Iquique

8 de enero de 1911

Al fin llegamos a este desolado y hermoso lugar llamado Iquique, fue un viaje de varios días en los que el silencio se apoderó de nosotros, así como el desierto se apoderaba del paisaje. Éramos Gastón, su padre, Silvia y yo. Íbamos solos con los conductores, porque mi suegro tiene un tren entero a su disposición. Estuvo la mayor parte del tiempo con su hijo, fumando puros, bebiendo y jugando dominó. Cada vez que se me quería acercar Gastón, yo me acostaba, fingía dormir o tener dolor de cabeza. Cuando me quería quedar escribiendo en la mesa con cubierta de nácar que tenía a mi disposición, le pedía a Silvia que diera aviso de supuestos dolores de cabeza, aunque varios no fueron fingidos. Gastón se ha mostrado distinto desde que llegamos de Santiago; cada vez que me ve escribiendo o leyendo se me acerca para darme un beso en la frente y sin decir nada se vuelve a alejar de mí. Ha estado trabajando desde que llegamos. Al llegar al hotel que nos recibirá por toda nuest
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo