“Cacatúas adineradas”Eso es lo que eran ese grupo de mujeres, pero necesarias para ella. Le hizo una señal a Mariam para que se calmara, pero sobre todo para que no delatara su presencia, todavía no le era conveniente que se enteraran de su existencia como la dueña de la galería, así que las observaría de cerca, aunque sin darse a notar, a simple vista no era nada más que una persona más que esa mañana disfrutaba de su amor por el arteAsí que lo que las mujeres deseaban era una cena de gala benéfica. No pudo evitar reír al escuchar la palabra “benéfica'', lo único que deseaban esas mujeres era alardear de sus buenas acciones ante todos, ninguna de ellas jamás iría a pasar más de un minuto con los niños que decían patrocinar. Claro a menos que una cámara estuviera cerca, ahí sí que perdían el asco y la repulsión que parecían sentir por esos niños y eran todo un amor con ellos, después de eso pedían que se los llevaran de su lado. Por supuesto hay algunas excepciones entre ese tipo d
Chiara despertó exhausta y dolorida, abrazada al cuerpo de su prometido, Gregory, a quien besó en el pecho, inhaló el aroma que desprendía y acarició esa zona con los dedos mientras lo veía dormir, tan plácidamente, con esa expresión de no haber roto un plato en su vida, cuando de seguro era responsable de la pérdida de vajillas enteras. Seguia dolorida por la actividad de la noche anterior, por la forma en que él la había penetrado sin ningún tipo de cuidado, haciendo que su experiencia de anoche se convirtiera en inolvidable, pero a pesar de que odiaba abandonar la cama en ese momento que estaba tan a gusto pegado a él, sintiendo su calor y su calma, una calma que no parecía venir del mismo hombre que estuvo recorriendo y encendiendo su cuerpo la noche anterior.Lo destapó un poco más, para ver la erección que tenía aquella mañana, y aunque Chiara moría por despertarlo con una buena mamada, también tenía necesidades básicas y fisiológicas que le impedían seguir a su lado.Se incli
— Me tienes la pierna empapada — Aseguró Gregory sintiendo la humedad de los fluidos de su prometida y embistiendo más duro en su boca a la vez que bajaba el otro brazo metiendo la mano libre entre su cuerpo y el de Chiara alcanzando uno de sus pezones y apretándolo— Me corro— anunció manteniéndola sujeta con la otra mano mientras en un último embiste se corrió en su boca y a la vez precipitándola con él a un nuevo orgasmo, intenso a pesar de la poca estimulación que había tenido, pero la forma en que fue sometida la volvió tan loca que tras tragar todo lo que él eyaculó en su boca no dudó en trepar sobre su cuerpo y buscar sus labios para besarlo, obligándolo a probar su propio sabor.La forma en que fue sometida Chiara por parte de Gregory durante la felación que ella le había realizado para despertarlo la volvió tan loca que tras tragar todo lo que él eyaculó en su boca no dudó en trepar sobre su cuerpo y buscar sus labios para besarlo, obligándolo a probar su propio sabor.—Quiero
Escucharle decir eso solo hacía que fuera imposible para Gregory impedirle entrar cada vez más en su corazón — También te quiero, Danielle — aunque él no la quería, él la amaba, y eso era lo que le molestaba, el ser consciente de que ella le quería mientras él la amaba. “Pero le enseñaría a hacerlo” se dijo así mismo, mientras alzaba las caderas de Chiara, rozando aún más sus sexos notando, como rápidamente se humedecia.“Maldita sea era suya y la tomaría nuevamente.”— ¿Vas a decirme que te pone así? — volvió ella a preguntarle y tras hablar; atacó sus labios devorandolos con necesidad y ansia, saboreando su lengua, mordisqueando, succionando, degustando su boca como le fuera posible.— Te lo diré, pero no ahora mi amor — respondió Gregory callando al igual que ella y fundiéndose en ese beso que ambos necesitaban, separándose con la respiración agitada.Él también deseaba volver a fundirse con ella.— Hazlo... Te quiero dentro.—Y yo te quiero mía de nuevo. —Gregory tuvo que recono
Enrico todavía se encontraba en shock, lo que había descubierto la noche anterior en su departamento todavía no podía procesarlo del todo.Apenas y se había acordado de poner a cargar a su celular dejando de lado las llamadas y notificaciones que empezaron a llegar a él nada más lo encendió, nada más lo tomó en sus manos. Su cabeza era un caos, un completo desastre, un rompecabezas con todas las piezas a su alrededor esparcidas.¿Cómo diablos había sido tan estúpido al no darse cuenta quien era ella? Por dios era la viva imagen de su madre, además en este maldito tiempo donde se puede encontrar toda clase de información de las personas a través de las redes sociales que él no hubiera buscado información sobre la chica como lo había hecho ahora que tenía abierto en su móvil, tanto el perfil de la madre de ella y la de Leandro, su amigo dónde por medio de sus fotos podía ver qué efectivamente la joven que estaba con su hijo teniendo sexo era no solo la joven de la azotea, si no también
Era poco más de medio día cuando Terry Marshall cruzó la puerta del despacho de Edward Bowen, el abogado de Dumas transportation corp. De inmediato Edward se dió cuenta que algo estaba molestando o preocupando a su amigo.—Ya suéltalo Terry ¿Qué es lo que te tiene con esa cara de pocos amigos?Debía de ser algo importante donde caminaba de un lado a otro frotándose el puente de su nariz y solo le había visto actuar así cuando algo le preocupaba o no podía resolver, sin embargo no podía más que especular sentado desde su silla detrás de su escritorio.—Se que me he quejado últimamente porque los de intendencia no han querido procesar mi solicitud de cambio de alfombra gastada ¿Pero no creerás que gastarla más caminando de un lado a otro por más de media hora ayude a que me la cambien? Solo tras decir esas palabras su amigo pareció por fin prestarle atención tratando de saber a qué demonios se refería, Edward solo movió su cabeza y tomó entre sus manos una de las carpetas que su secret
—Si me disculpa— mencionó justo en el momento que había captado por completo la atención de la prometida de su jefe, dándose cuenta que por supuesto que no le iba a disculpar el dejarla parada en medio del recibidor de la compañía.«Dios dame paciencia»Pidió en su mente antes de alejarse un poco más de la mujer junto con su empleado.—¿Qué se ha filtrado?—Terry no pudo levantar su voz tras escuchar lo que su alterno acababa de revelarle en voz baja.[•~•~•~•~•]Pasaban un poco más de las 16:30 horas. No tenía caso ya, que él siguiera tratando de encontrar una solución ventajosa dónde pudiera salir bien parado.Tenía que aceptar que no importaba lo que él pudiera sentir en esos momentos, en ese ridículo triángulo amoroso que se había formado entre la joven Marchetti, su hijo y él. Era Gregory quien más saldría herido, no importaba de quién fuera la culpa. Tampoco era una opción ignorar las llamadas y mensajes de la joven, pero sí la de tomar una de las tantas llamadas y decirle que y
— Buenos días, mamá ¿Aún no es de noche todavía en Italia?— Me estoy acostumbrando al horario para no tener jet lag.— Chiara se quedó blanca al escuchar la explicación de su madre, no era que no extrañara a sus padres, pero era feliz viviendo como quería y del modo que quería.— ¿Cuándo estaréis aquí?Gregory entendió el porque de su expresión al instante, había estado en casa de los Marchetti antes de viajar a Nueva York y sabía de la impaciencia que tenían por anunciar el compromiso de su hija y tal vez hacerla regresar antes, incluso le habían instigado a convencerla y hasta diría que intentado sobornar cuando le ofrecieron reformar por completo la antigua casa Marchetti si volvían pronto y entregárselas como regalo de bodas.No era un regalo nada despreciable, había albergado a los Marchetti durante generaciones, más cerca de las viñas y los cultivos, en la actualidad la usaban sólo como casa de campo. El motivo era simple a la señora Marchetti le gustaba más vivir en la ciudad y