Gastón y Dafne llegaron a casa en total silencio; ella se fue a su habitación para escribir en su nuevo diario de vida, mientras que Gastón, se acostó, visiblemente molesto_ ¿pasa algo Gastón? _ preguntó ella_ ¿Y tiene el descaro de preguntarme?_ ¿Por qué me habla así?_Porque estuvo toda la noche coqueteando con un par de hombres que lo único que hacían era tocarla y acercarse a usted con deseos de poseerla, eso es lo que querían, y si yo no hubiera estado ahí, lo más probable es que lo habrían logrado_ Dafne lo escuchaba estupefacta, sin dar crédito a lo que su marido estaba diciéndole._Vicente es mi amigo, Gastón, y el otro joven solo me habló como cualquier otra persona lo haría_no me mienta Dafne, estaba toda coqueta ahí con esos hombres, que de solo recordarlo me dan ganas de mandarla a la mierda, así que mejor ni me pregunte, buenas noches_ el hombre se giró hacia un rincón de la cama dejando a su esposa sentada en una silla a los pies de la cama; ella prefirió no decir na
18 de septiembre de 1910Hoy ya se siente la algarabía de la gente por las calles, es la celebración de la independencia de la patria, hay mucho festejo por parte del pueblo, que, aunque descalzo, celebra con ganas un día festivo y de descanso, mientras que Gastón y yo fuimos invitados a la inauguración del museo de bellas artes próximo a celebrarse el domingo 21; a mí me entusiasma muchísimo la idea de ir a conocer ese majestuoso edificio de lenguaje clásico. Pero lamento sentir que la compañía de mi marido no me apetece para nada. Algo se ha muerto entre nosotros; llega tarde, borracho y quiere besarme y hacerme suya solo cuando está en ese deplorable estado. Yo he tenido reiterados dolores de cabeza nuevamente y me cuesta horas conciliar el sueño. Mi ansiedad por dormirme pronto antes de sentir su cuerpo febril y hediondo sobre el mío hace que vuelva a tomar veronal en dosis cada vez más grandes, al punto de que la dosis que antes me servía para dormir profundamente y toda la noche
Gastón estuvo apostando toda la noche del 1 de enero en una mesa redonda en la que se encontraban políticos y aristócratas de la ciudad, que habían traído desde Estados Unidos, un interesante juego de naipes llamado póker; juego que Gastón había empezado a jugar desde que llegó a Santiago, llegando a apostar grandes sumas de dinero, que a veces perdía y otras recuperaba; si no fuera por los constantes créditos de su madre, Gastón estaría prácticamente en la calle, y si Dafne no fuera de una familia influyente en el país, ya estaría en manos de algún apostador, ya que muchas veces el mismo Gastón la apostaba cuando no le quedaba más dinero. La única que conocía el secreto de Gastón era Sara, su madre, que al ver a su hijo a tan mal traer después de que pasó dos días, con sus noches jugando sin parar, habló con su padre, y juntos le exigieron que se vaya de Iquique lo antes posible. Gracias a las influencias de José Ramón Balmaceda, en la ciudad, le habían reservado un cargo público, e
8 de enero de 1911Al fin llegamos a este desolado y hermoso lugar llamado Iquique, fue un viaje de varios días en los que el silencio se apoderó de nosotros, así como el desierto se apoderaba del paisaje. Éramos Gastón, su padre, Silvia y yo. Íbamos solos con los conductores, porque mi suegro tiene un tren entero a su disposición. Estuvo la mayor parte del tiempo con su hijo, fumando puros, bebiendo y jugando dominó. Cada vez que se me quería acercar Gastón, yo me acostaba, fingía dormir o tener dolor de cabeza. Cuando me quería quedar escribiendo en la mesa con cubierta de nácar que tenía a mi disposición, le pedía a Silvia que diera aviso de supuestos dolores de cabeza, aunque varios no fueron fingidos. Gastón se ha mostrado distinto desde que llegamos de Santiago; cada vez que me ve escribiendo o leyendo se me acerca para darme un beso en la frente y sin decir nada se vuelve a alejar de mí. Ha estado trabajando desde que llegamos. Al llegar al hotel que nos recibirá por toda nuest
Juan caminaba con premura y Dafne le siguió el paso preguntando si iban a alguna parte especifica, él le toma el brazo contestando que muchas cosas estaban pasando en la pampa_ hace unos años mataron a muchos obreros, junto con sus familias en una manifestación absolutamente pacifica; el ejercito chileno, por orden del presidente Montt_ ¿ que es su tío o me equivoco? _ella escuchaba impactada; se había enterado de que unos obreros se habían muerto en un “enfrentamiento”, pero lo que le contaba ahora su compañero era muy distinto; todos los obreros habían muerto con sus familias, niños, mujeres embarazadas, miles de historias y personas masacradas por orden de un hombre de su misma sangre; aquello le causaba repulsión, y al ver los tristes rostros de muchas mujeres y niños sintió sincera compasión y ganas de ayudar.Entraron a una c
09 de enero 1911Ayer cuando llegué al hotel, pregunté por Gastón para saber a qué atenerme; me dijeron que me había estado esperando largo rato en el comedor para cenar, pero que finalmente, cansado de esperar, pidió que retiraran todo y salió del lugar sin decir dónde. Eran las ocho de la noche; nunca llega tan temprano, y justo cuando debo conversar con él llega, y yo no estoy. Cuando nos fuimos de la salitrera con Juan, ni siquiera pude pasar al diario para terminar mi primer artículo, necesitaba llegar a casa con celeridad para encontrar a Gastón, ser amable y explicarle con las mejores palabras que empezaría una vida de trabajo como reportera y como profesora; sin embargo, las cosas no salieron como esperaba; y esa misma noche, muy tarde llega Gastón despotricando en mi contra; gritando en la habitación, borracho y con olor a colon
Señora Dafne despierte_ le dice Silvia a Dafne, quien está profundamente durmiendo_ ¿Qué pasa? _ pregunta ella con los ojos a medio abrir_ es que hay un joven afuera preguntando por usted, dice que se llama Juan Antonio_ Dafne abre los ojos sobresaltada y se pone de pie rápidamente_ ¿Gastón no ha llegado? _ no señora_ ¿y qué hora es? _ las ocho quince_ estoy atrasadísima_ la empleada la mira inquisitiva_ ¿y para donde va atrasada usted? _ voy a hacer clases en una escuelita en la salitrera Humberstone, voy al baño_ Silvia se asoma a la venta y ve Gastón dirigirse a la entrada del hotel, ella se asoma rápido a la escalera para ver hacia donde se dirige, y ve que en la recepción, se encuentra con el joven que está esperando a Dafne; ambos se saludan cordialmente y parece que se uno hace un chiste porque ambos se ríen; Silvia sube nueva
14 de enero 1911No pude contenerme, ni el tampoco; nos besamos con fragor, su boca deseaba mis labios tanto como yo los suyos; fue un beso silencioso, entregado y placentero; su boca sabia a yerba mate, con azúcar, su cuerpo olía a cuero, como todo el lugar; pobre, pero autentico, nada allí estaba demás; eso lo hacía hermoso. El me tocó y yo lo toqué a él, sintiendo la firmeza de su miembro a su vez que con sus manos él tocaba la humedad de mi sexo, que lo deseaba dentro en ese instante, sin importarme nada; ni siquiera la presencia de Silvia o cualquier persona extraña que pudiera aparecer; fui una descarada y si no fuera por el claxon del auto de Juan no nos despegamos más. Quedamos en volver a vernos al día siguiente, pero es difícil cumplir mi palabra. El amigo o novio de Juan, pasó a dejar primero a Silvia al hotel y yo continué mi recorrido hacia el diario, todav&ia