William Becket:¨ Me han secuestrado … ¨Capítulo 84:Hace dos días que no tengo noticias de Ellie. Dos días en los que siento como el mundo se me cae encima y con él, el peso de los problemas.Sé que eso fue lo que le pedí, que dejara de llamar o enviar mensajes, pero al ver que ha acatado mi deseo me sienta fatal. Supongo que es porque en realidad, no le intereso lo más mínimo si al fin y al cabo ya cumplió su venganza. Sé lo estúpido que suena, que después de todo, yo siga pensando en ella a cada instante, pero no puedo evitarlo.El bufete está levantando ligeramente. Hemos implantado nuevas medidas que están haciendo efecto. Al menos no hemos tenido que lamentar más bajas de los clientes ya establecidos. He ido a ver a mi padre a la cárcel, pero se niega a verme. Tengo cientos de preguntas sin respuestas, sin embargo él no me ayuda a resolverlas. El investigador privado me consiguió una tarjeta de acceso al club que salía en las fotos. Al parecer se la robó a uno de los clientes.
Capítulo 1: Cada decisión que tomamos, marca un antes y un después en nuestra vida. Ha llegado el momento de tomar mi decisión. No es, desde luego, la más fácil ni la más cómoda; todo lo contrario, sé que me resultará demasiado difícil ejecutar mi plan, pero tengo un gran motor impulsor que me hace levantar el mentón y creer que sí es posible. Fueron demasiadas noches en vela y días mirando un punto fijo en la nada. Sé que ha pasado tiempo. Sé que debería superarlo, pero hay algo que me lo impide. Y ese algo es mi sed de venganza. La decisión está tomada. Ya estoy aquí, y debo enfrentarme a ella. Quiero hacer que paguen por haber arruinado mi vida y la de mi familia, y no tendré piedad a la hora de lograrlo. Miro una última vez mi libreta de apuntes antes de guardarla en mi bolso. Cada diálogo está planeado, cada gesto y cada movimiento premeditado. - Todo saldrá bien – comenta mi mejor amigo, Edward. Como siempre, sabe leerme el pensamiento. – Confía en ti misma. Sé que te re
Capítulo 2:Sin siquiera cambiarme de ropa, salgo del edificio y comienzo a caminar despacio, tomando el rumbo que seguirá el auto de William. Lo he visto hacer el mismo recorrido cada viernes en la noche. Apenas he caminado media cuadra cuando veo dos hombres parados en el callejón fumándose un pitillo. Sonrío al verlos, han llegado puntuales. Les he pagado por adelantado así no tendré que volver a verlos después de hoy.Al verme, ambos enderezan la espalda y asienten con la cabeza en señal de aprobación. Votan el cigarrillo y se me acercan de forma maliciosa. El chico más alto rasga la manga de mi uniforme mientras que el otro me rodea con sus brazos por la espalda.Un Ferrari se detiene a nuestro lado. Aún no lo he visto, pero sé que es el de William por lo que grito pidiendo ayuda.- ¡Suéltenla! – grita él golpeando en el rostro a uno de los chicos. Inmediatamente, ambos hombres se van corriendo con rapidez, William intenta seguirlos pero lo detengo aguantándolo por el brazo.-
William Becket:¿Qué yo hice qué?Capítulo 3:Un ruido lejano intenta arrastrarme de mi sueño profundo, pero es imposible, aunque lo intente, no puedo (ni quiero) abrir los ojos. Estoy incómodo, pero me da igual. Estoy muy cansado, solo deseo dormir. Alejo todo pensamiento y comienzo a nadar de nuevo entre las olas de Morfeo, cuando un fuerte ruido me hace abrir los ojos de golpe y lo siguiente que siento son trozos de cristal bañando mi brazo izquierdo. ¿Qué sucede? Una chica de cabello rojo abre la puerta del auto y me examina con cuidado de no haberme hecho daño. Está hablando y haciendo preguntas, pero no consigo responderle. Estoy aturdido, no sé dónde estoy ni qué hago aquí. Llevo mis manos a la cabeza para de alguna forma aliviar un poco el dolor de la zona.Me incorporo en el asiento y siento como todo el cuerpo me duele, como si hubiera recibido una gran paliza. Miro alrededor y nada de lo que observo me parece conocido. Mi camisa ha desaparecido y mi brazo ahora tiene peq
William Becket:"Estoy en problemas"Capítulo 4:Corro escaleras arriba, subiendo los escalones de dos en dos. Ni me molestaré en esperar el ascensor. Todo esto tiene que ser un malentendido.Llego a la oficina de mi padre, su recepcionista intenta detenerme, pero yo sigo avanzando y abro la puerta de golpe. Mi padre, quien le sonreía al señor Jhong, cambia el gesto, me mira con disgusto y esa expresión suya que me indica que la he cagado.Me sorprende encontrarme a mi madre hoy aquí. Se acerca a mí y sin esperármelo planta una sonora cachetada en mi mejilla izquierda.¿A qué ha venido eso?¿Qué está pasando?- ¡Que sea la última vez que cometes una estupidez como esta! – exige mi madre con furia.Janette Becket, más conocida como ¨La diva del drama¨, es mi madre. Fue actriz antes de conocer a mi padre. Protagonizó una novela siendo muy joven, la cual tuvo gran audiencia y le proporcionó fama a nivel mundial. Luego, tras conocer a mi padre, este decidió que una diva como ella no tení
Ellie Jhonson: "Acepto la invitación" Capítulo 5: - Es él – le digo a Ed mostrándole la llamada que aparece en la pantalla de mi celular con el nombre de William Becket. - Contesta – asiente en mi dirección mi mejor amigo. – Recuerda hablarle de Hans, pero primero necesitas que se gane tu confianza. - Eso haré, pero tengo que encontrar el momento oportuno para hacerlo. Si me disculpan – me excuso, poniéndome de pie y saliendo a las afueras de la cafetería para obtener mejor privacidad. Una vez afuera, me apoyo en la pared, tomo una larga respiración y luego acepto la llamada. - ¿Diga? – mi voz sale titubeante y casi inaudible. No entiendo la razón de este nerviosismo si ya he hablado con él antes. Carraspeo la garganta y lo intento nuevamente con más tranquilidad: - Buenas tardes. - Hola – dice en respuesta y esa sola palabra hace que mi corazón lata a gran velocidad y una vez más no logro descifrar mi reacción. Se hace silencio al otro lado de la línea. Ninguno de los dos
William Becket:¨ Un tema complicado … ¨Capítulo 6:En mi vida he conocido a muy pocas mujeres que vistiendo de manera sencilla y sin apenas rastro de maquillaje lucen preciosas. Esta noche, frente a mí, tengo a una de ellas. Ellie se detiene a la salida del edificio y agradezco la oportunidad para admirarla con detenimiento. Lleva un vestido sencillo, es de color negro y finaliza en la cima de sus rodillas, lo acompaña con zapatillas deportivas que se encuentran un poco gastadas por el uso. Cualquiera pudiera pensar que carece de sentido del gusto y de la moda, yo la veo original y única. Su cabello está rizado en perfectos bucles que se esparcen por sus hombros y su espalda. Apenas está usando maquillaje y es esa naturalidad la que la hace tan hermosa esta noche. El rubor en sus mejillas resulta agradable y el color de sus ojos es algo confuso, pero me gustan.- Estás preciosa – le doy voz a mis pensamientos sin darme cuenta.- Gracias – creo ver que sus mejillas se sonrojan – Tú
William Becket:¨ Ella merece una explicación … ¨Capítulo 7:Estoy disfrutando bastante la noche, más de lo que inicialmente pensé. Me siento cómodo, como si la conociera de antes.- Ahora vienen los postres – le anuncio a Ellie, quien abre los ojos en asombro.- ¿Qué? Ni hablar. Con esto ha sido suficiente, siento que puedo reventar en cualquier momento.Sonrío ante su expresión. Se encuentra recostada al espaldar de su silla con una mano sobre su estómago, masajeándolo. Y tiene razón, hemos comido como si no hubiera un mañana, pero me alegra ver que lo ha disfrutado. Ha sido genial. Ella me daba a probar de su cubierto y yo del mío. Conversamos de temas al azar y de mi trabajo. Me sorprende lo inteligente que es. Escuchaba con atención mis palabras y hacía preguntas elocuentes, pareciendo verdaderamente interesada. - De acuerdo, hagamos algo. Pidamos un solo postre y lo compartimos.- Me gusta la idea – concuerda ella con una sonrisa sincera.- ¿Qué te apetece?- No sé. Algo que