LUCACuando finalmente logramos alejarnos y aseguramos que nadie nos siguiera, nos dirigimos a un callejón más cercano que quedaba cerca de la tienda del anciano.—Dejémoslo por ahora aquí —propuse después de revisar la zona y comprobar que era seguro.—Sí que pesa el canijo —se quejó Alan, luego de ayudarme a depositar el cuerpo inerte en el suelo.Me decidí por un espacio donde nadie iba a fisgonear. Detrás de unos contenedores de basura, entre cartones y plásticos, lo acostamos abajo de todos esos desechos.—Cúbrelo bien, que no quede ninguna zona de su cuerpo al aire libre.—¿Quieres que muera asfixiado entre tanta porquería? —inquirió Alan, con tono sarcástico. Le lancé una mirada por encima del hombro, con una ceja levantada.—Cierto, el maldito sobrevivió a un ataque explosivo y luego recibió un balazo cerca de su jodido corazón. Y sigue respirando, el desgraciado. Como si en verdad mereciera estar en la tierra.Ninguno de nosotros podía explicar cómo había resistido tanto, per
LUCA—Primero lo sacaremos de este jodido país —dije finalmente. —Y luego trataremos de entrar a Italia.—¡¿Estás loco?! —exclamó. —Lo que te sugerí es bueno, pero irnos a meter a la boca del león, no creo que sea la mejor opción.—¿Entonces qué propones? ¿A dónde lo llevaremos si cambiamos los planes?—Llevémoslo, a Rusia, a Oymyakon.Fruncí las cejas mientras lo miraba.—¿En qué momento te golpeaste la cabeza? ¿Estás idiota o qué? Quieres que lo lleve directo a su fosa y nosotros con él. Es territorio de la Bratva, la zona más protegida por los soldados.—Eso todos lo saben —replicó mientras hacía un movimiento sin importancia con su mano.—Entonces eso quieres, ¿que nos asesinen sin dejarnos dar batalla? No me entregaré.—Nadie está diciendo que nos vamos a entregar.—Pues tu recomendación así fue como se entendió, y si no es así, explícate bien.—Tú tienes gente en Oymyakon. Hombres fieles que le sirvieron a tu padre, si les dices que vamos para allá y les pides que te ayuden a bu
Alan bufó, pero obedeció, inclinándose para retirar la manta que cubría a Dante. Su cuerpo estaba inerte, el rostro pálido y marcado por un rastro de sangre seca. La visión me provocó un nudo en el estómago; este hombre era un recuerdo constante de lo que habíamos perdido en nuestro intento de librarnos de la Bratva y encontrar algo de libertad en un mundo dominado por alianzas y traiciones.Finalmente, mi móvil vibró en algún rincón de mi túnica. Lo saqué rápidamente y vi el mensaje de Vang en la pantalla:“¿Ubicación?”Tecleé de inmediato la ubicación aproximada, evitando detalles exactos por seguridad. Vang había sido uno de los pocos en los que mi padre confiaba plenamente y sabía que en Oymyakon tenía un refugio seguro. Sin embargo, movernos hacia Rusia implicaba muchos riesgos. Aún así, el tiempo corría en nuestra contra y necesitábamos salir del país cuanto antes.—Ya contacté a Vang —le informé a Alan—. Pero el paso seguro a Rusia no estará listo hasta dentro de al menos un dí
El interior del avión era austero, era diseñado para llevar solo carga, no pasajeros, así que no tenía nada de lujoso. No me costó nada acomodarme en el, estaba acostumbrado a este tipo de espacios. Nos ubicamos en la parte trasera, con Dante aún cubierto por la lona; su cuerpo se mantenía inerte.Alan se dejó caer en el suelo justo a lado mío, soltando un suspiro pesado. Pasó una mano por su rostro, limpiando las huellas del sudor acumulado durante la frenética salida.—¿Y ahora qué? —preguntó, su tono agotado pero teñido de curiosidad.Miré por la pequeña ventana, observando cómo el desierto se alejaba poco a poco, transformándose en un horizonte amplio y vacío. Era la primera vez en horas que podía respirar sin sentir el peso constante del peligro, pero sabía que eso no iba a durar mucho tiempo.—Ahora seguimos el plan que ambos acordamos —respondí, con una calma que no sentía realmente—. Llegaremos a Oymyakon. Desde allí, podremos reagruparnos y decidir qué hacer. Vang tiene conta
Llegamos a Oymyakon. Vang nos había llevado a un campamento apartado, un lugar donde solo estaba su equipo. Hasta ahora, este era el sitio más seguro al que podíamos aspirar. Estábamos muy lejos de cualquier base militar rusa, lo que significaba que ningún soldado podría encontrarnos fácilmente ni alertar a la Bratva de la presencia de intrusos que, sin duda, serían considerados una amenaza para ellos.Sabía que Serguéi estaba pisándome los talones. No hacía falta que me lo dijeran; desde el momento en que sacamos el cuerpo de Dante de aquel lugar, todo comenzó a irse a la mierda. Cada paso que dábamos parecía empujarnos más cerca del borde del abismo.¿Y todo esto para qué? Esa pregunta seguía rondándome la cabeza, una respuesta que aún no tenía. Solo esperaba que el plan que Alan había propuesto funcionara como él aseguraba. De lo contrario, ambos terminaríamos enterrados bajo esta tierra helada y cubierta de nieve, sin dejar rastro.Ahora lo siguiente era contactar a la gente de Da
Alan estaba sentado frente a mí, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, claramente molesto.—¿Por qué diablos le diste nuestra ubicación exacta a ese jodido italiano? —me espetó, rompiendo el silencio que había entre nosotros. Su tono era cortante, casi acusador.Lo miré fijamente, manteniendo la calma que sabía que él no tenía en este momento.—Porque era la única forma de que viniera —respondí, con un tono más frío del que pretendía. —Además, es él quien nos sacará de este lugar, ¿lo has olvidado?Alan negó con la cabeza, su frustración evidente.—Si recuerdo el maldito plan. Pero, ¿y si nos traiciona? ¿Y si le dice a la Bratva dónde estamos? No es como si pudiéramos confiar ciegamente en este hombre. Suspiré, inclinándome hacia delante.—Eso no va a pasar, Alan —dije, firme pero tranquilo. —Recuerda que la Bratva también quiere a Dante muerto. Si llegan a dar con nosotros, no solo acabarán con nosotros, sino también con él. Rizzo no correría el riesgo de perder a su líder. E
Bienvenidos a esta historia de deseo y amor prohibido.Deseo Prohibido es el primer libro de la saga "Dominio Ruso" podría decir que es una historia independiente y no es necesario leerla o leerla en orden con la trilogía "Infierno" sin embargo, para entender algunas cosas si lo es. Y es necesario leerla toda hasta el final porque algunas cosas saldrán en la saga "Legado De Sangre" más en el segundo.Recuerden que el contenido que escribo es ficticio, solo inventado por mí, algunas son sacadas de mi imaginación y unas que otras investigadas, pero nada de lo escrito aquí es real. La historia tiene contenido adulto y lenguaje ofensivo, también algunas escenas fuertes.***ANYAHabía cumplido dieciocho años cuando mis padres me vendieron a un hombre mayor, obligándome a casarme con él y ser su mujer.Para mí la vida terminó desde ese día, ya nada sería igual. Desde que pusieron a ese hombre en mi vida comencé a conocer el verdadero infierno, y no es que no lo hubiese conocido antes, pe
ANYA5 años antes.—¡Anya!—grita Narkissa, al entrar a mi dormitorio, me di cuenta de que estaba molesta —¡¿Cómo demonios es que dejaste que te vendieran con ese monstruo?!Nadie comprendía que era algo que yo no podía evitar, tenía que aceptarlo y ya. Jamás me dieron la opción de elegir y la verdad no sé si la quería o no. Salirme de este encierro y entrar a otra cárcel venía siendo lo mismo, solo que con un hombre a lado mío, uno que es un desconocido para mí. —Sabes que no tengo voz ni voto en esto —digo en un tono triste y pesado. Estaba haciendo mi último equipaje, la mala noticia ya me la habían dado y solo me quedaba hacer esto, para marcharme para siempre de esta jaula de oro y entrar a otra.—En que siglo creen que vivíamos. Mis tíos no pueden hacerte esto, me rehusó a que te vayas con ese monstruo. —Para ellos así será, ellos son los quedan las órdenes. Narkissa se acerca y me arrebata las prendas de ropa que tenía entre mis manos. —¡Por Dios no seas estúpida! -me quede