Pov Leina —¿Qué hay de tu compañera? ¿No piensas esperarla? Él me dio una rápida mirada y solo lo vi mirar la carne entre el fuego. Algo en sus ojos se removía, demasiado sutil para poder verlo. —Ella murió a manos del Alfa Guillermo. Antes, seguía a su manada y era su hombre más leal, pero en el momento en que sus manos derechas pusieron el ojo sobre ella… Apretó la vara con fuerza, los músculos de su cara se tensaron y estoy segura de que está por romperse los dientes. —Me la arrebataron, me obligaron a ver cómo la violaban sin descanso uno tras otro. Guillermo fue el último, la destrozó, la humilló y, a lo último, le cortó la garganta. Abrí la boca para decir algo, mi corazón sangraba y los sentimientos de esos días querían salir, pero los mandaba al fondo donde no pudieran regresar. Yo no era la mejor para darle palabras de consuelo. —Masacraron a mi manada y a mí… me dejaron mal herido para que muriera, y ahí fue donde él llegó— me dice, señalando al hombre que habla con
Pov Narrador El cielo claro pronto se tornó gris; las pequeñas gotas de lluvia caían pesadas sobre la atmósfera, que estaba a punto de estallar. De la cortina de humo emergió un lobo blanco; una cicatriz rasgaba su cara y otras tres adornaban su lomo. Sus ojos, fijos en Bastian, su mayor rival, hoy le iban a demostrar cuánto poder de destrucción podría causar. Más allá de ellos, donde estaba la otra pequeña parte de su ejército, llegó el ejército restante de Bastian. Ailen se preparaba para recibir órdenes cuando el galope de varios caballos llamó su atención. —Sacerdotisa, no debería estar aquí. —Si lo estoy, es porque debo estarlo. No te preocupes, hoy no será esa batalla, aún no. Ella miró directo hacia donde estaba Leina; en sus ojos había preocupación y miedo. Tanto Leina como Ava estaban perdidas; todo su mundo desapareció a su alrededor en el momento en el que aquel lobo captó toda su atención. Todo fue por él; su vida y su mundo se derrumbaban por él. Los cue
Pov Bastian Estuve sentado día y noche fuera de mi habitación. La sacerdotisa solo entraba a ver a Leina y luego salía sin decirme nada. Alcé mi vista para ver el cielo oscuro. Era como si el sol nos hubiese abandonado. Jamás en toda mi vida había visto o presenciado algo como esto. Tampoco en nuestras historias, ningún libro que hable sobre las lobas bendecidas menciona esto. Lo que me hace mirar en dirección a la puerta de mi habitación. Leina es por mucho, diferente y especial; no parece saber nada de quién es. «Parece que la Diosa mandó un lienzo en blanco y eso puede ser peligroso, Bastian. Esta oscuridad ha cubierto la tierra más días de los esperados y eso solo significa que ella es importante». Me sentía agotado mentalmente; necesitaba asegurarme primero de que ella estaba bien antes de ocuparme del resto. Entrecerré los ojos, recordando todos los acontecimientos de los últimos días. Tengo muchos ajustes de cuentas que hacer y el principal es con Neil. «¿Y a ti quién
Pov Leina Creí que esta sería la noche más especial de mi vida, que por fin conocería a mi loba como tanto deseé, pero nada de eso sucedió. Ahora solo escucho como mi padre, el ex beta de la manada, discute con el antiguo Alfa y su hijo, el Alfa actual; sobre mi expulsión. La manada al rededor se mantiene en silencio, las miradas con burla de las lobas que codiciaban mi lugar no se hacen esperar. —Ella es tu compañera Reiner, expulsarla sería dejarla sin protección, allá afuera hay demasiados renegados y bárbaros. —Yo necesito una compañera fuerte, una Luna que pueda ser capaz de proteger a su gente, su loba no despertó, por lo tanto, no le sirve ni a la manada ni a mí. Las palabras de mi compañero se clavan como un fuerte puñal en mi corazón. Las lágrimas quieren salir, pero no dejaré que ellos vean mi debilidad. —Reiner, por favor, es mi hija, piensa en estos dos años que tardaste esperándola. Apreté los puños de rabia, observando como mi padre se arrodilla ante él, s
Pov Leina Mi padre tomaba el manojo de llaves y metía una a una en la pequeña ranura de la puerta. Sus manos temblaban haciendo que se cayeran las llaves varias veces, volviendo a comenzar de cero. —Papá, dime qué es lo que pasa, ¿Reiner está bien? Pregunté aun pensando en el momento en que acepté su rechazo, parecía que a él lo estaba matando. —Está vivo, es todo lo que sé, pero su padre mandó a preparar un escenario para ti, serás ejecutada por intentar acabar con la vida del Alfa. En ese momento la cerradura resonó en el espacio frío, la reja se abrió con un chirrido y mi padre comenzó a arrastrarme hacia la salida. Las antorchas iluminan el pasillo, creando sombras en las celdas que permanecían vacías. Podía escuchar como las ratas se arrastraban en la oscuridad huyendo de nuestra presencia. Las paredes de piedra negra se cerraban sobre mí, haciéndome sentir asfixiada. —Papá, espera… —Escucha bien Leina, te ayudaré a llegar a la cascada, una vez que la cruces
Pov Leina Traté de alejarme de él hasta conseguir algo con que defenderme y fue cuando mis manos se toparon con una piedra. El lobo me mostró sus colmillos listos para saltarme encima. Esta era mi oportunidad. Tomé la piedra con fuerza y se la lancé, golpeándolo en la cabeza. Aproveché la oportunidad de su descuido para levantarme y correr con todas mis fuerzas. Escuché otros aullidos cerca. Más lobos renegados se acercaban. No podré salir de esto, me alcanzarán y luego… «Saldremos de esto, confía en mí, confía en ti, llega al río» Me detuve en seco casi cayendo al vacío, la tierra se desprendía bajo mis pies perdiéndose en el agua que corría a gran velocidad abajo. Varios gruñidos llamaron mi atención y me giré para verme rodeada de al menos unos ocho renegados. Comenzaron a avanzar hacia mí. Este es mi fin. —AHHGR— grité apretando mis dientes, caí de rodillas sin entender qué pasaba, el dolor de mi cuerpo era horrible y abrumador. Vi mis man
Pov Leina Me quedé en silencio observando al hombre que miraba mi mano sin decir una palabra.Mi tío Benjamín y su compañera Sara están a un lado en silencio.El aspecto del hombre es limpio; una barba canosa perfectamente cortada y una capa azul oscuro con bordados rojos caían sobre sus hombros.Sus ojos tenían apenas unas líneas de expresión que no contrastaban para nada con su pulida piel.Los hombres lobo de alto rango suelen vivir más años que cualquiera, pero él no parecía del todo un lobo.—No lo soy, querida; por mi sangre corre magia antigua. Podría decir fácilmente que soy más mayor de lo que piensas.Él no me miró directamente; en cambio, dejó mi mano y miró directo a mi tío.—Es mejor que mantengas esto en secreto. Estoy seguro de que ya sabes que ella es una loba lunar, o también conocidas como lobas bendecidas.¿Una loba lunar? ¿Qué es?—Sí, la reconocí cuando su loba se salió de control en estos días, destrozando toda la habitación.Me lanzó una mirada aguda y yo sol
Pov Leina Esta noche sería diferente; mis manos sudaban y no estaba segura de qué sucedería. «¿Estás ahí?» El silencio fue toda mi respuesta. No estaba segura de si ella me escuchaba; había despertado hace unas semanas y siempre estaba atenta a los entrenamientos, aunque no me habló en ningún momento. Esta será la primera vez en la que entrenaremos en forma lupina. Miraba el reloj atentamente, siguiendo el ritmo del péndulo que iba de un lado a otro. Cuando marcaron las 12, tomé un gran suspiro y bajé las escaleras. —Vamos, no estés inquieta, todos te esperan. Si ella decide no salir, no te preocupes; estoy segura de que no es por ti. —Gracias, Sara, por ser más como una madre para mí desde que estoy aquí. Ella comenzó a llorar y yo también. Parece más bien una despedida. Ambas salimos hacia el bosque, dado que debo tener cuidado; solo los calificados estarán allí para verme. Después de media hora, llegamos a un pequeño claro. Mi tío y su beta ya estaban allí, también el h