Preocupada, busco alguna herramienta que pueda ayudarme a ser desatada, pero, lo único que veía a mi alrededor eran sillas de madera, bastante lejos de mí. Estaba en el suelo, aunque una cama estaba frente a mí y lo único que podría usar como arma, era la vía intravenosa con suero, conectada a mi vena.
Estoy atada y desarmada. Veo mi cuerpo y estoy sucia, incluso hay una bolsa donde se almacena mi orina. No sé si mi cuerpo duele por estar aquí por muchas horas o días o porque he sido herida en alguna parte de mi cuerpo.Ya que, todo dolía en mi cuerpo, incluso mi cabello pesaba y sentía que mi cuero cabelludo no se sentía por el dolor de cabeza que tengo ahora. Sumado a mi malestar, estaban los rayos y por ello, me sentía en el mismo infierno.— Estoy en el infierno. — susurro con dolor. No puedo entender porque me condenó a esto si estaba viDesesperada, lo golpeo para que me suelte, pero, ni arañando su brazo, me libera. Solo puedo obtener como respuesta que me jale con más fuerzas del cabello, por lo que, me quejo y lloro porque siento que este es mi final.‘No puedes darte por vencida, Dove. Has avanzado mucho para llegar a este punto’ me repito mentalmente concentrándome en soluciones y no en el dolor que siento ahora.Rápidamente, miro a mi alrededor notando que solo hay ramas, hojas muertas y piedras sueltas. No hay alguien a mi alrededor que me ayude o por lo menos, no veo una silueta que lo haga, por lo que, debo ayudarme.Desesperada, extiendo a cada lado mis manos intentando agarrar una piedra lo suficientemente grande para causar daño. Pero, solo logro lastimarme las manos, mientras el hombre me insulta y maldice por no poder matarme de una vez para dejar de ser un niñero.Preocupada, miro a mi alrededor, tomando su agarre con mi
Narra DanellCon ayuda, entro a la cabaña donde camino siguiendo la mirada preocupada de los hombres que salen intentando conseguir señal en sus teléfonos. Con el corazón latiendo en mi cabeza, avanzo por el lugar donde encuentro a Dove con cortes, golpes y completamente sucia.— Oh, malnacido — susurro con voz fría.De inmediato, me acerco a ella, quien se encuentra completamente inconsciente mientras escucho varios disparos. Lagrimas corren por mis mejillas y deseo tanto golpearme por ser un inútil que no es capaz de proteger a la mujer que me protegió,— Señor, debemos irnos. — dice Darwin y yo tomo la mano de Dove, suplicando mentalmente por su perdón.El sonido de hélices se escuchan y todos se ponen en posición para marcharnos tan rápido como sea posible. Cuando salgo, tres hombres yacen en el suelo muertos, mientras uno de ellos, está arrodillando con un arma en su cabeza.— ¿Quiénes son?— Mi jefe los matará. El señor Louis vendrá en cualquier momento y…
Llegamos al lugar custodiando el piso y limitando el ingreso del personal, mientras tengo comunicación con mi primo y como la explosión si se efectuó. Mentalmente imploro que Louis haya muerto, pero, dudo que haya sido así de fácil.Preocupado, espero fuera de la habitación de Dove, porque no quiero que despierte y al verme se altere. Mientras, pienso todo lo que hice y como pudo haber sido diferente para la mujer que está en el interior de esa habitación.— ¡Señor! — grita alguien.Al girar, me doy cuenta de que Felipe corre como puede hacia mí, mostrándose bastante preocupado por la mujer que recién hemos encontrado. Confundido, observo al hombre que debería estar descansando, por cuando herido esta.— Se suponía que estarías descansando por la magnitud de tus heridas. — digo y Felipe niega.— No puedo que
Narra DoveLentamente, el mundo oscuro en el que me encuentro, comienza a aclararse. De inmediato, intento levantarme, pero, mi cuerpo pesa. Por lo que, me esfuerzo en moverme y es allí cuando la luz aparece al punto que la sigo a un lugar limpio, blanco y agradable.‘Estas a salvo, son paredes de un hospital’ me digo mentalmente mientras me acostumbro a la iluminación del lugar.Intento moverme y en ese momento, noto que alguien que me tenía agarrada de la mano, se mueve. Por lo que, miro hacia esa persona y veo a Felipe con muchas heridas. De inmediato, abro mis ojos sorprendida.— Felipe… — susurro.— Señora… Dios, ¿tiene idea de la angustia que me hizo pasar todo este tiempo? — pregunta Felipe y yo lo observo aturdida.‘¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?’ me pregunto mentalmente.Sin embargo, no me concentro en eso actualmente, si
Lloro hasta que ya no puedo llorar más. Pero, ni siquiera eso aparta a Felipe de mi lado. Algo que agradezco, porque todos estos días, estaba anhelando algo así. Aunque pedí que no me siguieran, después me arrepentí al no tener alguien con quien hablar sobre lo que me duele y que me diera un consejo.Los aldeanos eran buenos, pero, no podía involucrarlos en un peligro tan grande. Por ello, no podía hablar de lo que me hacía dormirme llorando. Por lo que, ahora, me siento más libre, con más espacio al dejar ir todo el dolor, aunque no sé si ese espacio sea llenado con más dolor.— Gracias por esperar que me calme, para alejarte. — susurro a Felipe.— Soy su sombra, señora. Debo estar para todo lo que necesite.— No entiendo lo de sombra.— Es como tu caballero personal, Dove. Ahora, no seguirá mis ordenes si no, solo las
Se hace evidente la molestia de Danell ante mi confesión, por lo que, me detengo esperando que procese como su favorita es capaz de traicionar y más que toco, casarse con el que ahora es su enemigo y hermano.Pero, no entiendo porque le sorprende. Fue esa mujer quien ayudó a Carl para que Danell estuviera en una silla de ruedas por el resto de su vida. Así que, era capaz de todo. Por lo que, no comprendía porque le sorprendía tanto.— ¿No lo ves posible, Danell? — pregunto curiosa.— No puede ser posible. — dice Danell negándose a la verdad.— Está bien. — me limito a decir.— ¿Es todo lo que vas a decir?— Quería informarte de lo que Louis me dijo, pero, no puedo decir algo más cuando es claro que no me vas a creer. No estoy interesada en dar un testimonio opuesto a lo que crees de tu mujer, porque sé que voy a perd
Realizo un análisis de mis sentimientos por él y lo que pienso de su actitud hacia mí. Incluso siento que como en los teléfonos, instalo un antivirus para eliminar todas esas cosas malas que me dañan y me hacen sentir que hay virus en mi interior.Pero, por fortuna, no encuentro un solo virus en mi interior, que me diga que he sido dañada tanto por él que guardé sentimientos dañinos como el resentimiento o el odio. Algo que me parece bien, porque no es bueno cambiar tan negativamente por alguien.— No le guardo rencor, señor. Pero, tengo memoria y por eso, actúo sabiendo que debo aprender de mis errores y avanzar. De eso se trata la vida. — digo más tranquila.— Puedes avanzar conmigo.— No. Con usted, me retraso. Siga su camino, señor y yo seguiré el mío como lo deseamos ambos. Adiós. — digo con firmeza.—
Respiro profundo y miro la pantalla ignorando todo lo que me rodea. No pienso en mi vida amorosa terrible o en todo lo que estuve involucrada no agradable para Dios, porque entonces sabría que no importa lo mal que me vaya, no compensará todos los errores que he cometido.— Dígame si hay algo mal apenas lo vea, por favor. — digo en una súplica agonizante.— Tranquila, no necesitas preocuparte, ya te lo he dicho. — dice el doctor y yo asiento suspirando profundo mientras coloca el gel en mi vientre.— ¿Cuánto tiempo llevas? ¿Seis meses o más?— No, si las cuentas están bien, apenas estoy al inicio del segundo trimestre.— ¿En serio?— Tu vientre parece de seis meses, ¿eras de contextura gruesa antes de embarazarte? — pregunta el doctor.— No, ella era tan delgada que parecía muchas veces que estuviera en des