El camino al departamento de Ángel fue silencioso, Mateo solo pensaba que Ángel estaría molesto y con justa razón, no debió dejarse llevar por el impulso, en realidad los únicos que lo defraudaron fueron su padre y su hermana. Matías y Ángel solo lo estaban protegiendo.Diego oía todos sus pensamientos, pero prefirió mantenerse en silencio para que sintiera la libertad, de liberar su miedo creando todas las escenas posibles.Mientras llegaban al departamento Diego posa su mano sobre el hombro de Mateo para animarlo, diciéndole que todo estaría bien.Lo poco que conocía a Ángel, sabía en lo absoluto que este no estará molesto con Mateo ya que lo quería y con lo que le había contado de esa vez que lo salvó, antes de estar molesto lo más probable es que se sienta herido de que Mateo le haya gritado y utilizar su voz para que confesara su secreto.Mateo suspira profundo tocando la puerta, una llave es ingresada al cerrojo liberando el seguro y al momento de abrirse ambos quedan sorprendid
Los días fueron pasando, a pesar de que no quería alejarse de Mateo, Diego debía ir a la revista a concretar algunos contratos y organizar otros eventos, donde la empresa sería anfitrión, solo iba por un corto tiempo ya que sabía que Mateo entraría en celo, y deseaba estar con él cuando eso sucediera.Emma se encontraba en su escritorio algo inquieta, más de lo acostumbrado, su Omega no dejaba de chillar.Diego estaba en su oficina sentado en el escritorio concentrado en algunos documentos cuando, ajustando su corbata comienza a sentirse acalorado, verificando que el aire acondicionado esté funcionando intenta tomar de nuevo los papeles, pero fijar sus ojos en las escrituras era casi imposible, su cuerpo se estremecía mientras más sentía un ardor en su interior.Alfa vuelve Oye la voz de Mateo con un rugido.Mateo… Frunce el ceño sintiendo aún más calor. Mateo no lo llamaba Alfa al no ser que fuera para insultarlo o uno de sus seres.—¡Mierda! —Maldice notando que su cuerpo empieza
Dos cuerpos desnudos descansaban en la cama desordenada, luego de que Diego llegara de la oficina hace dos días ambos Alfas no han cesado de entregarse a sus deseos.Mateo dormía boca abajo con la respiración suave, Diego lo observaba con fascinación cada parte de su rostro y cuerpo.Su cuerpo seguía exigiendo de más placer, el aroma de Mateo era exquisito una vez mezclada con el suyo que ya ocupaba toda la habitación.Lo deseaba con locura, luchaba consigo mismo, era la primera vez que pasaba su celo con su destinado incluso con alguien, nunca había permitido que se le acercara nadie mientras estaba en este periodo, siempre había pensado y decidido que solo se entregaría a su destinado, estaba más que agradecido de poder vivir este momento de plenitud.Mateo se volvía el primero y el único, no deseaba a otro, lo amaba más que a nada en la vida, tenerlo a su lado es el mejor regalo que la Madre Luna pudo haberle dado.Contemplar la belleza de ese ser que dominaba cada partícula de su
El aroma de celo de ambos Alfas tomaba todo el departamento. Mateo se había encargado de colocar supresores a las ventanas y puertas desde el primer instante en que lo percibió, para nadie que estuviera cerca se sintiera atraído e irrumpiera en su intimidad con su destinado.Un nuevo día empezaba y Mateo se encontraba en la cocina preparando algo para comer, ya que con la actividad exigía mucho de sus cuerpos que debían mantenerse alimentados y fuertes.Diego se encontraba en la habitación, según Mateo este estaba durmiendo, pero ya había despertado hace unos momentos notando que no estaba a su lado.Con el ceño fruncido gruñendo abre la puerta buscando a Mateo, viendo ese cuerpo desnudo exquisitamente sexy utilizando solo con un delantal para colocarse frente a la cocina, solo se limita a deleitarse.Vestir alguna prenda en estos días era prácticamente innecesario, si al final de cuentas volverían a desnudarse para volver a encontrarse en un acto placentero.El celular de Mateo suena
Los siguientes días fueron intensos y pura entrega de ambos alfas, que sus almas vibraban de placer.El aroma seguía en la habitación a pesar que el periodo de celo acabó hace 2 días.Mateo se encontraba en la sala sentado en el sofá viendo televisión, mientras Diego se daba una relajante ducha.El timbre suena y Mateo levantándose de su comodidad va hasta la puerta para saber de quién se trataba.Al abrir la puerta se encuentra con sus amigos Matías y Ángel.—¡Oh por Dios! ¿aún siguen en celo? —Pregunta exaltado Ángel percibiendo el aroma de la habitación.—Acabó hace dos días, —¿qué quieres? —Responde Mateo áspero.—¿Nos dejas entrar o quieres mantenernos aquí fuera? —pregunta Matías con seriedad, más de lo normal llamando la atención de Mateo.Mateo asiente con la cabeza dejándolos entrar, estos se adentran en el lugar yendo directo al sofá.—Mateo, tenemos que contarte algo importante —Comienza Ángel también serio.—¿Qué es lo que sucede? el otro día olvidé preguntarte que es eso
La noticia de que Sarah se encontraba en el país no tenía muy tranquilo a Mateo, el haberse enterado que era la mano derecha de Max hizo que sus sentimientos hacia ésta fueran diferentes.Cuando fueron niños eran muy unidos, iban a la misma escuela y recordaba que siempre la había admirado.Sarah era fuerte y decidida, con un carácter bastante imponente pero amorosa con su hermano. Los rasgos denotaban que sería una Alfa genuina, que de hecho la prueba lo había confirmado al cumplir sus 18 años.Cuando terminó la secundaria comenzó a tener amigos que rápidamente la habían influenciado y su actitud comenzaba a cambiar.A pesar de que fue dejando a un lado a su hermano, este siempre trataba de mantenerse cerca, le preocupaba que algo le sucediera, él solo tenía 16 años, pero su edad no lo detenía, amaba a su hermana mayor y estaría dispuesto a cualquier cosa con tal de protegerla.El día que había desaparecido se juró a sí mismo que no se detendría hasta encontrarla, estaba seguro que d
Mateo se encontraba en el parque observando todo a su alrededor. Como siempre el lugar fue visitado por muchas familias, que compartían de un agradable clima, los niños corrían y jugaban felices. Mateo los observaba con una sonrisa del que no se había percatado. Pero James que se encontraba a unos pasos de este se quedaba viéndolo atontado. Como puede ser tan hermoso, su sonrisa es radiante. Aunque estuviera allí parado sin hacer alguna cosa, de todos modos, no puedo dejar de verlo. Mateo al oír esos pensamientos deja de sonreír para comenzar a caminar hasta que pudiera encontrar algo que deseara tomarle una foto, James también camina mirando por todos lados para controlar que todo esté en orden. Mateo escuchando unos ruidos entre algunas plantas que decoraban el parque se detiene para observa el por qué las hojas se movían siendo que no había ninguna brisa en ese momento. James al percatarse que Mateo se detiene, se adelanta para inspeccionar el lugar. Mateo le gruñe molesto al
Los días fueron pasando Mateo seguía con sus cambios de humor, Diego también tenía los suyos, pero se mostraba más sensible y el doble de posesivo ya que seguía al cuidado de James. No podía evitar gruñir al verlo, pero mientras la hermana de Mateo se encontraba en el país debían protegerlo, a juzgar por lo que se dedicaba no se podía esperar nada bueno de ella. Diego insistía para que fueran al médico ya que el periodo de celo estuvo junto con Mateo, debían controlarse ambos. Mateo decidió a que hospital ir. Conociendo a un médico en esos tiempos que se había realizado la prueba varias veces. Ambos se encontraban en el pasillo frente a la puerta donde este médico hacía consultorio. Saliendo una mujer con el cabello totalmente recogido y un uniforme impecable, los llama por sus nombres para que pasaran. Una vez dentro el médico reconoce a Mateo de inmediato, saludando. —Oh Mateo, ¿de vuelta? ¿no me digas que aun quieres hacerte la prueba? —Dr. Wilson, no, ya no es necesario. A