QUE PASARAAAAA LAS LEO LAS LEO
—esto es interesante— Ryan sonríe por lo bajo, esta atento a cada movimiento de Kiara.—señorita Watson, gracias por sus palabras, pero para mi no es grato estar aquí, además, puedo persuadir que mi presencia no te agrada— su mirada es letal, es fija hacia ella y eso le molesta a Cloe —se equivoca cuñado, no todo gira a su alrededor.— sonríe hipócritamente y eso enfada más a Villarreal —Cloe, como te ha cambiado la vida de casada, las facciones de tu rostro están más acentuadas, definitivamente ser la esposa de un hombre tan cruel causa amargura. ¿Nos sentamos?— le pregunta a Reyes—ven mi reina, siéntate a mi lado— le corre la silla y Kiara queda frente a Archie así que todo se complica más —¡Estás muy equivocada kiara! soy muy feliz al lado de rchie y vivo como reina, aqui la unica que la está pasando mal eres tú— arque una ceja —viviendo un infierno todos los días de tu vida —¿Yo?— Kiara sonríe aún más —si es por lo de ser la sirvienta de esta casa, hermanita, estoy acostumbrada
—¿No?— La toma del rostro para que lo mire y así la tiene a escasos centímetros. —¿Qué es lo que quieres de mí?— se atreve a preguntarle con enfado —¡Lo tienes todo! ¡La tienes a ella! ¡Ya déjame en paz! —Simplemente no puedo…— Acerca más sus labios, tiene la tentación de besarla y cumplir de una vez por todas esos sueños húmedos que tiene. —No te acerques y déjame en paz, no quiero que te me vuelvas a acercar, solo lo haces para hacerme daño. —¡No, yo sé por qué carajos estoy aquí! Solo sé que te quiero besar, quitarte ese vestido y tenerte solo para mí, desnuda y ver ese lunar en tu pecho que me dan ganas de pasar mi lengua, no sabes… ¡Joder! No sabes lo difícil que es contenerme. —No soy su presa, señor Villarreal— Intenta apartarlo, pero no puede —Si tienes tantas ganas, allá está Cloe, después de todo era lo que tanto querías. —¡Deja de estar a la defensiva, maldición! —¡No! ¡Y así estaré a todo momento! Cada vez que usted se me acerque, ¡lo haré! Al final es la únic
—¡Kiara, siéntate ahora mismo!— el señor Watson le ordena con autoridad. —No lo haré…— lo mira con desprecio —No más. —¡Kiara!— su madre se coloca de pie —Recuerda lo que hablamos. Aquí está el esposo de tu hermana y es la celebración de ellos, no lo arruines. —Como soy el mayor desastre de esta familia, eso lo hubieras pensado antes de organizar esta payasada— Kiara mira a Archie, quien no le ha quitado la mirada. —Estás muy equivocada, Cleo. No tengo nada que envidiarte, al final la única que siente envidia en este momento eres tú. El hombre que tanto te gusta me está proponiendo matrimonio y debes estar muriéndote de los celos— sonríe con debilidad. —Estás castigada— el señor Watson se coloca de pie —Malagradecida— le acerca y la agarra del brazo, ejerciendo fuerza y lastimándola. —Suéltala ahora mismo— ordena Villarreal. —Es mi hija y la estoy educando, señor Villarreal— le responde con desdén. —Suéltala o te vas a arrepentir de no hacerlo— lo sentencia, y el
Kiara se llena de pánico porque mencionan su nombre y ni siquiera puede ver quién es. Suelta la tela del vestido y este cae como cascadas sobre sus pies. Ella intenta cubrir sus ojos de la intensa luz del auto y no puede, aún así, ver nada. Sintiéndose acorralada, intenta huir, pero pisa la tela del vestido y eso la hace tambalear. La chica termina cayendo al suelo, lastimando sus rodillas. Llena de indignación por haberse caído y perder ventaja, solloza, y con sus ojos cristalinos ve unos zapatos muy finos de cuero color negro, bien pulidos. —Por favor, no me haga daño... por favor— suplica. —No quiero hacerle daño, señorita Watson. No sé si me recuerda, soy el hombre a quien le pediste ayuda en la carrera. Soy el nieto del abogado Nguyen. —¿El señor Nguyen?— Kiara alza su mirada y, al ver al hombre que está ante ella, confirma que sí es el de la otra vez. —Mi abuelo está en el auto. Por favor, déjese ayudar. Viene alguien. Por favor, permítame ayudarla. —Sí, por favor... se
—Señorita Watson, lo lamento, mi nieto es algo extrovertido—. El señor Watson niega con la cabeza. —Por favor… esas bromas son muy pesadas. Además, mi abuelito, al parecer, se olvidó de mí. Desde que murió, me dejó desprotegida. Él era el único que me defendía… Después de su muerte, mi vida se volvió un infierno—. La voz de Kiara es triste y le es imposible no llorar. Para Esteban, Kiara es dulce y guapa, pero también astuta. Le agrada; le parece interesante. —Tu abuelo jamás te dejó sola. Solo que… esa familia son unos vanidosos y con el corazón podrido—. Le explica el anciano. —Te busqué muchas veces cuando cumpliste la mayoría de edad, pero no me atendían, y otras veces decían que te habías ido con un hombre. Tu abuelo dejó un testamento. —¿De verdad?—. Kiara está asombrada. —De verdad, no comprendo… Cloe y yo somos gemelas. ¿Por qué ella y yo no? ¿Qué les hice para que me despreciaran tanto? —Señorita Watson, usted no hizo nada. Ellos tienen la mente dañada, y seguramente
—¿Quién te llama?— Su padre puede ver la tensión que hay en su hijo. —Es Lily Foster… —¿Y esa quién es? —La pelirroja con la que me viste tiempo atrás. Lo que no entiendo es cómo consiguió mi número —continúa mirando la llamada entrante. —Deberías contestar, hijo. Mientras, voy a fumarme un cigarrillo. Tu madre no me deja, y últimamente ha habido mucho trabajo y tristeza por la muerte de mi madre. —Padre, perdóname —Archie cuelga la llamada entrante—. Me necesitabas y actué como un idiota —se sincera. —Con que me pidas perdón es suficiente. Además, has tenido un mejor rendimiento laboral, hijo. Somos seres humanos, sí, pero somos una de las familias más poderosas y nunca podemos bajar la guardia. Los paparazzi siempre quieren una caída para tener que hablar, y tú no puedes dejarte, menos por una mujer. Para ser honesto, ni a tu madre ni a mí nos agrada Cloe Watson. Ella no podía anunciar el matrimonio y lo hizo porque sintió que iba a perder. No podemos subestimar a la
Kiara reacciona y mira por la ventana; efectivamente, el avión ya ha aterrizado. —Estoy nerviosa—, pasa saliva. —Lo importante es que hemos llegado—, le quita el cinturón. —Vamos aquí, el auto ya espera por nosotros—. Le da su espacio y Kiara se coloca de pie, sintiéndose algo mareada, y él reacciona al tomarla entre sus brazos. —¿Estás bien? —Me siento débil; es que no he alimentado bien. —Descuida, vamos a un restaurante primero. —No… vamos por mi hermana—. Lo mira con súplica. —Necesito verla y abrazarla; llévame con ella. —Está bien, pero compraré algo aquí en el aeropuerto para que comas durante el camino. ¿Entendido? Ella asiente con su cabeza, pero su corazón palpita con fuerza. Al salir del avión, Esteban la toma de la mano, y eso la sorprende, pero él no lo hace con mala intención, sino para que ella se apure en caminar y así le siga el paso. MANSIÓN WATSON —¿¡La encontraron!? —pregunta el señor Maxwell, quien está impaciente porque no encuentran a Kiara.
Kiara regresó a Nueva York junto a Esteban, aunque ella tenía muchas ganas de ir a la mansión Watson, se aguantó. Todo por escuchar los consejos de Esteban, un hombre con suma sabiduría, un abogado que tiene una mente tan brillante que hará de Kiara una mujer irreconocible. Aunque deberá tener cero contacto con sus amigos y quienes la conocen, todo por su bien. Aunque para ella, estar lejos de Lia y sin saber cómo estaba, era demasiado doloroso, pero como le dijo Esteban, "ese dolor te hará más fuerte. De las personas más vulnerables sale la mejor versión indestructible". Nguyen contrató a un hombre profesional de diseño en animación digital para que ella cumpliera sus sueños. Contrató a una mujer que le enseñara modales y todo lo que equivale a ser una señora de verdad. Cada vez que Kiara veía las noticias y aparecía Archie, le dolía el corazón porque aún lo ama. Pero lo que más le dolió fue haber sabido que él será padre y que Cloe será la que le dará su primer hijo. También se e