Sus castaños y oscuros rizos caían sobre sus hombros, era una mujer delgada y de estatura promedio, en aquel momento mi madre tenía sobre su cuello una bufanda negra con detalles grises, llevaba puesta una blusa negra de rayas tenues y unos jeans ajustados que le hacía resaltar sus curvas. Tras ella se pueden apreciar las rocas que conforman el Stonehenge, se vía muy feliz, mi madre tenía una hermosa sonrisa, lastimosamente no puedo apreciar sus ojos ya que llevaba puestas unas gafas oscuras.«Madre, ¿a quién le sonreías de esa manera?... ¿Quién estaba tras la cámara? Te ves muy feliz en esa foto».¿Cuántas lágrimas he derramado hoy? No importa, solo necesito llorar un poco más, porque siento que, justo ahora, necesito a mi madre a mi lado, que me sonría de esa misma manera y que me abrace mientras dice que todo va a estar bien. Duele saber que nunca va a suceder, que todos estos deseos quedarán reprimidos como sueños imposibles de cumplir, por lo menos ahora puedo imaginarla y supone
No puedo contar las veces que he cerrado los ojos esperando quedar dormida y que, al despertar, la mañana me sorprenda con un día traído desde algún pasado... Extraño aquellos tiempos cuando podía dormir sin miedo, quiero que al despertar pueda encontrar aquella mañana tan radiante y despreocupada que me hacía sonreír mientras me estiraba sobre la cama.Señor, ¿cuántos padres nuestros tengo que rezar para librarme de tanta desdicha?... No he podido pestañear en toda la bendita madrugada, porque resulta que justo al lado de mi cama está el cuco, uno de nombre Dimitri Paussini.Parece que aún no tiene sueño, esta acostado sobre el sofá usando su celular, es tan alto que sus pies sobresalen por encima de los brazos del sofá.—Dime cuál es tu Instagram, voy a seguirte —me pregunta sin apartar la vista del celular.—Yo no tengo de esas cosas —respondo en un tono cortante.—Entonces, ¿qué cosas haces tú con tu celular?—Mi celular es nuevo, no he tenido tiempo de usarlo, porque justo hace u
Narrado desde la perspectiva de Delancis Hikari.Mis ojos encuentran sus definidos y rubios rizos hondeando sobre las frías ráfagas de viento, el tenue sol deslumbra sobre toda la claridad de su cabello, y su sonrisa que refleja lo mucho que se está divirtiendo. Mi hermosa Marisol suelta divertidas y chillonas carcajadas mientras juega ha columpiarse en el nevado parque, parece que por fin ha logrado hacer un amigo, así que he decido esperar que se divierta un poco más, hace tiempo que no la veía disfrutar a tal punto.Mi niña..., mamá haría cualquier cosa para darte una vida normal, pero con esta familia es algo complicado.Es un hecho que somos temidos en Kingstone, es una realidad que para mi hija esto podría ser aún más intenso al llevar dos apellidos fuertes, es una Diamond y también una Hikari, así que las personas siempre estarán alejándose de ella, todo aquel que decida quedarse a su lado también quedará atrapado en el mundo que la rodea..., me pasó con mis amigos, ahora vario
Un estallido hace que mi cabeza salte sobre el pecho de Dimitri...«¿Eh?... ¿Estoy sobre su pecho?... ¡¿Me quede dormida sobre su pecho?!... ¡Padre santo!».Puedo notar que su blanca camisa está algo mojada, no estoy segura si fueron mis lágrimas o si lo he babeado todo.Me salgo de la cama lo más rápido posible y luego me asomo por la ventana, el sol aún no ha salido y... ¡Oh, por Dios!... ¡Hay varios cuerpos tirados en el jardín!... ¡¿Qué está pasando?!Más disparos empiezan a escucharse dentro de la mansión, los gritos de las mujeres de servicio y los sonidos que producen varios muebles al caer pueden escucharse muy cerca; incluso Dimitri empieza a despertarse algo soñoliento.«¡¿Qué estoy haciendo?!... ¡Es mi oportunidad para escapar de este lugar!».—¿Qué pasa? —Dimitri abre los ojos y lo primero que hace es ver la hora desde su plateado reloj de pulsera—... Apenas son las 3:45 am—vuelve a cerrar los ojos y se duerme... ¡Genial!, es de sueño pesado.... Pero la felicidad no dura
Por primera vez me siento completa, siento como si no me hiciera falta más nada en la vida, como si el sol hubiese esperando justo este momento para salir sobre el horizonte y tornar toda mi realidad en un brillante dorado.A través de la ventana del auto puede notarse como el cielo empieza a despejarse bajo el despertar del sol, no hace mucho que la nieve ha dejado de caer y le ha permitido al sol asomarse entre la espesura de las nubes, quienes parecieran burlarse de la insignificante intensidad de su brillo, y es que los rayos del sol no son lo suficiente caliente como para derretir el paisaje helado. Este paisaje es relajante y deleitoso, mientras lo contemplo voy escuchando las conversaciones de Delancis y Alexis: hablan sobre los preparativos de Navidad, de la cena, los licores y los regalos.—Esta navidad será diferente a todas las demás —puedo sentir mucha melancolía en las palabras de Delancis y creo saber el motivo: esta será la primera navidad sin su padre.—¿Delancis, está
Vivir en una realidad distorsionada es tener un pie hundido en lo difuso y otro pie en lo alto, es cuando esperas avanzar sobre cimientos nítidos, pero en realidad todo resulta ser inconsistente.Este es mi primer día como miembro de la familia Hikari, se supone que al ser un día tan importante debería estar en nítidas condiciones y no en este nivel de distorsión, con ambos pies hundidos hasta las rodillas en una realidad difusa. Justo ahora voy camino rumbo al comedor mientras mantengo una pelea de tú a tú con mi equilibrio. ¡Qué vergüenza!, me ha tocado aceptar la colaboración de mi hermana mayor, quien va sosteniéndome de un brazo.Debo verme tan patética.–Inocencia, solo trata de no hablar mucho durante el desayuno.—Pero si yo soy de poco hablar.—Lo digo por el tufo que sale de tu aliento.«¡Oh, Jesucristo!... ¿Para cuándo las trompetas del apocalipsis?».De repente, una de las puertas que está en el pasillo se abre, no logro distinguir lo que hay dentro pero sí a quienes viene
—Inocencia..., despierta —alguien está hamaqueando mi hombro..., y yo que estaba durmiendo tan placenteramente.Aún estoy muy somnolienta como para responder de inmediato, con mis ojos semiabiertos intento enfocar mi visión para reconocer a aquel pecador que irrumpe el sueño sagrado de una monja.Cabello rizado de un oscuro color castaño y unos hermosos ojos grises...—¿Mamá?—Claro, Inocencia. ¿Quién más podría ser?... Ahora levántate que vas tarde al colegio.—Pero si ya tengo 30 años, mamá.—Recuerda que la escuela llamó diciendo que no encontró algunas de tus calificaciones. Tienes que volver y dar esas clases, sino el monasterio va a anular tu profesión solemne.—Pe-Pero mamá, no tengo uniforme.—Sí lo tienes, hija —responde señalando hacia un sofá—. Aún usas la misma talla que en aquellos tiempos, así que todavía debe quedarte.Voy juntos con mi madre dentro de un automóvil de procedencia desconocida..., y bueno, tampoco es que me interese sabe cada detalle de todo este asunto,
El simple hecho de tener un camino es una bendición, y si en el camino te conviertes en alguien bondadoso, entonces veras el horizonte resplandecer como sol del Edén.¿Por qué a las personas se le hace tan difícil hacer el bien sin recibir algo a cambio?... Lo bien que se siente el saber que ayudaste a una persona y que con eso hiciste el bien; incluso, es mucho mejor poder dar algo sin que alguien tenga que pedirlo.Al parecer mi hermano es muy posesivo con ciertos intereses, me molesta que haya ayudado al hermano de Antonella de tal manera, no pensé que Ermac tuviera ese nivel de soberbia... Es tan enfermizo que hasta da coraje.Antonella y yo vamos bajando las escaleras que están en el vestíbulo, justo frente a nosotras está el gran árbol de navidad y bajo él está la pequeña Marisol.—¡Hola, princesita! —le saludo al bajar los últimos escalones— ¿Qué haces?—¡Tita Ino! —Marisol está colgando algunas cosas en la parte baja del árbol de navidad—. Estaba poniendo estas ramitas que enc