+Alex+Amelia está en peligro, y todo por mi culpa, no debí de exponerla, no así. Estoy a punto de matar a todo el que se me cruce en mi camino. El maldito vampiro conoce a Amelia, sabe su punto débil, mientras que yo soy un completo extraño, sí, hace poco la detestaba por el simple hecho de que es una humana…, ¿cómo sabría que la diosa luna me sorprendería?Hace unos minutos la bruja nos informó que el maldito vampiro ha salido de la ciudad; escapando como una m*****a rata.Juro por mi manada que lo encontraré y le cortaré las putas alas, me encargaré de arrancarle la cabeza.Entro a mi casa, lo primero que quiero hacer es buscar con urgencia a mi doncella. ¡Mi humana! Esa chica que no piensa dos veces las cosas.—¡Esto debe ser una pesadilla! ¡Estoy loca! ¡Quedaré completamente loca! —me detengo en seco, justo cuando pensaba dar un par de golpes a la puerta para llamar la atención de Amelia, sin embargo, fui yo el que sea llevado la sorpresa, ¿qué es lo que dice?—... Soy una lunática
+Amelia+—El amor es tan bello y a la vez peligroso, ¿verdad Emi? —y repentinamente Andrés me acorrala impidiendo que me vaya.No puede ser, ayer tuve una noche difícil y ahora él quiere hacer bromas. Eso me pasa por no poner límites, quiero decirle que solo he venido por un café, ya que tengo micho trabajo y me urge mantener los ojos abiertos.El ogro del jefe siempre me sorprende, ayer teníamos una plena conversación sobre nuestros hermanos, lo más confuso es que de repente cerró los ojos y fuuuufffff… Dio media vuelta y desapareció de mi vista. Intenté seguirlo, pero su amigo me detuvo y me pidió que lo dejara solo.¿Hmmm?El abogado es su mejor amigo, hasta ahora noté que vive en la misma casa. Me sentí extraña, burlada y estúpida, con una media sonrisa di media vuelta y corrí a encerrarme a la habitación. Lo primero que hice al entrar es poner el seguro para luego lanzarme sobre la cama y cerrar los ojos. Es un idiota, me dejó con la palabra en la boca.—Andrés.—No —negó con l
~No hay forma de poder quitar la bendita mancha del pantalón, solo a mí se me ocurrió ponerme el pantalón blanco. ¡Dios! Cómo no pude tener presente que hoy me vendría la roja. La señora Rocío me ha salvado de la vergüenza, aunque hubiese deseado que mi salvación fuese un pantalón… Ah, resultó que es más ni menos que una falda que me queda arriba de las rodillas. ¿Es malo? Claro que es malo porque mis enormes pompas de Jennifer López, “naturales”, hacen que la falda se me suba aún más. Ahora no quiero ser tachada como la chica que quiere ensuciársele al jefe. Ya es demasiado con todas las mujeres que se presentan en su oficina.He salido del tocador con la cara roja, es normal y a la vez ridículo porque no comprendo por qué siento vergüenza de que me vean las piernas. Con la frente en alto me encaminé hacia presidencia; el nervio en mis piernas era algo que debía controlar.—Lo siento Amelia, pero es que la novia de Andrés solo usa ese tipo de ropa y…—Gracias —la detengo en seguid
+Alex+Era momento de aprovechar esta cercanía, me alejo de ella y me apresuro a poner el pasador, todo es para asegurarme de que nadie nos interrumpa. Luego de asegurarme de que nadie entrara, me quedé congelado, mirando lo sensual y atractiva que se ve. Vi cómo su cuerpo se relajaba, se abrazó con más fuerza y escuché un pequeño sollozo. —¿Te sientes bien? Amelia, oh, por favor —corrí hacia ella, me abalancé a sus brazos.—Por favor, quiero que te alejes —súplica.¿Qué? No entiendo por qué está llorando y por qué me quiere lejos.—No, no me pidas que me aleje porque no lo haré —cogí su cara entre mis manos. —Soy una estúpida, la verdad que no tengo nada, de verdad.—Shhh… —la interrumpo abruptamente, uniendo mis labios con los suyos.—¡Te dije que noooo! —explotó, alejándose de mí—, no quiero que juegues conmigo, ¡eres mi jefe! Suficiente, demasiado has cruzado la raya; un día eres el hombre prepotente y al otro día eres el hombre preocupado e interesado, ¿qué quieres de mí?—vocif
+Amelia+¡Y…! ¡Zas!Cuando estaba a punto de caer en los brazos de él, alguien tocó la puerta. Doy tres pasos hacia atrás y mis piernas automáticamente se ponen rígidas. Alzo la mirada y me pongo en alerta, preparándome para la persona que esté detrás de esa puerta.—Alex… Alex… Alex… Necesito hablar contigo, no es una orden, es una urgencia de emergencia —me sobresalto al escuchar el grito desgarrador de…¿Quién será?Alex, da media vuelta y corre hacia la puerta, eso me dice que es urgente. ¿Andrés? ¿Qué hace aquí?¿Por qué le habla de esa forma?¿Hmmm?¿Será que ha venido a rescatarme?Ja, ja, ja, sí que estoy completamente loca, ni que fuese tan importante.—Pasa adelante, puedes ponerte cómodo —dice Alex en tono serio—. Amelia, puedes continuar con tu trabajo, luego terminamos con nuestra conversación.¡Mi señal! “Patita pa' que te quiero”Ni conté hasta tres cuando ya estaba rumbo hacia la salida. Mientras caminaba hacia la salida vi de reojo a Andrés. No sé cuál es su verdad
+Alex+Me siento en un terrible dilema; «matar a la bruja o llevarme a Amelia lejos.»Andrés, mi hermano y el beta interrumpen mi conversación con Amelia, ¡íntima conversación! Estaba a punto de que ella se convenciera de que lo que siento por ella es verdad y no mentira, sin embargo, este trío de imbéciles aparecieron en un mal momento.Hace años tenía presente que Andrés era un simple humano, pero luego de tener encuentros frecuentes con la bruja me vengo enterando de que Andrés es un discípulo de ella. Claramente, enfurecí en el momento, ya que pensé que me estaba vigilando, pero el beta me convenció de que nada de lo que parecía era real, por el hecho de que él estaba al tanto de las intenciones de Andrés y la bruja.El maldito humano resultó ser un brujo, solo espero que no se tuerza porque juro que no dudaré en arrancarle la cabeza.Luego de que Amelia saliera de mi oficina, mi hermano corrió hacia la botella de vodka que se encontraba en el minibar. Mi mirada fue directa al bet
+Amelia+~¡Ah!Siento un enorme alivio al estar en casa, en mi apartamento y en mi cama. Sé que estando aquí pueda que olvide todo lo que sucedió en la oficina del jefe.Aaaaaaaahhh… Tengo sueño, solo me di una corta ducha y ahora que estoy en mi suave y acolchonada cama, creo…, creo…, creooo que debo dormir y luego pensar sobre… Jefe, jefe, jefe.~El miedo de intentar se apodera de mí. Quiero gritarle a Alex que no hay ninguna posibilidad de estar juntos y que no quiero ser una más de su lista. No voy a negar que es guapo, pero…—Amelia, por favor, estamos solos en mi oficina —me coge de la mano—, todos se han ido, recuerda que tenemos una plática pendiente.Noo… No quiero tocar el tema que hará que mi vida salte por un Barranco.—Alex, esa mujer es tu amiga o…No puede ser, yo y mis inseguridades.—Amelia, ella es una amiga, una amiga, ¿cómo quieres que te lo demuestre? Oh, por favor, Amelia, tienes que saber que en este momento tú eres la importante.¡Oh-no! Esto se saldrá de con
¡Idiota!Amo muchísimo a mi hermana, pero eso de dejar entrar a dos hombres a mi habitación como que no estoy de acuerdo. Carlos y Alejandro son personas conocidas, no obstante, no hay esa confianza extrema. ¡Estoy en mi habitación! Y lo peor de todo es que tuve un sueño extremadamente húmedo.—Alejandro, ahora que nos aseguramos que Amelia se encuentra bien, es mejor que nos encontremos con Alex, nos está esperando en la sala.¿Qué?¡Alex está aquí!Realmente esto sí parece una pesadilla y mi verdadero sueño era…No, no estoy segura de que pueda ver a Alex a los ojos, no después de soñar con su miembro o de que él me tocara.Los hombres salen de mi habitación y mi hermana corre hacia el armario.—Estás loca, ¿cómo se te ocurre meter a dos hombres a mi habitación? —hago a un lado la sábana y salgo corriendo de la cama, yendo tras ellas—, estaba durmiendo y sabes por qué. ¡Sencillo! Todo es porque estoy cansada del trabajo y porque me ha venido la bendita roja.—Suficiente, ya me ha qu