responsables del atentado que había sufrido. Había logrado hacer que la noticia de lo que le había ocurrido fuera camuflada por un simple accidente de tráfico solo con el único fin de hacer que el o los responsables salieran a la luz a adjudicarse el mérito y a desmentir lo dicho, pero para eso tendrían que ser ellos mismos los que se dieran cuenta de que solo en Italia se había dado a conocer el accidente de tráfico, hablar con Melanie era darle a su padre la noticia de que había fallado antes de tiempo.No, no podía darle esa ventaja a Salvatore. Se negaba a hacerlo. Maldijo en italiano una vez el reporte de su abogado le fue dado, estaba claro que estaba rodeado de personas ineptas e incompetentes. Tras su arrebato se calmó y guardó silencio. No, no le serv
Chiara gimió en el instante que sintió el calor de la semilla de Gregory inundar sus entrañas .— Gregory…— dijo su nombre con un tono sensual, llevando su mano derecha hacia atrás, girando su rostro para besarlo y enredando sus dedos en los rizos su amante, necesitaba sentirlo cerca de ella, y no solo eso, necesitaba besarlo, probar de nuevo esos labios.Por lo que mantuvo su rostro de tal manera que los besos pudieran ahogar cualquier sonido de placer que amenazaban con traicionarla, los besos que compartían no hacían más que hacer evidente que entre ellos existía una química perfecta e inigualable, una que ella no podía explicar en esos momentos y tampoco le importaba hacerlo. Pero que se hacía cada vez más fuerte y evidente a medida que los besos entre ambos subían de tono. Los besos que Gregroy le daban eran el tipo de besos que harían desear a cualquier mujer que no se detuviera, y ella no quería hacer nada más que seguir disfrutando de los besos que él le ofrecía y le daba
Algo debía de estar mal con ella, porque en vez de disfrutar como lo hacia, debia de asustarse por la intensidad y la rudeza con la que Gregory la poseía, sin embargo estaba disfrutando, ansiando saber si el podria llevarla aún más lejos de lo que ya la había llevado la vez anterior— ¡Dímelo! ¡Necesito saber! ¿Quién es él? — Gregory podía notar como ella volvía a estar en ese punto de quiebre. El mismo Gregory también se encontraba entre los límites de su propio placer, peor aún de sus labios quería salir de nuevo esas palabras que ella deseaba que salieran de sus labios, pero no podía ceder. No hasta que él estuviera convencido que ella le pertenecía por completo-La resistencia de Chiara por fin llegó a su fin, Su prometido deseaba saberlo, y ella se lo diría — Si .. Ahhh si... Fue él…— le fue incapaz de seguirlo ocultando, no había necesidad de hacerlo, además como resistirse a Gregory en ese momento, él podía obtener todo de ella, era tal estado de sumisión en la que él la envol
Escuchar que Gregory volvía a llamarla “mi amor” fue lo único que Chiara necesito para terminar de romperse del mismo modo que se rompe la tensión de la cuerda de una guitarra, el placer que la inundó la hizo casi gritar el nombre de su prometido quien no solo seguía empujando hacia su interior si no alargando su placer al seguir masturbandola — ¡Ahhh… por dios, Gregory! Su cuerpo se tensó solo un instante antes de liberarse, en un orgasmo arrollador que se expandió a través de todo su cuerpo, que empezaba en el centro mismo de su intimidad y se extendía rápidamente a todo su cuerpo, como si de un incendio fuera de control se tratara, quemando todo a su paso, sintiendo como los espasmos en las paredes de su vagina se hacian aun mas apretados como si desearan comprimir o exprimir el miembro de Gregory reclamando de nuevo su semilla como premio —¡Oh joder Gregory…!Gregory, se corrió dentro de ella, era la segunda vez que lo hacía, se dejó caer por un breve momento sobre la espalda
Chiara no pudo evitar abrazarse a él, el miedo de caer fue instintivo aunque claro rápidamente dejó de tener miedo, lo que la llevó a morderlo. Era su castigo por asustarla, aunque el verdadero motivo para morderlo, fue la oportunidad de poder esconderse en su cuello y así disfrutar de que el viera en su rostro lo feliz que la sorprendía con ese tipo de cosas. — Pero aún no estamos casados.y esto lo hacen las parejas casadas —murmuró ella mientras dejaba besos tiernos en el cuello de su novio — Fue un día perfecto, gracias por eso Gregory...—murmuró Chiara contra su boca en un beso que él correspondió de manera suave y tierna, con ella sobre la cama matrimonial.Solo hasta ese momento Gregory volvió a recordar la extraña visita de su padre y suspiro aliviado de que su viejo entendiera que no debía quedarse, porque de quedarse él no hubiera podido dormir con su prometida de la manera que lo haría. Era curioso pero Gregory jamas habia querido compartir momentos intimos con ninguna muj