Le ayudó a cubrirse con las mantas y salió con el asistente.
-Regresa pronto.- le pidió con una expresión de cachorro sumiso que desconocía.
Ya en la sala de visitas Diana pudo desahogarse.
-¿Qué pasa con Mauro? Ese no es él.- estaba asustada por su comportamiento.
-Es por el trauma, eso me informó el neurocirujano, sus recuerdos regresaran poco a poco.-
-Mauro nunca fue así de afectuoso…¿le dijo la verdad de nosotros?-
-No he tenido tiempo, lo primero que hizo al despertar fue preguntar por usted.
-Si es algo temporal, lo mejor es que le hablemos con la verdad.-
-No sé si sea lo más adecuado.-
-Hablaré con el médico, usted vuelva con él.
Logró que el médico le diera algunas pistas de lo que ocurría con Mauro.
El golpe afectó su memoria parcialmente, lo cual mejoraría con el paso de las horas o días, Diana le contó la situación entre ambos y que le complicaba que esto entorpeciera el divorcio de ambos.
Su indicación fue decirle la verdad dentro de lo posible, evaluando su reacción.
El problema para Diana era ¿cómo decirle la verdad sin provocarle una descompensación?
Sin embargo, no era una persona relevante en la historia de Mauro, lo que le dijera no sería trascendental en su vida.
Lo intentaría al regresar a la habitación.
-¿Qué le recomendó el doctor?- preguntó atento el asistente.
-Tarde o temprano se enterará de la verdad, me autorizó a que hablara pero debía cuidar mis palabras.
-Dejen de hablar como si yo no estuviera.- les reclamó Mauro.- No me vuelvo invisible con la bata de la clínica.-
Se mostraba irritado por la cercanía e interacción del asistente con ella.
-Lo sabemos señor, le pido disculpas.- se alejó de Diana notando la expresión poco amigable de su jefe.
-¿De qué verdad voy a enterarme? -presionó al sentirse excluído de la conversación.
-Sobre nosotros.- intervino Diana- Tengo que aclarar algo.
Se colocó frente a él
-¿Cuando llegaremos a casa?-
-No es eso.-
-¿Sigues delicada de salud?-
-¿Cómo? ¿Por qué?-
-Sé que perdimos a nuestro hijo hace poco… ¿por eso te ves tan frágil?-
Diana se quedó fría.
Eso confirmaba completamente que el golpe en la cabeza lo había afectado.
-¿Qué recuerdas de eso?-
Sólo que lo perdiste, pero no quiero que te culpes por eso, ambos somos responsables y estoy seguro que podremos intentarlo.-
-¿Intentarlo?-
-Es usual que se pierda el primer bebé, ambos somos jóvenes y podremos tener más hijos.- le tomaba las manos con cariño.- Pediré dos semanas de vacaciones, te llevaré a la casa en la playa.
-Más hijos… ¿Casa en la playa?- No sabía que tenía una
Eran las palabras que esperaba escuchar, pero si fuesen una pareja real.
-Tengo una que no voy a visitar hace años.
-No podemos Mauro.- se alejó, casí cae en sus encantadoras palabras.
-¿Por qué no?- preguntó desanimado.
Diana miró al asistente para que se preparara para las siguientes palabras.
-Porque ya no estamos juntos.- trató de decirlo con voz suave.
-Estamos casados…- insistió Mauro.
-Estábamos casados, nos separamos hace un año.-
-¿Qué?-
-Producto del accidente, tus recuerdos estan un poco confusos, pero nosotros no somos una pareja real.
-¿Qué broma es está Seth? No pude olvidar algo así.-
-Lo que dice la señora es verdad, ustedes, ya no están juntos.-
La expresión de Mauro era de completa devastación.
No sabía que tan afectada estaba la memoria de Mauro con el golpe.
-Anoche fuiste a mi departamento para que firmáramos el divorcio definitivo, hoy tu abogado llevaría los papeles al tribunal de familia.-
-¡No puede ser! ¿Por qué me iba a divorciar de ti?-
-Porque no me amabas, tú quieres a otra persona, nos casamos sólo para recuperar tu empresa.-
-¿Lo que dice es real, Seth?-
-Ella no miente señor.-
-Realicé todos los trámites que me solicitaron, el resto puede manejarlo usted señor secretario, todavía en los registros aparezco como tu esposa, necesitaban que autorizara ciertos procedimientos y por eso vine, me alegra que estes a salvo y sólo deseo tu pronta recuperación. - se giró la chica para retirarse.
-¡Diana no te vayas!- le gritó Mauro.- …¿Por qué actúas tan fría si estoy convaleciente?-
-Lo que recuerda de mí es incorrecto, entre menos hablemos será lo mejor para usted.-
-Quiero que te quedes unos minutos más…-
-Su asistente puede darle detalles, pero no teníamos una buena relación, por eso se acabó, me esperan en mi trabajo.-
-Pero por algo nos casamos, no tomo esas decisiones tan a la ligera.-
No quería encontrarse con los otros miembros de la familia.
Podrían culparla del accidente, pues fue la última persona que vio antes del choque.
Esas mujeres no dudaban en abofetearla, pues no la veían como un ser digno de respeto.
-No puedo quedarme más tiempo, en verdad deseo que su estadía en la clínica no sea tan larga y vuelva a sus actividades pronto.-
Cerró la puerta tras de sí y no quiso mirar la expresión de ninguno.
Para su mala suerte, esas mujeres que no quería ver, ya estaban en la sala de visitas-
De reojo reconoció la figura de la madre de Mauro, también su cuñada.
El médico les debió poner al tanto de la condición actual de Mauro y que había decidido contarle la verdad.
Hizo lo moralmente correcto, lo que le pidieron como su esposa, no quería involucrarse más.
No la veían hace un año, les costaría reconocerla, pero el tratante le hizo participar en su explicación mencionando que gracias a su pronta llegada, los exámenes y tratamiento fueron oportunos.
Quiso marcharse antes de darles la oportunidad de buscarla, pero su suegra no dudó en dejar al médico y su hija por perseguirla.
Por eso ahora se encontraba en una cafetería con ella.
Le agradezco el café, ojalá su hijo recupere pronto la memoria.- sacó unos billetes de su cartera y los dejó en la mesa. - Pedí permiso en mi empleo sólo por unas horas.- se retiró de su silla.
-¿No te quedarás a cuidarlo?-
-No, comprobé que está bien, respirando por si solo y acompañado de su secretaria principal, ustedes podrán cuidarlo no tengo la menor duda. Cuídese señora Santibáñez.- Lo que vio fue suficiente, no quería ser influenciada por el cambio de humor de su ex esposo.En cualquier momento recuperaría la cordura y volvería a tratarla como una basura.Sería más doloroso para ella.Dejó dinero para pagar su café en la mesa y se fue.Temía una reacción violenta de su ex suegra.Tomó un taxi sin dificultad en las puertas de la clínica. Ese era el fin de su relación con aquella familia.El abogado entregaría los papeles de divorcio y su vida sería tranquila como los últimos meses que vivió en ese convento.Seth y su familia le explicarían todo con más calma y el ritmo de los acontecimientos seguiría su curso natural.Ella hizo lo correcto.-Gracias por tomar mis clases del primer bloque.- le agradeció a una de hermanas del convento en el momento de retomar su jornada.-No me agradezca, ¿ Su fami
Mauro le miraba esperando su reacción. El hombre vestía semi formal con una camisa blanca a medida, los primeros botones del cuello sin abrochar y un pantalón de tela marrón de sastre. No era una simple coincidencia su visita. El señor dice que es tu esposo y que hay un asunto familiar muy importante que deben discutir.- ….- Su cabeza armaba oraciones en una velocidad desesperante, no podía hablar como siempre.- ¿ Qué asunto?- -Es algo personal.- agregó Mauro. -No tengo asuntos pendientes con el caballero.- respondió en un impulso. -Diana… ¡Cariño!- le llamó. -¿Cariño?- pestañeo asombrada. Nunca le llamó así en privado. Aparecieron algunos curiosos en el pasillo. Puso más nerviosa a Diana, provocaría comentarios esa última frase. -Madre Superiora, este hombre ya no es mi esposo, hace una semana él mismo llevó los papeles de divorcio hasta mi departamento.- -No es lo que yo recuerdo.- intervino Mauro. Su madre y el asistente ¿no le explicaron todo?- -Hay ciertos puntos
-¿Por qué no? ¡Ambos firmamos y no había error en su redacción!- se levantó de su silla ansiosa.-¡No necesitas alterarte! ¡Déjame darte una explicación!--¿Explicación? ¡Mauro, tu madre debió relatarte todo! ¡ Tu asistente también!- su voz comenzó a elevarse por la conmoción.- ¡Aunque no lo recuerdes, yo sí! -Mauro se acercó hacia ella y le sostuvo por los hombros, intentaba calmarla.-¡Diana…no te alteres…déjame hablar -le pidió con voz suave.--¡No me toques! ¡Aléjate!- Había olvidado lo fuerte que era, trató de empujarlo pero no lo movió ni un centímetro.-¿Qué ocurrió entre nosotros para que no quieras que te toque?--Cuando recuerdes todo, esto no te importará…- ¿Qué impide la entrega de esos papeles en tribunales? ¿Tu pérdida de memoria?-Es por eso mismo.--Tomamos la decisión antes de que pasara ese incidente.-sus hombros cayeron agotada.-Seth me explicó que el juez de familia rechazará nuestra solicitud de divorcio.-- ¿Por qué?? Cumplimos con el año de separación … ya no
-Prefiero que te quedes conmigo hasta que recupere la memoria.-¡¿Qué?! ¡No!--Si quieres que mi memoria regrese más rápido, te necesito a mi lado.-- ¿Ese es tu gran plan? Puedo contarte todo sin necesidad de volver a esa casa.--¿Por qué no quieres volver ahí?--Esa no es mi casa y me divorciaré de ti lo quieras o no. --Eres parte de mi familia, hasta que apruebe el divorcio un juez.-Para tu tranquilidad, en la clínica muy pocos sabían que era tu esposa, si te preocupan los chismes.--¿No sabían que estábamos casados?--Tenía prohibido usar tu apellido y menos decirle a tu secretaria que era tu esposa.--¿Era para que pudieras trabajar sin problema?--No.--¿Siendo mi esposa no podrías trabajar como enfermera en el recinto?--No. Sólo no querías hacer oficial el matrimonio…tampoco….deseabas que cierta mujer supiera de eso.--¿Qué otra mujer?-¿Tampoco la recuerdas a ella?--¿A quién debo recordar?--¿Adelaida no te suena?--¡Ady? …. pero eso es pasado, ella terminó conmigo.- dijo
Diana se escondió en una de las salas vacías del colegio. Evitó los lugares con público habilmente, no quería preguntas de su relación con el visitante. Ya no le importaba ser maleducada. Unos veinte minutos más tarde, la madre superiora le encontró. -Imaginé te podría encontrar por aquí.- prendió la luz. -Sor Carla… le pido disculpas por mi comportamiento… fue inesperado que él…- -El señor ya se marchó - le informó tranquila.- ¿Resolvió su problema? -No puedo ayudarlo, debe solucionar su problema solo.- Se despidió rápidamente y le dejó solo. Mauro quería seguir hablando pero ella estaba cansada de su insistencia. -¿ Fue quien se accidentó hace un par de semanas?- -Sí, disculpe si no le dije todo…- -No estás obligada a confiarme tu historia. .- -Era mi esposo, no estaba equivocado, el embarazo que perdí… era su padre…- La religiosa le contemplo como si hubiese adivinado su relación. -Se tomó la molestia de venir hasta aquí, para él sigues siendo su esposa ¿e
-Mi familia no me quiere, son más felices sin tener que ver conmigo.- comentó desanimada. Vio el anillo de bodas en su dedo anular. -¿Su esposo no la está buscando?- -Olvidé quitarlo, me separé hace poco.- lo arrancó de su dedo con facilidad y lo guardó en el bolsillo de su cárdigan desgastado.- Lo lamento.- -No hay nada que lamentar… no fue un matrimonio bendecido.- levantó los hombros.- Hago muchas preguntas porque me preocupa tu estado de salud ¿Estabas hospitalizada?-- Entiendo que sospeche de mí, estaba en la clínica, pedí mi alta voluntaria, no tenía dinero para seguir ahí.-- No estás recuperada del todo.-- Lo sé, cuando pedí el alta lo hice de forma impulsiva, creí poder encontrar una solución fuera de la clínica, pero perdí todos mis documentos personales, no tengo como pagar un lugar donde dormir.-- ¿Cómo perdiste todo?- La chica estaba más pálida que al principio, se masajeo las sienes cansada.- Me asaltaron la semana pasada, me golpearon y quitaron todo, por eso
La religiosa le autorizó a tomarse la tarde libre para procesar lo sucedido con su esposo.Miraba la pantalla de su celular, estaba intranquila, pues sabía que en cualquier momento Mauro la contactaría.Todo esto ocurrió por su falta de carácter, sólo vivía las consecuencias de sus actos.Ojalá fuera suficiente contarle su versión de la historia y no continúe con la idea de llevarla a vivir con él.Regresar a esa solitaria y fría mansión sólo le traería desgracias.Esa tarde se comunicó con su psiquiatra, la doctora que le atendió ese día en el convento, era especialista en psiquiatría y atendía como médico general para las novicias y otros empleados del convento Santa Marta.Le pidió una atención extra esa misma noche.-¿Tu esposo no se quiere divorciar?--Así es.--¿Cómo te sientes al respecto?-- Frustrada, lo único que quería era cortar relaciones con él, contaba los dias para que se cumpliera el plazo y poder ser una mujer soltera, pero lo de su accidente fue algo inesperado, ¡J
-Hola, soy Diana ¿Quién llama?- preguntó al contestar.-Soy yo, Mauro, siento la hora.--Eres tú… ¿por qué me llamas tan tarde?-Se escuchó como una llamada de atención, trató de calmarse antes de continuar.- Espero no sea algo malo.-No pude hacerlo antes, no sabía que decirte.--Habla.- lo presionó para terminar esa conversación.-Estoy abajo de tu edificio... ¿puedo subir?-Diana creyó escuchar mal y asomó la cabeza por su ventana.Su departamento estaba en el tercer piso, no tuvo dificultad en reconocer al hombre frente al portal de su condominio.Le saludó con la mano.-¿Qué te dice que te dejaré subir?--Soy tu esposo ¿me dejarás tirado en la calle?--Puedes llamar a tu chofer y vendrá por ti.--Salí sin mi chofer, pedí un taxi.--¿Tu madre te dejó salir así convaleciente?--No vivo con mi madre y no soy un adolescente para pedir autorización o decir donde voy.--Tuviste un accidente hace menos de una semana, deben estar preocupados.--No me iré sin ti.--¿Bromeas?--No, estoy