INICIAMOS MIS AMORES, SIGAN APOYANDO AL 100
Kiara se llena de pánico porque mencionan su nombre y ni siquiera puede ver quién es. Suelta la tela del vestido y este cae como cascadas sobre sus pies. Ella intenta cubrir sus ojos de la intensa luz del auto y no puede, aún así, ver nada. Sintiéndose acorralada, intenta huir, pero pisa la tela del vestido y eso la hace tambalear. La chica termina cayendo al suelo, lastimando sus rodillas. Llena de indignación por haberse caído y perder ventaja, solloza, y con sus ojos cristalinos ve unos zapatos muy finos de cuero color negro, bien pulidos. —Por favor, no me haga daño... por favor— suplica. —No quiero hacerle daño, señorita Watson. No sé si me recuerda, soy el hombre a quien le pediste ayuda en la carrera. Soy el nieto del abogado Nguyen. —¿El señor Nguyen?— Kiara alza su mirada y, al ver al hombre que está ante ella, confirma que sí es el de la otra vez. —Mi abuelo está en el auto. Por favor, déjese ayudar. Viene alguien. Por favor, permítame ayudarla. —Sí, por favor... se
—Señorita Watson, lo lamento, mi nieto es algo extrovertido—. El señor Watson niega con la cabeza. —Por favor… esas bromas son muy pesadas. Además, mi abuelito, al parecer, se olvidó de mí. Desde que murió, me dejó desprotegida. Él era el único que me defendía… Después de su muerte, mi vida se volvió un infierno—. La voz de Kiara es triste y le es imposible no llorar. Para Esteban, Kiara es dulce y guapa, pero también astuta. Le agrada; le parece interesante. —Tu abuelo jamás te dejó sola. Solo que… esa familia son unos vanidosos y con el corazón podrido—. Le explica el anciano. —Te busqué muchas veces cuando cumpliste la mayoría de edad, pero no me atendían, y otras veces decían que te habías ido con un hombre. Tu abuelo dejó un testamento. —¿De verdad?—. Kiara está asombrada. —De verdad, no comprendo… Cloe y yo somos gemelas. ¿Por qué ella y yo no? ¿Qué les hice para que me despreciaran tanto? —Señorita Watson, usted no hizo nada. Ellos tienen la mente dañada, y seguramente
—¿Quién te llama?— Su padre puede ver la tensión que hay en su hijo. —Es Lily Foster… —¿Y esa quién es? —La pelirroja con la que me viste tiempo atrás. Lo que no entiendo es cómo consiguió mi número —continúa mirando la llamada entrante. —Deberías contestar, hijo. Mientras, voy a fumarme un cigarrillo. Tu madre no me deja, y últimamente ha habido mucho trabajo y tristeza por la muerte de mi madre. —Padre, perdóname —Archie cuelga la llamada entrante—. Me necesitabas y actué como un idiota —se sincera. —Con que me pidas perdón es suficiente. Además, has tenido un mejor rendimiento laboral, hijo. Somos seres humanos, sí, pero somos una de las familias más poderosas y nunca podemos bajar la guardia. Los paparazzi siempre quieren una caída para tener que hablar, y tú no puedes dejarte, menos por una mujer. Para ser honesto, ni a tu madre ni a mí nos agrada Cloe Watson. Ella no podía anunciar el matrimonio y lo hizo porque sintió que iba a perder. No podemos subestimar a la
Kiara reacciona y mira por la ventana; efectivamente, el avión ya ha aterrizado. —Estoy nerviosa—, pasa saliva. —Lo importante es que hemos llegado—, le quita el cinturón. —Vamos aquí, el auto ya espera por nosotros—. Le da su espacio y Kiara se coloca de pie, sintiéndose algo mareada, y él reacciona al tomarla entre sus brazos. —¿Estás bien? —Me siento débil; es que no he alimentado bien. —Descuida, vamos a un restaurante primero. —No… vamos por mi hermana—. Lo mira con súplica. —Necesito verla y abrazarla; llévame con ella. —Está bien, pero compraré algo aquí en el aeropuerto para que comas durante el camino. ¿Entendido? Ella asiente con su cabeza, pero su corazón palpita con fuerza. Al salir del avión, Esteban la toma de la mano, y eso la sorprende, pero él no lo hace con mala intención, sino para que ella se apure en caminar y así le siga el paso. MANSIÓN WATSON —¿¡La encontraron!? —pregunta el señor Maxwell, quien está impaciente porque no encuentran a Kiara.
Kiara regresó a Nueva York junto a Esteban, aunque ella tenía muchas ganas de ir a la mansión Watson, se aguantó. Todo por escuchar los consejos de Esteban, un hombre con suma sabiduría, un abogado que tiene una mente tan brillante que hará de Kiara una mujer irreconocible. Aunque deberá tener cero contacto con sus amigos y quienes la conocen, todo por su bien. Aunque para ella, estar lejos de Lia y sin saber cómo estaba, era demasiado doloroso, pero como le dijo Esteban, "ese dolor te hará más fuerte. De las personas más vulnerables sale la mejor versión indestructible". Nguyen contrató a un hombre profesional de diseño en animación digital para que ella cumpliera sus sueños. Contrató a una mujer que le enseñara modales y todo lo que equivale a ser una señora de verdad. Cada vez que Kiara veía las noticias y aparecía Archie, le dolía el corazón porque aún lo ama. Pero lo que más le dolió fue haber sabido que él será padre y que Cloe será la que le dará su primer hijo. También se e
—¡Tengo miedo!— La niña empieza a jugar con sus manos. —Yo te cuido, no temas—, la toma de la mano tal como se lo indicó el doctor. Lia sufre de una enfermedad: trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Para Archie fue sumamente extraño el comportamiento de Lia, por eso la llevó a la clínica Villarreal y le diagnosticaron esa enfermedad, que posiblemente se ha desarrollado por el encierro y rechazo de los padres. Ellos han creado traumas en la niña, y por esa razón a ella le cuesta prestar atención, controlar los impulsos y mantener la calma. Por esa razón, la ayuda de un profesional ha sido fundamental, además de los medicamentos y ese amor que le da la señora Mercedes. —¿No estás molesto?— le pregunta con ternura. Archie sonríe. Ella lo hace sentir bien, y en este poco tiempo ha aprendido mucho de Lia. —No lo soy, princesa, te lo juro—, suelta de la mano para acariciarle el rostro. —¿Quieres un helado?— Ella asiente con la cabeza, y Archie deja de acariciarla. Por lo
—No me importa— le responde con frialdad y Alonso se asombra aún más. —¡Espera…! Creo que es escuchado mal. —Para nada — sonríe —. No me importa y tema cerrado, ahora a trabajar—. Le guiña el ojo y él parpadea varias veces. —Donde yo fuera hombre, bueno hombre soy— se ríe—. Me refiero que si las mujeres me gustaran, ya estaría a tus pies, querida. Al final, los hombres les gusta que los traten mal y los ignoren. Hay, si los tiene uno comiendo de la mano—. Se encoge de hombros —. Bien—. Eleva sus manos y mueve sus dedos —. Mi momento ha llegado, vamos a hacer una imagen que diga soy una DAMAPUTIS. —Alonso… —No, no, déjame a mí. Quiero que todos los hombres babeen por ti—. Alonso se emociona tanto que empieza a llamar a sus colegas haciendo pedidos excesivos y ella no tuvo opción que dejarlo mientras se dispone a estudiar francés. . —¿Y bien?— Archie está en su despacho aún, ha estado trabajando sin parar, pero su escolta ha llegado para darle información. —Señor, le teng
Esteban no le presta atención a Alonso, ya que le parece que es demasiado extrovertido. Se dispone a comer, disfruta de las pastas chinas, cuando escucha a Alonso decir con emoción . —¡Madre mía…!—¿Ahora que?— esteban le pregunta sin alzar su mirada para no darle importancia —mira, mira lo que tienes enfrenteEsteban con arrogancia lo hace y el tenedor cae inmediatamente sobre su cubo de pastas al ver a Kiara acomodando las tiras de la lencería color negra. —cuidado y se te sale la baba— murmura Alonso lleno de maldad—¿Y bien… como me queda?— pregunta al mirarlos y ver que la están mirando, obviamente ella esta algo avergonzada, pero lo que sí es cierto es que debe tener confianza en sí misma —creo que me queda algo ajustado— acomoda la parte de sus pechos y Nguyen no ha podido pronunciar palabra. Sus labios esta entreabiertos —¡Te queda perfecto!— Alonso está emocionado —¿Cierto abogado?— con su codo le golpea el brazo Nguyen está sorprendido, no sabía que Kiara escondiera tant