-No, comprobé que está bien, respirando por si solo y acompañado de su secretaria principal, ustedes podrán cuidarlo no tengo la menor duda. Cuídese señora Santibáñez.-
Lo que vio fue suficiente, no quería ser influenciada por el cambio de humor de su ex esposo.
En cualquier momento recuperaría la cordura y volvería a tratarla como una basura.
Sería más doloroso para ella.
Dejó dinero para pagar su café en la mesa y se fue.
Temía una reacción violenta de su ex suegra.
Tomó un taxi sin dificultad en las puertas de la clínica. Ese era el fin de su relación con aquella familia.
El abogado entregaría los papeles de divorcio y su vida sería tranquila como los últimos meses que vivió en ese convento.
Seth y su familia le explicarían todo con más calma y el ritmo de los acontecimientos seguiría su curso natural.
Ella hizo lo correcto.
-Gracias por tomar mis clases del primer bloque.- le agradeció a una de hermanas del convento en el momento de retomar su jornada.
-No me agradezca, ¿ Su familiar está bien?-
-Sí, fue sólo un susto, su madre lo cuidará.- le dejó todo claro, tenían dinero para contratar personal para cuidarlo.
-¡Gracias a Dios! ¡Los accidentes de tránsito son tan peligrosos¡ -
-Él no fue el infractor, otro conductor no respetó la luz roja, problemas legales no tendrá.-
-¡ Por eso no me animo a manejar! ¡La gente es muy imprudente! La Madre Superiora insiste en que tome el curso de conducción pero me da pavor.- se quejaba la religiosa.
Mauro en verdad era un hombre bendecido.
Su auto último modelo, tenía todas las medidas de seguridad del mercado.
Reaccionó justo a tiempo, eso evitó que lo golpearan directamente.
Pero dio varias vueltas en el aire.
El traumatismo en su cabeza fue por eso.
No le reconoció. Le habló como si fuese otra mujer.
Cómo esa vez que lo conoció en la habitación de su abuela enferma. Le gustó lo respetuoso y cariñoso que se mostraba con Giulianna.
Esas palabras tristemente no describieron su vida matrimonial.
Diana esperaba que sus recuerdos volvieran.
Una semana pasó volando y revisaba la casilla de correo a diario esperando la notificación del tribunal del divorcio.
Desconocía si firmar el divorcio definitivo era la última etapa de la separación.
No estaría tranquila hasta no recibir la notificación de que su relación había terminado.
El asistente personal no trató de contactarla, Miller era un hábil abogado, debía tener todo ya finiquitado.
Hasta esa mañana.
Estaba en pleno taller de cuidados básicos cuando sus estudiantes dejaron de prestarle atención.
Las chicas se pegaron a las ventanas curiosas por los desconocidos visitantes.
-Señoritas… ¡Regresen a sus actividades! ¿Por qué el alboroto?-
Les reclamó con tono amistoso.
-Maestra, la madre superiora está con un hombre muy guapo ¡Venga a mirar!- le tomó de la mano una de las estudiantes.
-Ha de ser un nuevo profesor…-
Diana no pudo continuar su explicación, era inesperada la presencia de ese hombre en el colegio.
La Madre Superiora conocía parte de su historia, pero nunca le dio detalles de quien se trataba.
¿Qué hacía Mauro Santibañez en ese colegio?
¿Tenía algún convenio con el colegio para llevar estudiantes a práctica?
¿ Por qué realizaba esa visita él, si había personal encargado de las prácticas en la clínica?
Ella nunca mencionó que trabaja ahí ¿ Sería coincidencia?
Intentó mantener la calma frente al curso.
No podían enterarse de que era alguien familiar. Hizo lo posible por continuar con la clase.
Aunque habían momentos que su concentración no cooperaba, porque sus estudiantes sólo querían conocer al apuesto visitante.
Temía que en cualquier momento, tocaran la puerta del taller y pidieran su presencia en la oficina de la directora.
Sus manos estaban heladas por el sudor, los guantes de látex que usaba para la demostración cambiaron de color por dentro.
Necesitó cambiarlos un par de veces.
Decidió terminar la clase unos minutos antes, así tendría tiempo de inventar una excusa para retirarse y evitar el encuentro con Mauro.
Corrió a la sala de profesores y sacó su cartera del casillero.
Le explicaría todo a la Directora cuando estuviera más calmada.
Estaba dejando la sala cuando chocó con alguien vestida de religiosa.
-¡Perdón ! ¡Tengo algo urgente….- se disculpaba Diana sin mirar la cara de la religiosa.
-¿Qué es tan urgente Diana?- le preguntó con su voz tranquila la religiosa.
-Directora…. Sor Carla- ¿Justo tenía que ser la madre superiora?
Diana mantenía su campo visual ocupado con el rostro de la religiosa, tratando de hilar una buena excusa para ausentarse.
La religiosa no estaba sola.
-¿Puede esperar unos minutos eso tan urgente?- le solicitó con su voz más dulce.
-Sor Carla… es que…- levantó la vista y reconoció los hombros de su ex esposo.- …Doctor…-
-El Doctor Santibañez vino a buscarla hasta aquí…- se hizo un lado para abrirle paso al invitado.
-¿ Buscarme?.... - estaba estudiando sus palabras.
Mauro le miraba esperando su reacción. El hombre vestía semi formal con una camisa blanca a medida, los primeros botones del cuello sin abrochar y un pantalón de tela marrón de sastre. No era una simple coincidencia su visita. El señor dice que es tu esposo y que hay un asunto familiar muy importante que deben discutir.- ….- Su cabeza armaba oraciones en una velocidad desesperante, no podía hablar como siempre.- ¿ Qué asunto?- -Es algo personal.- agregó Mauro. -No tengo asuntos pendientes con el caballero.- respondió en un impulso. -Diana… ¡Cariño!- le llamó. -¿Cariño?- pestañeo asombrada. Nunca le llamó así en privado. Aparecieron algunos curiosos en el pasillo. Puso más nerviosa a Diana, provocaría comentarios esa última frase. -Madre Superiora, este hombre ya no es mi esposo, hace una semana él mismo llevó los papeles de divorcio hasta mi departamento.- -No es lo que yo recuerdo.- intervino Mauro. Su madre y el asistente ¿no le explicaron todo?- -Hay ciertos puntos
-¿Por qué no? ¡Ambos firmamos y no había error en su redacción!- se levantó de su silla ansiosa.-¡No necesitas alterarte! ¡Déjame darte una explicación!--¿Explicación? ¡Mauro, tu madre debió relatarte todo! ¡ Tu asistente también!- su voz comenzó a elevarse por la conmoción.- ¡Aunque no lo recuerdes, yo sí! -Mauro se acercó hacia ella y le sostuvo por los hombros, intentaba calmarla.-¡Diana…no te alteres…déjame hablar -le pidió con voz suave.--¡No me toques! ¡Aléjate!- Había olvidado lo fuerte que era, trató de empujarlo pero no lo movió ni un centímetro.-¿Qué ocurrió entre nosotros para que no quieras que te toque?--Cuando recuerdes todo, esto no te importará…- ¿Qué impide la entrega de esos papeles en tribunales? ¿Tu pérdida de memoria?-Es por eso mismo.--Tomamos la decisión antes de que pasara ese incidente.-sus hombros cayeron agotada.-Seth me explicó que el juez de familia rechazará nuestra solicitud de divorcio.-- ¿Por qué?? Cumplimos con el año de separación … ya no
-Prefiero que te quedes conmigo hasta que recupere la memoria.-¡¿Qué?! ¡No!--Si quieres que mi memoria regrese más rápido, te necesito a mi lado.-- ¿Ese es tu gran plan? Puedo contarte todo sin necesidad de volver a esa casa.--¿Por qué no quieres volver ahí?--Esa no es mi casa y me divorciaré de ti lo quieras o no. --Eres parte de mi familia, hasta que apruebe el divorcio un juez.-Para tu tranquilidad, en la clínica muy pocos sabían que era tu esposa, si te preocupan los chismes.--¿No sabían que estábamos casados?--Tenía prohibido usar tu apellido y menos decirle a tu secretaria que era tu esposa.--¿Era para que pudieras trabajar sin problema?--No.--¿Siendo mi esposa no podrías trabajar como enfermera en el recinto?--No. Sólo no querías hacer oficial el matrimonio…tampoco….deseabas que cierta mujer supiera de eso.--¿Qué otra mujer?-¿Tampoco la recuerdas a ella?--¿A quién debo recordar?--¿Adelaida no te suena?--¡Ady? …. pero eso es pasado, ella terminó conmigo.- dijo
Diana se escondió en una de las salas vacías del colegio. Evitó los lugares con público habilmente, no quería preguntas de su relación con el visitante. Ya no le importaba ser maleducada. Unos veinte minutos más tarde, la madre superiora le encontró. -Imaginé te podría encontrar por aquí.- prendió la luz. -Sor Carla… le pido disculpas por mi comportamiento… fue inesperado que él…- -El señor ya se marchó - le informó tranquila.- ¿Resolvió su problema? -No puedo ayudarlo, debe solucionar su problema solo.- Se despidió rápidamente y le dejó solo. Mauro quería seguir hablando pero ella estaba cansada de su insistencia. -¿ Fue quien se accidentó hace un par de semanas?- -Sí, disculpe si no le dije todo…- -No estás obligada a confiarme tu historia. .- -Era mi esposo, no estaba equivocado, el embarazo que perdí… era su padre…- La religiosa le contemplo como si hubiese adivinado su relación. -Se tomó la molestia de venir hasta aquí, para él sigues siendo su esposa ¿e
-Mi familia no me quiere, son más felices sin tener que ver conmigo.- comentó desanimada. Vio el anillo de bodas en su dedo anular. -¿Su esposo no la está buscando?- -Olvidé quitarlo, me separé hace poco.- lo arrancó de su dedo con facilidad y lo guardó en el bolsillo de su cárdigan desgastado.- Lo lamento.- -No hay nada que lamentar… no fue un matrimonio bendecido.- levantó los hombros.- Hago muchas preguntas porque me preocupa tu estado de salud ¿Estabas hospitalizada?-- Entiendo que sospeche de mí, estaba en la clínica, pedí mi alta voluntaria, no tenía dinero para seguir ahí.-- No estás recuperada del todo.-- Lo sé, cuando pedí el alta lo hice de forma impulsiva, creí poder encontrar una solución fuera de la clínica, pero perdí todos mis documentos personales, no tengo como pagar un lugar donde dormir.-- ¿Cómo perdiste todo?- La chica estaba más pálida que al principio, se masajeo las sienes cansada.- Me asaltaron la semana pasada, me golpearon y quitaron todo, por eso
La religiosa le autorizó a tomarse la tarde libre para procesar lo sucedido con su esposo.Miraba la pantalla de su celular, estaba intranquila, pues sabía que en cualquier momento Mauro la contactaría.Todo esto ocurrió por su falta de carácter, sólo vivía las consecuencias de sus actos.Ojalá fuera suficiente contarle su versión de la historia y no continúe con la idea de llevarla a vivir con él.Regresar a esa solitaria y fría mansión sólo le traería desgracias.Esa tarde se comunicó con su psiquiatra, la doctora que le atendió ese día en el convento, era especialista en psiquiatría y atendía como médico general para las novicias y otros empleados del convento Santa Marta.Le pidió una atención extra esa misma noche.-¿Tu esposo no se quiere divorciar?--Así es.--¿Cómo te sientes al respecto?-- Frustrada, lo único que quería era cortar relaciones con él, contaba los dias para que se cumpliera el plazo y poder ser una mujer soltera, pero lo de su accidente fue algo inesperado, ¡J
-Hola, soy Diana ¿Quién llama?- preguntó al contestar.-Soy yo, Mauro, siento la hora.--Eres tú… ¿por qué me llamas tan tarde?-Se escuchó como una llamada de atención, trató de calmarse antes de continuar.- Espero no sea algo malo.-No pude hacerlo antes, no sabía que decirte.--Habla.- lo presionó para terminar esa conversación.-Estoy abajo de tu edificio... ¿puedo subir?-Diana creyó escuchar mal y asomó la cabeza por su ventana.Su departamento estaba en el tercer piso, no tuvo dificultad en reconocer al hombre frente al portal de su condominio.Le saludó con la mano.-¿Qué te dice que te dejaré subir?--Soy tu esposo ¿me dejarás tirado en la calle?--Puedes llamar a tu chofer y vendrá por ti.--Salí sin mi chofer, pedí un taxi.--¿Tu madre te dejó salir así convaleciente?--No vivo con mi madre y no soy un adolescente para pedir autorización o decir donde voy.--Tuviste un accidente hace menos de una semana, deben estar preocupados.--No me iré sin ti.--¿Bromeas?--No, estoy
- ¿Ella te dio esa idea?-- No quería que te casaras con Adelaida, por eso me dio la opción de casarme contigo y de esa forma perdonaría mi error.- ¿Yo nunca lo supe?-- Te enteraste prácticamente al final, le prometí que no te lo diría, en el fondo ella esperaba que te encariñaras conmigo y que me eligieras al final....pero fue un pésimo plan.-- ¿Por qué fue tan malo?-- Porque te sentiste traicionado, creíste en la versión de mi padre y como no podía decir la verdad porque involucraba a tu abuela no pude más que acostumbrarme a que me trataras como un enemigo.- Debí estar muy enojado.-- No pude recuperar tu confianza, limpiar mi nombre fue inútil, la única que creyó en mí fue la abuela, cuando se cumplió el año, te devolví todo, firmé el acuerdo de separación y me marché. Quise muchas veces pedirte perdón, pero no quisiste escucharme.-Hay partes en esa historia que no encajan, Si era un matrimonio de papel, ¿por qué tendríamos un hijo?--Fue un error, un descuido, llegaste una