Capitulo 5

Le ayudó a cubrirse con las mantas y salió con el asistente.

-Regresa pronto.- le pidió con una expresión de cachorro sumiso que desconocía.

Ya en la sala de visitas Diana pudo desahogarse.

-¿Qué pasa con Mauro? Ese no es él.- estaba asustada por su comportamiento.

-Es por el trauma, eso me informó el neurocirujano, sus recuerdos regresaran poco a poco.-

-Mauro nunca fue así de afectuoso…¿le dijo la verdad de nosotros?-

-No he tenido tiempo, lo primero que hizo al despertar fue preguntar por usted.

-Si es algo temporal, lo mejor es que le hablemos con la verdad.-

-No sé si sea lo más adecuado.-

-Hablaré con el médico, usted vuelva con él.

Logró que el médico le diera algunas pistas de lo que ocurría con Mauro.

El golpe afectó su memoria parcialmente, lo cual mejoraría con el paso de las horas o días, Diana le contó la situación entre ambos y que le complicaba que esto entorpeciera el divorcio de ambos.

Su indicación fue decirle la verdad dentro de lo posible, evaluando su reacción.

El problema para Diana era ¿cómo decirle la verdad sin provocarle una descompensación?

Sin embargo, no era una persona relevante en la historia de Mauro, lo que le dijera no sería trascendental en su vida.

Lo intentaría al regresar a la habitación.

-¿Qué le recomendó el doctor?- preguntó atento el asistente.

-Tarde o temprano se enterará de la verdad, me autorizó a que hablara pero debía cuidar mis palabras.

-Dejen de hablar como si yo no estuviera.- les reclamó Mauro.- No me vuelvo invisible con la bata de la clínica.- 

Se mostraba irritado por la cercanía e interacción del asistente con ella.

-Lo sabemos señor, le pido disculpas.- se alejó de Diana notando la expresión poco amigable de su jefe.

-¿De qué verdad voy a enterarme? -presionó al sentirse excluído de la conversación.

-Sobre nosotros.- intervino Diana- Tengo que aclarar algo.

Se colocó frente a él

-¿Cuando llegaremos a casa?-

-No es eso.-

-¿Sigues delicada de salud?-

-¿Cómo? ¿Por qué?-

-Sé que perdimos a nuestro hijo hace poco… ¿por eso te ves tan frágil?-

Diana se quedó fría.

Eso confirmaba completamente que el golpe en la cabeza lo había afectado.

-¿Qué recuerdas de eso?-

Sólo que lo perdiste, pero no quiero que te culpes por eso, ambos somos responsables y estoy seguro que podremos intentarlo.-

-¿Intentarlo?-

-Es usual que se pierda el primer bebé, ambos somos jóvenes y podremos tener más hijos.- le tomaba las manos con cariño.- Pediré dos semanas de vacaciones, te llevaré a la casa en la playa.

-Más hijos… ¿Casa en la playa?- No sabía que tenía una

Eran las palabras que esperaba escuchar, pero si fuesen una pareja real.

-Tengo una que no voy a visitar hace años.

-No podemos Mauro.- se alejó, casí cae en sus encantadoras palabras.

-¿Por qué no?- preguntó desanimado.

Diana miró al asistente para que se preparara para las siguientes palabras.

-Porque ya no estamos juntos.- trató de decirlo con voz suave.

-Estamos casados…- insistió Mauro.

-Estábamos casados, nos separamos hace un año.-

-¿Qué?-

-Producto del accidente, tus recuerdos estan un poco confusos, pero nosotros no somos una pareja real.

-¿Qué broma es está Seth? No pude olvidar algo así.-

-Lo que dice la señora es verdad, ustedes, ya no están juntos.-

La expresión de Mauro era de completa devastación.

No sabía que tan afectada estaba la memoria de Mauro con el golpe.

-Anoche fuiste a mi departamento para que firmáramos el divorcio definitivo, hoy tu abogado llevaría los papeles al tribunal de familia.-

-¡No puede ser! ¿Por qué me iba a divorciar de ti?-

-Porque no me amabas, tú quieres a otra persona, nos casamos sólo para recuperar tu empresa.-

-¿Lo que dice es real, Seth?-

-Ella no miente señor.-

-Realicé todos los trámites que me solicitaron, el resto puede manejarlo usted señor secretario, todavía en los registros aparezco como tu esposa, necesitaban que autorizara ciertos procedimientos y por eso vine, me alegra que estes a salvo y sólo deseo tu pronta recuperación. - se giró la chica para retirarse.

-¡Diana no te vayas!- le gritó Mauro.- …¿Por qué actúas tan fría si estoy convaleciente?-

-Lo que recuerda de mí es incorrecto, entre menos hablemos será lo mejor para usted.-

-Quiero que te quedes unos minutos más…-

-Su asistente puede darle detalles, pero no teníamos una buena relación, por eso se acabó, me esperan en mi trabajo.-

-Pero por algo nos casamos, no tomo esas decisiones tan a la ligera.-

No quería encontrarse con los otros miembros de la familia. 

Podrían culparla del accidente, pues fue la última persona que vio antes del choque.

Esas mujeres no dudaban en abofetearla, pues no la veían como un ser digno de respeto.

-No puedo quedarme más tiempo, en verdad deseo que su estadía en la clínica no sea tan larga y vuelva a sus actividades pronto.-

Cerró la puerta tras de sí y no quiso mirar la expresión de ninguno.

Para su mala suerte, esas mujeres que no quería ver, ya estaban en la sala de visitas-

De reojo reconoció la figura de la madre de Mauro, también su cuñada.

El médico les debió poner al tanto de la condición actual de Mauro y que había decidido contarle la verdad.

Hizo lo moralmente correcto, lo que le pidieron como su esposa, no quería involucrarse más.

No la veían hace un año, les costaría reconocerla, pero el tratante le hizo participar en su explicación mencionando que gracias a su pronta llegada, los exámenes y tratamiento fueron oportunos.

Quiso marcharse antes de darles la oportunidad de buscarla, pero su suegra no dudó en dejar al médico y su hija por perseguirla.

Por eso ahora se encontraba en una cafetería con ella.

Le agradezco el café, ojalá su hijo recupere pronto la memoria.- sacó unos billetes de su cartera y los dejó en la mesa. - Pedí permiso en mi empleo sólo por unas horas.- se retiró de su silla.

-¿No te quedarás a cuidarlo?-

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