Verdades imperdonables

La mansión Spencer gritaba riqueza y opulencia a través de cada uno de sus muebles y cuadros, que costaban nada menos que una fortuna. El mármol pulido, las lámparas de araña y el exquisito gusto de Roberto se reflejaba en cada tramo por dónde pasaba.

Lorena pisó fuerte al entrar y el mayordomo no se tomó la molestia de guiarla hasta la habitación matrimonial. El personal sabía de sus andanzas con su suegro, pero todos habían firmado acuerdos de confidencialidad, así que nadie se atrevía a delatar al jefe.

—Puedo pasar —dijo la mujer, asomándose por la puerta entreabierta.

—Puedes —la voz gruesa y firme envió un estremecimiento a su espina dorsal.

Roberto se encontraba junto al ventanal, viendo el cielo nocturno, mientras parecía cavilar muy profundamente.

—¿Llegué muy temprano a nuestra cita? —preguntó, al ver que no se giraba para saludarla como era costumbre.

—No preguntes tonterías y ponte ese maldito vestido con el que te voy a follar toda la noche —sus palabras, más que ar
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo