~No hay forma de poder quitar la bendita mancha del pantalón, solo a mí se me ocurrió ponerme el pantalón blanco. ¡Dios! Cómo no pude tener presente que hoy me vendría la roja. La señora Rocío me ha salvado de la vergüenza, aunque hubiese deseado que mi salvación fuese un pantalón… Ah, resultó que es más ni menos que una falda que me queda arriba de las rodillas. ¿Es malo? Claro que es malo porque mis enormes pompas de Jennifer López, “naturales”, hacen que la falda se me suba aún más. Ahora no quiero ser tachada como la chica que quiere ensuciársele al jefe. Ya es demasiado con todas las mujeres que se presentan en su oficina.He salido del tocador con la cara roja, es normal y a la vez ridículo porque no comprendo por qué siento vergüenza de que me vean las piernas. Con la frente en alto me encaminé hacia presidencia; el nervio en mis piernas era algo que debía controlar.—Lo siento Amelia, pero es que la novia de Andrés solo usa ese tipo de ropa y…—Gracias —la detengo en seguid
+Alex+Era momento de aprovechar esta cercanía, me alejo de ella y me apresuro a poner el pasador, todo es para asegurarme de que nadie nos interrumpa. Luego de asegurarme de que nadie entrara, me quedé congelado, mirando lo sensual y atractiva que se ve. Vi cómo su cuerpo se relajaba, se abrazó con más fuerza y escuché un pequeño sollozo. —¿Te sientes bien? Amelia, oh, por favor —corrí hacia ella, me abalancé a sus brazos.—Por favor, quiero que te alejes —súplica.¿Qué? No entiendo por qué está llorando y por qué me quiere lejos.—No, no me pidas que me aleje porque no lo haré —cogí su cara entre mis manos. —Soy una estúpida, la verdad que no tengo nada, de verdad.—Shhh… —la interrumpo abruptamente, uniendo mis labios con los suyos.—¡Te dije que noooo! —explotó, alejándose de mí—, no quiero que juegues conmigo, ¡eres mi jefe! Suficiente, demasiado has cruzado la raya; un día eres el hombre prepotente y al otro día eres el hombre preocupado e interesado, ¿qué quieres de mí?—vocif
+Amelia+¡Y…! ¡Zas!Cuando estaba a punto de caer en los brazos de él, alguien tocó la puerta. Doy tres pasos hacia atrás y mis piernas automáticamente se ponen rígidas. Alzo la mirada y me pongo en alerta, preparándome para la persona que esté detrás de esa puerta.—Alex… Alex… Alex… Necesito hablar contigo, no es una orden, es una urgencia de emergencia —me sobresalto al escuchar el grito desgarrador de…¿Quién será?Alex, da media vuelta y corre hacia la puerta, eso me dice que es urgente. ¿Andrés? ¿Qué hace aquí?¿Por qué le habla de esa forma?¿Hmmm?¿Será que ha venido a rescatarme?Ja, ja, ja, sí que estoy completamente loca, ni que fuese tan importante.—Pasa adelante, puedes ponerte cómodo —dice Alex en tono serio—. Amelia, puedes continuar con tu trabajo, luego terminamos con nuestra conversación.¡Mi señal! “Patita pa' que te quiero”Ni conté hasta tres cuando ya estaba rumbo hacia la salida. Mientras caminaba hacia la salida vi de reojo a Andrés. No sé cuál es su verdad
+Alex+Me siento en un terrible dilema; «matar a la bruja o llevarme a Amelia lejos.»Andrés, mi hermano y el beta interrumpen mi conversación con Amelia, ¡íntima conversación! Estaba a punto de que ella se convenciera de que lo que siento por ella es verdad y no mentira, sin embargo, este trío de imbéciles aparecieron en un mal momento.Hace años tenía presente que Andrés era un simple humano, pero luego de tener encuentros frecuentes con la bruja me vengo enterando de que Andrés es un discípulo de ella. Claramente, enfurecí en el momento, ya que pensé que me estaba vigilando, pero el beta me convenció de que nada de lo que parecía era real, por el hecho de que él estaba al tanto de las intenciones de Andrés y la bruja.El maldito humano resultó ser un brujo, solo espero que no se tuerza porque juro que no dudaré en arrancarle la cabeza.Luego de que Amelia saliera de mi oficina, mi hermano corrió hacia la botella de vodka que se encontraba en el minibar. Mi mirada fue directa al bet
+Amelia+~¡Ah!Siento un enorme alivio al estar en casa, en mi apartamento y en mi cama. Sé que estando aquí pueda que olvide todo lo que sucedió en la oficina del jefe.Aaaaaaaahhh… Tengo sueño, solo me di una corta ducha y ahora que estoy en mi suave y acolchonada cama, creo…, creo…, creooo que debo dormir y luego pensar sobre… Jefe, jefe, jefe.~El miedo de intentar se apodera de mí. Quiero gritarle a Alex que no hay ninguna posibilidad de estar juntos y que no quiero ser una más de su lista. No voy a negar que es guapo, pero…—Amelia, por favor, estamos solos en mi oficina —me coge de la mano—, todos se han ido, recuerda que tenemos una plática pendiente.Noo… No quiero tocar el tema que hará que mi vida salte por un Barranco.—Alex, esa mujer es tu amiga o…No puede ser, yo y mis inseguridades.—Amelia, ella es una amiga, una amiga, ¿cómo quieres que te lo demuestre? Oh, por favor, Amelia, tienes que saber que en este momento tú eres la importante.¡Oh-no! Esto se saldrá de con
¡Idiota!Amo muchísimo a mi hermana, pero eso de dejar entrar a dos hombres a mi habitación como que no estoy de acuerdo. Carlos y Alejandro son personas conocidas, no obstante, no hay esa confianza extrema. ¡Estoy en mi habitación! Y lo peor de todo es que tuve un sueño extremadamente húmedo.—Alejandro, ahora que nos aseguramos que Amelia se encuentra bien, es mejor que nos encontremos con Alex, nos está esperando en la sala.¿Qué?¡Alex está aquí!Realmente esto sí parece una pesadilla y mi verdadero sueño era…No, no estoy segura de que pueda ver a Alex a los ojos, no después de soñar con su miembro o de que él me tocara.Los hombres salen de mi habitación y mi hermana corre hacia el armario.—Estás loca, ¿cómo se te ocurre meter a dos hombres a mi habitación? —hago a un lado la sábana y salgo corriendo de la cama, yendo tras ellas—, estaba durmiendo y sabes por qué. ¡Sencillo! Todo es porque estoy cansada del trabajo y porque me ha venido la bendita roja.—Suficiente, ya me ha qu
~Cuento hasta tres, mientras tanto una inhalación y exhalación provocan valentía de la maldita cobardía que tengo de ver a los ojos al ogro de… Ya, sacudo mi cabeza, alejando todo pensamiento perturbador. ¡No sexo! En algo mi hermana tiene razón, y es que todo está mal para mí; ese hombre quiere darme una lección y es seguro que esté en esa lista roja. ¡Obvio, el sexo debe ser rojo y no negro!Cero vergüenza.Logré salir de mi habitación y ahora que me dirijo hacia la sala me voy llevando la tremenda sorpresa de que no hay nadie.—¿Dónde está mi hermana? —pregunto preocupada—, ella me dijo que…—Mi hermano la ha invitado a ver a la persona que organizará su boda —contesta rápidamente, quitándome la palabra de la boca—. Eh, piden una disculpa.—Pensé que se quedarían a comer, pero me equivoqué —la última palabra salió en un hilo de voz—, ¿quieres comer? ¿Puedo pedir sushi?Y alejo mis nervios, tengo que mantenerme neutral, suficiente, no quiero pensar que él es mi jefe y que tengo un
+Alex+Lamento mucho que Amelia se encuentre perdida, y a pesar de que ignoro todas sus alucinaciones, no pierdo cada pensamiento y escena que ella crea. La bruja es la que se encuentra detrás de lo que ella piensa y siente, todo por ayudarme, según ella es un hechizo de deseo.Amelia me desea porque está bajo a un hechizo y no me gusta que eso la presione, ya que yo deseo que se entregue a mí en cuerpo y alma porque ella quiera y no por estar bajo de un embrujo.Todos menos Amelia estamos al tanto del embrujo y de la importancia que es. Ella tiene que ser mía. Esa humana no estará con ese maldito chupa sangre.Cuando Amelia salió de la empresa acompañada de mi hermano, la bruja me dejó en claro que ella es la indicada, y que sin Amelia saberlo tiene el don de la premonición. Amelia tiene el futuro de todos y no es que abuse de ella, para nada. La bruja buscó la forma que Amelia creará su propia escena, sus propios deseos y por lo que he visto, en todos estoy yo.Ella tiene mucho des