Estimadas lectoras y lectores Al parecer, poco a poco Eva va tomando fuerza y haciendo cosas para su beneficio, el hecho de que Sergio este por ahí, pudiese ser que a ella le da un poco de confianza para no sentirse completamente sola.
Eva estaba a punto de confirmar el taxi, cuando la voz de Sergio la hizo voltear.- ¿A dónde vas, corazón? – dijo el hombre acercándose a ella de manera sigilosa.- Voy a mi nuevo hogar… Necesito aprovechar que hoy salí temprano y quiero instalarme.- Bien… Te llevo… - dijo el hombre, comenzando a tomar su maleta.- ¡No! Ya no quiero más malentendidos. ¿Acaso no acabas de ver cómo mi madre quiere emparejarnos? – dijo Eva molesta.- Yo no le veo el problema o ¿Acaso tú sí?- ¡Claro! No he hecho ni un mes aquí y ya me quieren buscar pareja.- Discúlpala hermosa, pero seguramente cree que tú y yo, haríamos una pareja exquisita…- ¡No comiences tú también! Solo somos amigos… - dijo Eva sin darse cuentas de sus palabras.- ¿Amigos? – respondió Sergio un tanto intrigado.- Sí, ¿Recuerdas que sellamos nuestro pacto de amistad con un café y un croissant? – le recordó Eva.- ¡Oh! ¡Ya me acordé! Pues sí, si somos amigos… Pero tu mamá cree que podemos ser otra cosa.- ¡Lo sé! Y no quiero que terg
Luego de que Eva aceptara irse con Sergio, la sorpresa no pasó desapercibida para los jóvenes caballeros que llegaron a la casa.En este caso, Alejandro resulto ser el más afectado, aunque Demian no esperaba este giro en las cosas, él esperaba que, con el regreso de Eva, las cosas por fin mejoraran, él esperaba tener a su hermana cerca, esperaba que todo volviese a la normalidad, 6 años debían haber sido suficientes para borrar aquel fatídico momento.Pero, pareciera que todo apuntaba a que, esos 6 años, lo único que habían hecho era alejar a Eva de la familia. Tal vez tanto tiempo fuera, hizo que Eva fuese más independiente, tanto que, ahora, ella no los extrañaba, pensaba el hombre.Por otro lado, Alejandro, tuvo que soportar uno que otro comentario al aire por parte de Martina, ya que ella misma había visto que él tenía pareja. Luego, preguntando con algunas amistades, sus conclusiones habían sido ciertas. El hombre jugaba con su hija, ya que él tenía pareja, una pareja de al menos
Alejandro terminó saliendo de la mansión de los Monroy un tanto incómodo por los cuestionamientos de Martina.Detrás de él, salió Demian, quien se encontraba desconcertado ante la declaración de su madre y, sobre todo, ante la idea de que entre su mejor amigo y su hermana estuviese sucediendo algo.Nuevamente, una extraña sensación recorría el cuerpo del hombre, no podía imaginar a su hermana en las manos de su amigo.Aquello simplemente se le hacía inconcebible, ella era una niña en comparación con la edad de ambos, su mejor amigo no podría estar considerando a Eva como una pareja.- ¿Alejandro? – dijo Demian deteniendo el andar del otro hombre.- ¿Qué? ¿Tú también vienes con lo mismo? – preguntó Alejandro, molesto, pero sin darle la cara.- Alex, es solo que, los primeros días que te vi con mi hermana… Bueno, yo sé que tú tienes novia, pareja o amante, como tú quieras llamarla. Ahora, con lo que dijo mi madre, me deja claro que algo pasa. Mi madre nunca dice cosas solo por decir.-
Eva y Sergio llegaron al hogar que ahora sería de la chica. El hombre amablemente cargó el par de maletas que Eva llevaba, sin permitirle a la chica hacer algún esfuerzo.La pareja entró al apartamento, Sergio colocó las maletas en la sala, luego de ello, preguntó:- Y bien… ¿Qué vas a cenar esta noche?- ¿Cómo? - dijo Eva sorprendida.- Sí, en el apartamento, no tenemos nada de comida y, por la hora, no creo que sea prudente salir a hacer compras al súper… - dijo Sergio, haciendo obvio lo que no había.- ¿Mmm? Buena pregunta… No había pensado en eso…- Mmm… Ponte un suéter y vamos… - dijo Sergio en un tono tranquilo.- ¿A dónde? - preguntó Eva con curiosidad.- Te voy a llevar a cenar… Pero, por favor, no te vayas a poner fresa… - dijo Sergio con ironía.- ¡Aquí él único fresa eres tú! Digo, ¿quién conduce un elegante deportivo y jamás usaría transporte público…? - dijo Eva tratando de molestar al chico.- ¡Claro que lo he usado! El hecho de que ahora no lo use, no quiere decir que no
Luego de que Sergio Carrasco se marchó, Eva tuvo oportunidad de analizar todo lo que estaba ocurriendo, la verdad era que todo lo que estaba haciendo era para alejarse de Demian.El simple hecho de saber que en cualquier momento se lo iba a topar en casa, el simple hecho de imaginarlo llegar a casa de sus padres tomado de la mano de Melissa, le dolía, le apretaba el corazón.Ella, por un momento, recorrió con la mirada lo que sería su nuevo apartamento, era un lugar bello, era un lugar tranquilo, pero de algún modo, el hecho estar ahí, tampoco le traía mucha paz.Eva sabía perfectamente que, al día siguiente, se volvería a topar con Alejandro y aquello, le ponía los nervios de punta.Sin más remedio y viendo la hora, Eva tomó un baño, se tomó el tiempo para entrar a una tina con sales aromáticas que encontró por ahí. Su mente se perdió en varios recuerdos, su mente se perdió en aquellas vacaciones que le rompieron el corazón.Era claro que Demian no la veía como una mujer, era claro qu
Luego de ver cómo Alejandro abandonaba el apartamento, Eva pudo soltar un respiro de tranquilidad, aunque no era una tranquilidad genuina, no, era algo extraño, ya que la chica estaba aún sin palabras, por lo que acababa de escuchar de viva voz de aquel hombre.Tratando de no pensar más en el tema, Eva fue a dormir, al día siguiente le esperaba un largo día y sí, definitivamente le esperaba un largo día.A la mañana siguiente, no estaba preparada para la serie de acontecimientos que podrían cambiar su vida.Mientras todo aquello se desarrollaba en el nuevo apartamento de Eva, en el apartamento de Alejandro, el hombre estaba recostado en el sofá de su sala de estar.El hombre se maldecía una y otra vez, por haber sido tan impulsivo, se maldecía por no haber cerrado la boca, si ya lo había hecho por años, ¿Cómo demonios pudo dejarse llevar por los celos?- ¡Maldita sea! – dijo el hombre lleno de frustración.Él acababa de dejarse expuesto a lo que la otra persona pensara y eso, eso, sabí
Eva pasó todo el día y la tarde en una pequeña sala de juntas, trató por todos los medios, no toparse con Alejandro.Algo con lo que Eva no contaba, era que Alejandro la estaría esperando, la situación de la mañana no quería que afectara sus planes de conquista, así que más valía aclarar el asunto lo antes posible.Cuando ya era de tarde, Eva miró su reloj, si salía a tiempo, podía tomar un taxi y llegar al hospital donde estaba Sara. Llevaba unos días sin verla, así que hoy había decidido que sería buen día para visitarla.Eva y Sara se comunicaban por mensajes, pero Eva se sentía más tranquila cuando la veía en persona.Pensando en aquello, Eva tomó su bolso y se dispuso a salir de la sala de juntas, creyendo que no se toparía con Alejandro, salió sin preocuparse por aquello. Rápidamente, sus esperanzas se esfumaron cuando vio cómo Alejandro acababa de abordar el ascensor y estaba a punto de cerrar la puerta.Ella pensaba que Alejandro no tendría la cara para mirarla e intentar algo,
Eva terminó subiendo las escaleras para el apartamento con Sergio, tomándola de la mano.Para él, esto ya era un trato cerrado, sabía que en poco tiempo la chica caería antes sus encantos de conquistador, sabía que esta vez, él había sido más astuto y había podido conquistar a alguien del interés de Alejandro.La chica en verdad le atraía, pero si él quitaba el dedo del renglón, era obvio que Alejandro, encontraría la manera de conquistarla, razón de sobra por la que, desde que la conoció, no había parado de buscarla o hacer que esos “encuentros casuales” se dieran con mayor naturalidad.- ¡Gracias por la cena! – dijo Eva al llegar a la puerta del apartamento.- ¡No hay de qué! Ahora entra, no me voy hasta que vea que estás en casa, sana y salva. – dijo el hombre frente a ella.Aquellas atenciones no cabía duda de que le hacían sentir un poco rara y porque no decirlo, si efectivamente, estaban generando cierta atracción de ella hacia él.- Buenas noches… - dijo Eva, no sin antes acerca