Llegamos al lugar custodiando el piso y limitando el ingreso del personal, mientras tengo comunicación con mi primo y como la explosión si se efectuó. Mentalmente imploro que Louis haya muerto, pero, dudo que haya sido así de fácil.
Preocupado, espero fuera de la habitación de Dove, porque no quiero que despierte y al verme se altere. Mientras, pienso todo lo que hice y como pudo haber sido diferente para la mujer que está en el interior de esa habitación.— ¡Señor! — grita alguien. Al girar, me doy cuenta de que Felipe corre como puede hacia mí, mostrándose bastante preocupado por la mujer que recién hemos encontrado. Confundido, observo al hombre que debería estar descansando, por cuando herido esta.— Se suponía que estarías descansando por la magnitud de tus heridas. — digo y Felipe niega.— No puedo queNarra DoveLentamente, el mundo oscuro en el que me encuentro, comienza a aclararse. De inmediato, intento levantarme, pero, mi cuerpo pesa. Por lo que, me esfuerzo en moverme y es allí cuando la luz aparece al punto que la sigo a un lugar limpio, blanco y agradable.‘Estas a salvo, son paredes de un hospital’ me digo mentalmente mientras me acostumbro a la iluminación del lugar.Intento moverme y en ese momento, noto que alguien que me tenía agarrada de la mano, se mueve. Por lo que, miro hacia esa persona y veo a Felipe con muchas heridas. De inmediato, abro mis ojos sorprendida.— Felipe… — susurro.— Señora… Dios, ¿tiene idea de la angustia que me hizo pasar todo este tiempo? — pregunta Felipe y yo lo observo aturdida.‘¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?’ me pregunto mentalmente.Sin embargo, no me concentro en eso actualmente, si
Lloro hasta que ya no puedo llorar más. Pero, ni siquiera eso aparta a Felipe de mi lado. Algo que agradezco, porque todos estos días, estaba anhelando algo así. Aunque pedí que no me siguieran, después me arrepentí al no tener alguien con quien hablar sobre lo que me duele y que me diera un consejo.Los aldeanos eran buenos, pero, no podía involucrarlos en un peligro tan grande. Por ello, no podía hablar de lo que me hacía dormirme llorando. Por lo que, ahora, me siento más libre, con más espacio al dejar ir todo el dolor, aunque no sé si ese espacio sea llenado con más dolor.— Gracias por esperar que me calme, para alejarte. — susurro a Felipe.— Soy su sombra, señora. Debo estar para todo lo que necesite.— No entiendo lo de sombra.— Es como tu caballero personal, Dove. Ahora, no seguirá mis ordenes si no, solo las
Se hace evidente la molestia de Danell ante mi confesión, por lo que, me detengo esperando que procese como su favorita es capaz de traicionar y más que toco, casarse con el que ahora es su enemigo y hermano.Pero, no entiendo porque le sorprende. Fue esa mujer quien ayudó a Carl para que Danell estuviera en una silla de ruedas por el resto de su vida. Así que, era capaz de todo. Por lo que, no comprendía porque le sorprendía tanto.— ¿No lo ves posible, Danell? — pregunto curiosa.— No puede ser posible. — dice Danell negándose a la verdad.— Está bien. — me limito a decir.— ¿Es todo lo que vas a decir?— Quería informarte de lo que Louis me dijo, pero, no puedo decir algo más cuando es claro que no me vas a creer. No estoy interesada en dar un testimonio opuesto a lo que crees de tu mujer, porque sé que voy a perd
Realizo un análisis de mis sentimientos por él y lo que pienso de su actitud hacia mí. Incluso siento que como en los teléfonos, instalo un antivirus para eliminar todas esas cosas malas que me dañan y me hacen sentir que hay virus en mi interior.Pero, por fortuna, no encuentro un solo virus en mi interior, que me diga que he sido dañada tanto por él que guardé sentimientos dañinos como el resentimiento o el odio. Algo que me parece bien, porque no es bueno cambiar tan negativamente por alguien.— No le guardo rencor, señor. Pero, tengo memoria y por eso, actúo sabiendo que debo aprender de mis errores y avanzar. De eso se trata la vida. — digo más tranquila.— Puedes avanzar conmigo.— No. Con usted, me retraso. Siga su camino, señor y yo seguiré el mío como lo deseamos ambos. Adiós. — digo con firmeza.—
Respiro profundo y miro la pantalla ignorando todo lo que me rodea. No pienso en mi vida amorosa terrible o en todo lo que estuve involucrada no agradable para Dios, porque entonces sabría que no importa lo mal que me vaya, no compensará todos los errores que he cometido.— Dígame si hay algo mal apenas lo vea, por favor. — digo en una súplica agonizante.— Tranquila, no necesitas preocuparte, ya te lo he dicho. — dice el doctor y yo asiento suspirando profundo mientras coloca el gel en mi vientre.— ¿Cuánto tiempo llevas? ¿Seis meses o más?— No, si las cuentas están bien, apenas estoy al inicio del segundo trimestre.— ¿En serio?— Tu vientre parece de seis meses, ¿eras de contextura gruesa antes de embarazarte? — pregunta el doctor.— No, ella era tan delgada que parecía muchas veces que estuviera en des
El doctor toca captura de los bebés, me habla de lo que debo tomar a partir de ahora y los cuidado que sí o sí debo practicar por ser madre por primera vez y con dos bebés que crecen rápidamente en mi interior.El doctor se marcha y yo sonrío. Lo hago porque la vida se llevó a dos personas importantes en mi vida y me ha traído dos personas que serán mi felicidad como lo fueron mi madre y mi hermana.Sonrío porque tendré familia y no solo la familia retorcida de mi exesposo. Soy consciente que tengo que lidiar con muchas cosas, pero, me enfoco en ser feliz porque mis bebés crecen en mi interior sin daño.Crecen diciéndome que están bien aunque han luchado con cosas complicadas desde pequeños. Dándome la señal de que debo ser fuerte, como ellos lo han sido por quedarse conmigo hasta ahora.— ¿Te hace feliz la noticia de que son
Narra DanellSalgo con Flavia en mis piernas, mientras el deseo de golpear a mis hombres me invade. Ya que, no solo no la mantuvieron vigilada como ordené, si no que, aun no se han dado cuenta que está aquí y eso, hace que no sepa que tanto ha escuchado de mi conversación con Dove.— ¿Por qué viniste hasta aquí, Flavia?— Estas aquí, mi lugar es aquí contigo, cariño.— ¿Desde cuándo ese es tu lugar? — pregunto confundido por su respuesta.— Desde que me elegiste y la dejaste ir a ella. — dice Flavia abrazándome del cuello y besando mi mejilla.— Estamos en un hospital. — le recuerdo.— Eso es bueno, si me da un infarto por la emoción que siento al saber que seremos padres, podrán reanimarme. — dice Flavia y yo detengo mi silla de ruedas.— ¿Qué acabas de d
El enojo se nota en su mirada, como también el asombro. Pero, no me detengo. He cometido muchos errores que me han abofeteado en el rostro, no puedo cometer el mismo error con mis hijos.Sé cuánto marcan los errores de los padres y no pienso ser el causante de más dolor en mis hijos, no puedo permitir seguir siendo un hombre incompetente que no es capaz de defender a mi familia ni siquiera de una mujer.— Sé lo que me hiciste y cuan capaz eres de dañar a los míos. Por eso, te seré directo, Flavia. Sí, te escogí. Pensé que eras eso que extrañaba de mi pasado.— Cuando caminabas…— Sí, cuando caminaba y sentía que el mundo era mío. Deseando experimentar eso, dejé que me tocarás y por eso, me angustié cuando ella te sacó de la casa. Te vi como las piernas que tanto he anhelado volver a sentir.>&g