Elizabeth no tomó importancia a las palabras de Juan Pablo y le pidió a Susan que enviara a la dirección de la Villa. Que agregara la nota que está haciendo en el momento para disculparse nuevamente.

Se retiró a su oficina y cuando ella llega, le dice su asistente - Elizabeth te llegó arreglo hermoso, el guardia de seguridad lo recibió y dejó en tu oficina.

Elizabeth revisó la tarjeta y en ésta decía: No acepto un NO por respuesta. Te ves particularmente hermosa esta mañana.

Asustada, tiró la tarjeta y decidió buscar en la droguería en donde Juan Pablo fungía como Presidente.

Al llegar a las oficinas, se acercó a recepción

- Quiero hablar con el Presidente Juan Pablo Montenegro, sabe si podría atenderme. Preguntó

- No, el Dr. Montenegro no ha venido aún, quién lo busca?

- Soy Elizabeth Sotomayor y estoy en proceso de remodelar su villa.

La recepcionista sin dudar le dio un pase para que subiera hasta el nivel 11 y le dijo - El Dr. viene en camino, favor espere en la recepción del nivel 11 y tan pronto llegue la harán pasar.

Elizabeth subió al ascensor y contemplo los detalles sofisticados del edificio y las oficinas. Mientras esperaba con resignación se dedicó a responder correos de trabajo.

Minutos después hubo un sonido como timbre que avisaba que el ascensor iba a abrirse, Elizabeth levantó su mirada y se encontró con la mirada profunda de Juan Pablo quien la observó, pero no se detuvo a saludarla.

La recepcionista esperó 5 minutos y le dio la indicación a Elizabeth de pasar a la oficina. Elizabeth se levantó y caminó un poco nerviosa, tocó la puerta y sin esperar respuesta, abrió.

Cerró la puerta y noto que Juan Pablo estaba sentado en una silla ejecutiva alta de espaldas, éste se encontraba observando el reflejo de la silueta de Elizabeth desde el vidrio de la librera.

Él no dijo nada y ella dio la iniciativa y le dijo

- Lamento venir hasta su oficina Dr. pero necesito dejar claro que nuestra relación debe ser contratista-contratante y no puedo recibir más obsequios.

Él se giró y sonrió. Espero unos segundos y se puso en pie. Camino unos cuántos pasos hasta llegar muy cerca de Elizabeth, la miró fijamente a los ojos y le dijo - Me encantas y no he dejado de pensar en ti desde que te vi hace casi 3 semanas en el aeropuerto.

Elizabeth impactada de lo que estaba escuchando presionó la silla que estaba a un lado de ella. No dijo absolutamente nada pero sintió incomodidad sin saber qué decir o actuar para que la relación laboral no fuera a estropearse sin haber comenzado.

Juan Pablo al verla inmóvil sintió una punzada en su corazón y se llenó de rabia, se alejó de ella y le dijo - Voy a conquistarte

Ella sin darle importancia, salió de la oficina pensando que era un hombre muy apuesto pero que no actuaba coherentemente.

Juan Pablo al ver que ella salió de su oficina sin decir nada, tiró todos los documentos sobre su escritorio.