—¿Traer un batallón?—¿No lo escuché mal, dijo que iba a traer un batallón? ¿Y que estarían completamente armados?—¿Quién se cree que es? ¿Un coronel?—Jeje, ¡parece que está tratando de fingir! Al escuchar que Xavier iba a traer fuerzas militares de un batallón a Santavilla, los miembros de la fa
—¡Coronel García!Los miembros de la familia Minguez miraron al hombre vestido con uniforme militar con caras pálidas, temblando violentamente. No podían creer que Xavier realmente hubiera traído un batallón del Distrito Militar de Santavilla, ¡e incluso al propio Coronel García! ¿Cómo podía ese muc
—¿Papá, deberíamos contarle esto al señor Fernández?Andrés miraba a su padre con el corazón acelerado.En este momento, parece que solo la intervención de la familia Fernández podía resolver eso sin problemas.—¿Quieres morir? —respondió Alejandro con una mirada feroz hacia Andrés. —Si el señor Fe
—Señor Chiva, veo que los miembros de la familia Minguez están todos llenos de malas intenciones —le advirtió David en la entrada de la mansión.—Lo sé —respondió Xavier con indiferencia.—Entonces, ¿por qué les está dando tres días de tiempo? —David no lo entendía.—Porque en este momento, la famil
—¡Esta tropa, realmente la mandaste tú!Teresa se tapó la boca, casi incapaz de articular palabra por la sorpresa, respiró profundamente con fuerza. Después de un rato, logró calmarse un poco. Pero su mirada seguía llena de asombro: —Xavier, ¿quién eres realmente para que incluso un teniente corone
—¿Por qué, Triana? ¿Por qué me estás haciendo esto? Llevamos casados cinco años, ¿es que no fui lo suficientemente bueno contigo? ¡¿Por qué te acostaste con otro hombre a mis espaldas?!En la villa, Xavier tenía los ojos enrojecidos mientras cuestionaba en voz alta a la atractiva mujer alta frente a
Ante el imponente escenario que tenía delante, Xavier mantuvo la calma y no mostró mucha sorpresa.—¡Bienvenido, señor Chiva!Todos saludaron al unísono.—Umm.Xavier asintió con la cabeza y se sentó en el coche.Al mismo tiempo, presionó el botón de respuesta de su teléfono.—¡Señor!De inmediato,
Esta vez, no se lo llevó consigo.Porque en su corazón, ya no quedaba ningún apego.En cuanto a las cartas de amor que estaban junto al prendedor para el cabello, decidió dejarlas. A él le daba igual si Triana las viera, después de todo, ya estaban divorciados.En el futuro, no tendrían oportunidad