Justo cuando Alex iba a decirme algo, la puerta de la habitación se abre de par en par, dejando ver a mi hermana con una expresión preocupada en el rostro. Corre hacia mí y me abraza entre sollozos, asegurándome que todo está bien y que no volverá a suceder. Agradezco que esté aquí, necesitaba el consuelo de alguien cercano después de todo lo que ha pasado.Alex, por respeto y para darme mi espacio, se retira de la habitación, dejándonos a solas. Mi hermana se sienta a mi lado, y su mirada comprensiva me hace sentir más vulnerable que nunca.—No recuerdo nada, solo que después de salir de la empresa, fui a dejar el dinero prestado en la cafetería y luego… todo se oscureció —le confieso, con la voz temblorosa.Ella asiente, secando mis lágrimas con ternura.—Tranquila, Amelia, ya pasó, todo va a estar bien, te lo prometo.Sus palabras no pueden borrar el sentimiento de angustia y confusión que tengo. ¿Cómo llegué a la casa de Alex? ¿Qué sucedió después de salir de la cafetería? ¿Por qu
〜+ALEX+Cuando Amelia y su hermana decidieron dar una vuelta por la mansión, no esperaba que este paseo tomara un giro tan sorprendente y enigmático. Junto a Carlos; el Beta de nuestra manada, y mi hermano Alejandro, nos encontrábamos en el salón principal discutiendo el inquietante tema del vampiro que parecía estar detrás de Amelia. Según nuestras últimas averiguaciones, había una misteriosa conexión entre ese maldito vampiro y el exjefe de Amelia. Es posible que sean la misma identidad.Mientras la luz de la luna llenaba la estancia, nos sumergimos en el plan para descubrir la verdad detrás de esta relación. Carlos propuso la idea de reunirnos con la antigua bruja, la misma que había hecho un pacto con nuestros ancestros siglos atrás. Estamos seguro de que esta bruja tenía información vital que podría ayudarnos a enfrentar al vampiro y proteger a Amelia.A pesar de mi previa aversión hacia los humanos, no podía negar que Amelia me atraía de una forma inexplicable. Su sonrisa y su
〜No hay momento en el que no pierda la cordura, acabo de pasar por el escritorio de Amelia, la vi acomodarse en su asiento con una hermosa sonrisa. Distinta a la de ayer.Hoy se fue, se fue de mi casa con su hermana, no quise que se fuera, sin embargo, no puedo hacer nada para evitarlo, ya que no tengo autoridad hacia ella.Mi furia es que esa risa es por la persona que estaba a su lado. ¿Quién es ese idiota? ¿Cómo la hace sonreír con facilidad? ¿Será que ella se enamoró de él? No, no creo porque el destino es que ella sea mía.No puedo evitar que mi mal humor desaparezca fácilmente.Me preparé un trago, no me siento capaz de mantenerme cuerdo. Mi respiración sube y baja. Quiero salir de estas cuatro paredes y matar de una vez a ese idiota. No hay forma de que me relaje.¿Son pareja? ¿Por qué no lo sabía? No, no, no. Ella no haría eso.Dudo que Amelia es de esas mujeres que se van con el primero humano que le endulza el oído. Estoy seguro de que ella tiene fuerza de voluntad y en e
El corazón latía fuertemente en mi pecho mientras nuestras miradas se cruzaban intensamente. Ella y yo estábamos parados tan cerca que podía sentir su aliento mezclarse con el mío. Cada latido resonaba en mis oídos, y podía jurar que el tiempo se había detenido en ese instante mágico.Ella bajó la mirada, y en ese gesto, sentí cómo una oleada de deseo me invadía. Verla lamer sus labios de forma inconsciente provocó un torbellino de emociones dentro de mí. Sabía que no podía resistirme por mucho tiempo. Mi autocontrol se desvanecía rápidamente.Apenas pude reaccionar. Me sentí desesperado, sin saber qué hacer, mientras veía cómo daba dos pasos hacia atrás, claramente avergonzada y confundida por mis sentimientos expresados con tanta brusquedad.—¡Amelia, espera! —intenté decir, pero mis palabras quedaron atrapadas en mi garganta. Ya era demasiado tarde; ella dio media vuelta y salió corriendo de mi oficina, dejándome allí, sin palabras y abrumado por la tormenta de emociones que me emb
+Amelia+—¿Por qué? Hermana, quiero saber qué clase de juego es este —exploté en segundos, me mantenía relajada porque pensé que mi hermana estaba mal, sin embargo, mi jefe, el señor Carlos y el novio de mi hermana me sacaron de la empresa con la cuestión de que mi hermana estaba enferma o algo peor.Ellos… Todos me han traído con engaños, ¿por qué? Quiero y exijo la verdad.—¿Ya almorzaste? —negué con la cabeza—, vamos al salón donde está el comedor, si quieres saber la verdad tienes que acompañarme, ¡ya! Perdóname, hermana, todo fue mi idea y mi novio solo siguió órdenes, ¿es pecado que mi hermana este conmigo?Quise reírme en su cara, todo era una payasada extrema. ¿Por qué Alex se prestó a este juego? Es ridículo.Tengo muchas cosas en la cabeza que me cuestan procesarlo; el jefe me besa y al final mi hermana me prepara un juego del que no me parece nada chistoso.Se supone que debería de estar trabajando, pero no, mi jefe se ha ofrecido, ha caer en las niñerías de mi hermana. Ya,
+Alex+Amelia está en peligro, y todo por mi culpa, no debí de exponerla, no así. Estoy a punto de matar a todo el que se me cruce en mi camino. El maldito vampiro conoce a Amelia, sabe su punto débil, mientras que yo soy un completo extraño, sí, hace poco la detestaba por el simple hecho de que es una humana…, ¿cómo sabría que la diosa luna me sorprendería?Hace unos minutos la bruja nos informó que el maldito vampiro ha salido de la ciudad; escapando como una m*****a rata.Juro por mi manada que lo encontraré y le cortaré las putas alas, me encargaré de arrancarle la cabeza.Entro a mi casa, lo primero que quiero hacer es buscar con urgencia a mi doncella. ¡Mi humana! Esa chica que no piensa dos veces las cosas.—¡Esto debe ser una pesadilla! ¡Estoy loca! ¡Quedaré completamente loca! —me detengo en seco, justo cuando pensaba dar un par de golpes a la puerta para llamar la atención de Amelia, sin embargo, fui yo el que sea llevado la sorpresa, ¿qué es lo que dice?—... Soy una lunática
+Amelia+—El amor es tan bello y a la vez peligroso, ¿verdad Emi? —y repentinamente Andrés me acorrala impidiendo que me vaya.No puede ser, ayer tuve una noche difícil y ahora él quiere hacer bromas. Eso me pasa por no poner límites, quiero decirle que solo he venido por un café, ya que tengo micho trabajo y me urge mantener los ojos abiertos.El ogro del jefe siempre me sorprende, ayer teníamos una plena conversación sobre nuestros hermanos, lo más confuso es que de repente cerró los ojos y fuuuufffff… Dio media vuelta y desapareció de mi vista. Intenté seguirlo, pero su amigo me detuvo y me pidió que lo dejara solo.¿Hmmm?El abogado es su mejor amigo, hasta ahora noté que vive en la misma casa. Me sentí extraña, burlada y estúpida, con una media sonrisa di media vuelta y corrí a encerrarme a la habitación. Lo primero que hice al entrar es poner el seguro para luego lanzarme sobre la cama y cerrar los ojos. Es un idiota, me dejó con la palabra en la boca.—Andrés.—No —negó con l
~No hay forma de poder quitar la bendita mancha del pantalón, solo a mí se me ocurrió ponerme el pantalón blanco. ¡Dios! Cómo no pude tener presente que hoy me vendría la roja. La señora Rocío me ha salvado de la vergüenza, aunque hubiese deseado que mi salvación fuese un pantalón… Ah, resultó que es más ni menos que una falda que me queda arriba de las rodillas. ¿Es malo? Claro que es malo porque mis enormes pompas de Jennifer López, “naturales”, hacen que la falda se me suba aún más. Ahora no quiero ser tachada como la chica que quiere ensuciársele al jefe. Ya es demasiado con todas las mujeres que se presentan en su oficina.He salido del tocador con la cara roja, es normal y a la vez ridículo porque no comprendo por qué siento vergüenza de que me vean las piernas. Con la frente en alto me encaminé hacia presidencia; el nervio en mis piernas era algo que debía controlar.—Lo siento Amelia, pero es que la novia de Andrés solo usa ese tipo de ropa y…—Gracias —la detengo en seguid