Una sola frase, cargada de sarcasmo.Uriel tenía una expresión juguetona mientras miraba a Xavier.—Jaja, parece que tienes mucha confianza en ti mismo.Xavier sonrió levemente.—Yo siempre he tenido confianza en mí mismo, a diferencia de algunas personas que necesitan recurrir a la intimidación par
—Señor Hugo, los dos ya se fueron.Respondió Uriel al señor Hugo con total indiferencia en su tono.—¿Se fueron?Hugo se quedó atónito: —¿Cuándo se fueron?Esa vez, vino específicamente para disculparse con el señor Chiva y la señorita Uriarte. Antes de salir, ¡el jefe le dio innumerables advertenci
La sala entera quedó repentinamente en completo silencio, sin un solo murmullo. Todos miraban al señor Hugo con asombro y temor en sus ojos. ¿Qué... qué estaba pasando aquí realmente?—¿Están todos sordos? ¡Maldición, les dije que fueran y trajeran al señor Chiva y a la señorita Uriarte de vuelta!E
Triana, enfurecida, gritó con fuerza y detuvo a Xavier.—¿Tienes algo más que decir?Xavier miró a Triana indiferentemente.—Xavier, ¡te advierto que no te pases de la raya!La voz de Triana era aguda.—¿Pasarme de la raya?Xavier no pudo evitar reírse graciosamente. Sin embargo, no le sorprendió qu
Después de la ira, Uriel y Triana se calmaron rápidamente. Se dieron cuenta de que la identidad de Xavier no era tan simple como se lo imaginaban…—Triana, ¿no dijiste que ese tipo era un inútil?Uriel frunció el ceño y le preguntó en voz baja.—Sí, cariño, ese tipo es un inútil. ¡Ha sido un amo de
—Sonia, realmente envidio que hayas encontrado a un novio tan excelente.—De todos modos, ¿cómo se conocieron?En la sala privada, Ana y los demás preguntaron muy curiosos.—Eh… Puede que hayan malinterpretado. Xavier no es mi novio, solo somos amigos normales. Sonia, con la cara sonrojada, miró a
Triana se sorprendió muchísimo, no esperaba que Xavier le permitiera seguir hablando. Sin embargo, ¡eso demostró aún más que él había hecho algo deshonesto! Pensó para sí misma. Triana se sintió más tranquila, y su voz ganó aún más confianza. —Escúchenme, por favor. ¡No se dejen engañar por las art
—¡Hermano!Hugo inmediatamente dejó de mostrar su actitud dominante y miró respetuosamente hacia la puerta del reservado.—¡Señor!Sus secuaces también mostraron un gran y absoluto respeto.—¡Señor Zumbado!Ana y las demás temblaron ligeramente, revelando una profunda reverencia en sus miradas.—Hmm