Un intruso entró por una ventana, pero antes de que pudiera dar otro paso más, Orión le saltó encima desgarrando la piel de sus brazos cuándo quiso defenderse. Keyla vio al siguiente subir y le disparó antes de poder hacerlo. Mientras dejó a sus hijos en su espalda. El tercero hizo su entrada, pero le valió de nada cuando ella le disparó y empujó fuera. Mientras un cañón le quedó en la frente a Keyla a punto de ser disparado, pero la figura atrás suya le atravesó un cuchillo en la garganta de lado a lado, lanzándolo al piso como al resto que había encontrado en las escaleras. __ ¿Están bien? - preguntó y ella asintió, yendo por sus hijos, quienes fueron revisados por su padre, el cual agradeció que no les pusieran un dedo encima. Besó a su mujer y la ayudó a llevar a Izan, caminando junto a Mateo y Keyla hasta el piso inferior, llevándolos a la habitación a lado de la sala de armas en la cual había estado. Ellos debían estar cerca, porque ya había perdido comunicación con todos, po
__ ¿Te estás escuchando? - le preguntó Renzo ofuscado, sin asimilar todo aún. - Pensé que eras una maldit4 serpiente, pero eso sería un insulto para ellas. Eres una mierd4, Micaela. Eres peor que eso. Das asco. __ ¿Porque te ofende que le haya dado un padre a cada uno de mis hijos? Jamás me prestaste atención por irte con tu put4. - reveló con superioridad. - Te ibas con ella cada que querías. Te la follabas y luego regresabas a la casa y ni siquiera ahí me dabas un poco de cariño. __ ¿Y eso excusa que te hayas acostado con todos y embarazado de cada uno? - le preguntó Grayson mirando a su alrededor y llegando a ella. - ¿Eso justifica que ahora nos entregues a ese...__ Es tu padre. __ ¡Ese demente no es mi padre! - se exaltó.__ ¡Sí, lo es! Y tú deber es estar con él. Ayudarlo a apresar a cada Crown que aún está libre. Ayudarlo a que obtenga un poder que luego será tuyo. - expuso. - Así dejará de adorar a sus muertos y te dará lo que siempre hemos querido. __ Lo que siempre has q
Rasha se movió de un sitio a otro, intranquila y siempre a la defensiva, sacando sus garras y gruñendo con las pisadas que escuchó fuera del pasillo, como si estuviera preparado para desgarrar la cara de quién se pusiera frente a él.Un sujeto se acercó para entregar la miseria de comida que le daban diario, creando ese instinto animal de atacar para comer. Se abalanzó sobre el tipo en cuanto lo vió, pero este lo recibió con una descarga de gas que lo cegó, dejando el plato y saliendo inmediatamente. La pantera gruñó furioso. Se lanzó sobre la puerta y con sus garras dejó las marcas en el metal. Él salvajismo con el cual actuaba lo colocó como un ser que nadie podría tocar. Vio el trozo de carne y prácticamente lo tragó, bañándose con la sangre que derramó, mientras el cóctel de drogas disociadoras les era dado a los canes también, los cuales se atacaban unos a otros causándose heridas con sus colmillos hasta que estaban lo suficientemente furiosos como para guardarse esa frustració
Keyla fue quien hizo el helicóptero aterrizar en la azotea de la casa, en donde los hijos de Leonardo fueron quienes tenían más familiaridad con él sitio. Lo habían visto decenas de veces, conocían cada rincón del lugar y no dudaron en mostrárselas a Mateo, Johan y los pequeños que ya podían caminar. Luisa se fijó en cuánta seguridad había en el sitio, recordando la última vez que estuvo ahí, siendo una situación similar, solo que en esa ocasión no tenían la certeza de que sus hijos estuvieran con vida, algo que en ese momento sí, como también que los encontrarían. Confiaba en Joseph, su esposo y su cuñado. Pero también tenía claro que sus nueras no serían para nada las piezas débiles en ese juego lleno de provocaciones que no pidieron, pero sí eran capaces de responder. Ellas solo debían mantener seguros a los pequeños que dependían enteramente de ellos y no faltarían a esa confianza que les dieron. __ Informe. - pidió Luca Ferrer en cuanto llegó junto a Alexa. __ Nada aún, seño
Adrián escuchó el gruñido, un par de ojos luminosos se movieron de un lado a otro, rodeándolo como el cazador con la presa que no pensaba dejar escapar. Su instinto salvaje era lo único que exigía en sus acciones. Sus garras salieron y se escondieron en reiteradas ocasiones, mientras su hocico descolgado mostró sus colmillos, salivando por la comida que le presentaron. __ Rasha. - le habló Adrián desde afuera, el felino logró escuchar absolutamente nada, mientras su nombre fue dicho otras tres veces más. Pero este solo se movió intranquilo, con la finalidad que no podría dejarlo pasar. __ Ataca. - susurró Luca deseando ver lo que tanto quería, un segundo después Rasha se abalanzó sobre Adrián, con sus garras y colmillos afuera, saboreando la sangre que pudo percibir con todos los aromas que en el aire rodaban, estrellándose contra el cristal que los separaba, volviéndose loco cuando no pudo llegar, luchando por romper el vidrio, haciéndose daño solo, en cada intento. __ ¡Detente!
Adrián recibió el impacto que lo llevó al suelo, los dientes de Rasha se enredaron en la tela de su saco, el cual sirvió como una barrera que rompió con el tirón. Lo empujó lejos, pero el animal se levantó de inmediato enfocándose en Leonardo el cual solo esperó a que se lanzara sobre él, pero fue Adrián quien recibió a la pantera que rugió con las garras rasgando su camisa. Empujó su cuello, evitando que le desgarrara la cara con las mordidas que lanzó. La fuerza del felino era mucha como para no sobrepasarlo, además que ya sentía el ardor de su piel con leves arañazos, lo cual intensificó el hambre del animal y su desesperación por morderlo y saciarse. Leonardo no era alguien partidario de dañar a un animal, pero si debía decidir ya tenía la opción que tomaría. Pero Adrián le pedía no acercarse y dejarlo resolverlo. __ Una oportunidad, Adrián. Más no. - le dijo al verlo peleando por su vida con quien antes era su gran amigo. Dos navajas cayeron desde arriba ofrecidas para reite
En cuánto el ruido de las aspas del primer helicóptero llegó a sus oídos, desde las torres de vigilancia comenzaron a disparar contra ellos. La orden fue derribarlos a como diera lugar, no permitir la entrada de nadie a ese sitio, pues sabían que con quienes estaban dentro había suficiente para darles trabajo. La serie de proyectiles salieron en una ráfaga que impactó en la lata, pero estos maniobraron para girar quedando Liban con la metralleta que accionó, enviando una lluvia de balas que arrasó con la cabina, quitando el mecanismo para cambiar al explosivo que la derribó por completo. El sito se puso a temblar, mientras Adrián se interpuso entre el perro que se abalanzó contra Valentina y ella, tomarlo de la cabeza le costó demasiado al verlo furioso, como también resistir sus arañazos desesperados. Sara y Leonardo fueron rodeados, este la dejó en su espalda, viendo que sus rottweiler acorralaron uno a cada uno, al igual que el kangal, los cuáles desataron la pelea que aún estab
__ ¿Quien eres tú para retarnos? ¿Quien te crees para hacerlo? - preguntó uno de ellos, siendo el líder de grupo. __ No me creo nadie que no sea. - Leonardo afianzó sus guantes, extendiendo y cerrando los dedos. - ¿Quien te crees que tú para dirigirte a mí de esa forma? La risa mediana bordeó sus labios, el helicóptero en donde Sara debía sacó a los últimos lo hizo ver al cielo, pero esto fue aprovechado para lanzarse con un puño cerrado, el cual sintió estrellarse en su pecho, dando un traspié, a la vez que lo tomó con ambas manos y giró con él de esa forma, haciéndole caer sobre su espalda. El tipo se levantó moviendo su brazo para eliminar el dolor, mientras Alexa vio la oportunidad de dispararle a Adrián, sin prever que le arrebataran el arma con un empujón que la mandó hacia atrás. Jamal quiso aprisionar a Valentina, pero su puño fue detenido por el gancho formado en el brazo de Adrián. Ambos se vieron por un segundo, uno destilando la furia que no apagó, mientras el otro alc