Con pasos apresurados caminaban Dana y Sofía hacia el lugar de la reunión. Ellas conocían solo de nombre al señor Corpa, sabían que era muy despiadado en los negocios, también muy apuesto, según las fotos de la prensa, pero eso era lo de menos. Ahora tenían que enfrentar una negociación con un tiburón y ellas era unos simples arenques que serían fácilmente devorados si no tenían cuidado.Al entrar al lugar observaron para todos lados, hasta que fueron guiadas al salón privado donde las esperaban. Eran dos hombres. Pero lo que más las sorprendió es que las fotos no le hacían justicia a Vincenzo, era aún más hermoso y destacable de lo que hubieran imaginado._ Si me gustaran los hombres me le tiraba encima _ bromeó Sofía dejando a Dana muda por ese comentario._ Sofi es casado _ contestó Dana entre dientes mientras se acercaban a los dos hombres._ Buenas tardes _ dijeron ambas al llegar junto a ellos.Vincenzo levantó la vista y observó a Dana directo a los ojos. Estaba realmente cauti
Dana contó cómo habían ocurrido los hechos. Ella no entendía el por qué pero sentía la necesidad de confiar en ese hombre de mirada impasible.El relato fue extenso y pormenorizado y por alguna razón incluyó todo lo que había tenido que vivir después de ese incidente.Vincenzo no hizo ningún gesto, ninguna expresión se dejó ver en su rostro. Su lenguaje corporal se mantenía sereno, pero por dentro era un volcán en erupción. Él la había visto correr durante horas, era evidente que si hubiera querido lastimar a su hermana de manera intencional lo hubiera hecho de otra manera.Él había visto las imágenes que circularon en redes. Las estudio minuciosamente, cuadro por cuadro, con la paciencia que solo él poseía y confirmó, para su mayor felicidad, que ella intentaba controlar un auto que estaba evidentemente dañado. Algún desperfecto había ocasionado todo la situación escabrosa y se encargaría de saber qué era lo que había ocurrido._ Bien, esto que me cuentas es muy grave _ dijo con la m
Los días que siguieron fueron tranquilos. Vincenzo había tenido que realizar un viaje de imprevisto por lo que Dana no lo había cruzado siquiera y eso la hacía sentir tranquila.Faltaba muy poco tiempo para que las carreras dieran comienzo. Ella debía concentrarse al máximo y entrenar muy duro para dar lo mejor de sí.Sofía estaba leyendo los últimos chismes que circulaban en las redes cuando una noticia la dejó completamente muda._ Dana, ¡no lo puedo creer! _ saltó de su silla dando un fuerte alarido.Se acercó a Dana y le mostró lo que se informaba en los medios digitales. Ella leía sin poder creer, o mejor dicho, sí lo creía eso era demasiado obvio para ella después de todo lo ocurrido, pero le parecía irónico, ellos la habían injuriado a ella de maneras terribles pero que su hermana se comprometiera con su ex prometido a todo el mundo le parecía de lo más normal. “Hipócritas” dijo en un bufido de indignación._ Sofi, eso se veía venir _ le dijo a su amiga acariciando su espalda
Una vez que ella vio el gesto de Vincenzo al leer el mensaje apagó el televisor. Ya no le interesaba nada que tuviera que ver con esa familia.Se dispuso feliz a cenar con su abuela y Sofía, que desde hacía un tiempo eran sus momentos preferidos de la vida. Ahora estaba enfocada en sí misma, en su proyecto como piloto. Nunca había considerado ser conductora profesional, siempre lo hizo como un hobbies, y ahora estaba con todas sus energías puestas en ganar cada una y todas las carreras.Ella se demostraría a sí misma, y a los demás que era una mujer fuerte y empoderada. Antes había dejado que sus padres la dominaran y regañaran para proteger a su hermana, Matt la había usado para levantar su empresa, y dos minutos después la defenestraron y la dejaron tirada en un hospital acusada de algo que no hizo.En la fiesta Vincenzo socializó con todos los presentes. Muchos se acercaron a él para hacer negocios, incluso algunos traían a sus hijas que intentaban seducirlo descaradamente en cuant
Ella lo miró muy asombrada, no podía creer que le estuviera confiando ese tipo de cosas._ Vincenzo esto…esto…_ ella había comenzado a tartamudear, estaba muy asombrada y no sabía bien que decir._ Esa es mi verdad… Dana _ él se aclaró la garganta, ahora le tocaba hablar _ yo nunca pude sentir interés ni por mujeres ni por hombres…y créeme lo intenté. Todas me daban y me dan repulsión _ ella realizó un gesto contrariado, él la había besado unos días atrás _ todas menos tú, eres la primera mujer a la que puedo acercarme y la primera por la que siento deseo…_ ¡Ahhh! ¿Es eso? ¿Quieres sexo? _ ella estaba un poco molesta, eso no era lo que esperaba._ No…no estás entendiendo, no quiero sexo contigo, quiero todo contigo…_ respiró profundo y continuó _ quiero conocerte, quiero amarte, quero mimarte y también, ¿por qué no?, tener hermosos bebes juntos. Por supuesto todo a su tiempo _ cerró él._ Todo esto es muy hermoso, tus palabras son súper tentadoras, pero te olvidas de un pequeño detal
Esa noche puntual Vincenzo llegó a cenar al lugar acordado. El edificio era antiguo, estaba muy deteriorado y la zona era una de las más peligrosas de la ciudad. Él estaba bastante desconcertado al ver el lugar en el que ellas vivían. No le gustaba, no le gustaba nada de nada.Con el mayor disimulo del que fue capaz ingresó al humilde hogar. No era la falta de lujo el problema sino lo pequeño, descuidado y peligroso que era realmente vivir en ese lugar.A pesar de esto, ni bien ingresó pudo sentir esa sensación de hogar que no había experimentado reamente nunca en su vida. Suspiró profundo sintiendo el delicioso aroma de la comida. Sí, era como sentirse en casa, calor de hogar.Miró a su hermosa Dana y sonrió satisfecho. No era el lugar, eran las personas lo que lo convierten en un hogar. Sin dudarlo mucho tomó su mano y se acercó a dejar un beso en sus labios. No sabía muy bien cómo actuaría Dana, pero él sentía ganas y lo hizo._ Buenas noches señor Corpa _ la voz suave, pero firme
_ Fue nuestra primera opción _ reconoció uno de los ingenieros, la vimos correr y creímos que era perfecta hasta que el señor Copra encontró a Dana, ella es simplemente perfecta.Esas palabras salieron como un suspiro y el joven se ganó una mirada con molestia de su jefe._ Tú limítate a hacer bien tu trabajo y no se te ocurra mirar de más a nuestra corredora _ la posesividad del hombre había salido a flote y todos guardaron silencio asustados, ya que cada uno de esos hombres pensaba lo mismo, no solo era excelente corredora, sino que también muy hermosa. La mujer perfecta para todos quienes la admiraban en gran manera.Mientras estaba distraídos pensando en Dana, la sindicada recibía un nuevo embiste de su contrincante. Un gran insulto salió de su boca, a ese le siguió otro y otro más. Solo una vuelta, quedaba para terminar._ Maldita sea, tengo un problema con la dirección, con el último golpe esta endemoniada logró dañarla. Intentaré llegar a la meta, pero no estoy segura de lograr
Vincenzo ignoró completamente los berrinches de su esposa y se fue desesperado para conocer el estado de salud de Dana. Ella parecía estar bien, pero él no se confiaba, quería verla y saber que todo estaba perfecto. No estaba para nada preocupado por el escándalo que había ocasionado su esposa. Maldecía la hora en la que se casó con esa mujer, si no fuera por su abuelo jamás lo habría hecho._ ¿Dana estas bien? _ preguntó el hombre que ingresaba preocupado al lugar._ Sí, solo estoy furiosa Sirena es un maldita _ ella se encontraba sentada en uno de los sillones del vestuario y tenía los ojos cerrados intentando contener las lágrimas.Él se acercó a ella de manera sigilosa y se agachó para estar a su altura. De esta manera acarició dulcemente su mejilla, haciendo que ella lo mirara, y lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas._ Vin…te fallé…no lo logré _ dijo ahora mirándolo a los ojos._ No mi muñequita, no me fallaste en absoluto, todo lo contrario demostraste que eres la mejor _