VALOR DEL ALCOHOLFARID ARAY Al final de la noche, solo había conseguido un respetable estado de embriaguez. Y para un hombre como yo, sentirme ebrio… significaba una cantidad significativa de Whisky corriendo por mis venas. Camil no bajo, y Emira ya dormía. Por una muchacha del servicio supe que ambas habían tomado una cena ligera y que la madre acompañó a la niña y una vez dormida esta… también se retiró a su habitación. Cuando por fin logré que los Kaya se retiraran, Liam se retiro pensativo a su propia habitación, y yo quede solo en la primera planta, aún con un vaso de whisky en mi mano. En unas pocas horas ella se iría, y no solo ella, además mis hijos se los llevaria consigo. «Camil» «Mi Peligro» La mujer que tenía en mi cabeza desde hacía seis largos años.la que vivía en mi corazón y ocupaba mi mente, por la que siquiera se me había ocurrido pensar en matrimonio en todo este tiempo, ella dormiría en la habitación continua a la mía. En la misma habitación que le había hec
JAMÁS VOLVERE A FALLAR FARID ARAY —Tu sabias lo que me proponía. Por eso me dejaste entrar…¡ por eso la puerta estaba abierta!— musité prácticamente en un susurro acercándome a la cama cruzando aquella contraluz fugitiva que me cortaba el aliento con cada paso. Acusarla no era una buena idea en absoluto… pero ¡Que Diablos!…Ni siquiera meterme en ese cuarto fue una buena idea desde el principio. —Creo que bebiste demasiado Farid— objeto sin moverse un centímetro de su posición. Estaba disfrutando demasiado la tensión que se desprendía de nosotros… «Si estaba esperando el último momento para echarme… no le sería tan sencillo deshacerse de mí después de divertirse con mi indecisión». —Eso no te lo discutire… ¡Bebi como nunca! Con el dolor de nunca antes!… o mejor dicho… hace seis años que no bebía así; pero eso no se aparta del hecho de que si lo desearas para estas alturas ya podías haberme echado d este cuarto. Tu hermano duerme a unos pocos paso de aquí y con u solo llama
UN MÉTODO INFALIBLE PARA CURAR LA RESACA CAMIL DE LA FUENTE Desperté con la erección del arábe bruto taladrándome la espalda. Había dormido como una princesa encantada en sus brazos, pero ahora a pesar de él estar durmiendo su miembro causaba estragos en mi entrepiernas con solo rozarme. La verdad, ni siquiera sabía a ciencia cierta porque había dejado esa puerta abierta, o si. Lo necesitaba, necesitaba a Farid Aray en mi vida, con todo lo que eso significara. Sus aciertos, pero también sus errores. Quizás yo misma me juzgaría más tarde por haberle perdonado tan rápido el no haber confiado en mi… pero nadie lo hizo entonces. Pero nada de eso importaba… lo único que era valioso era su amor… él me amaba y ya habíamos estado tanto tiempo separados, que no servía para nada el orgullo si solo lograba lastimarnos o hacernos más daño. Tenía que eñensar en mis hijos, en Emira, y en el bebé que aún tenía una larga lucha por delante. Difícil comienzo en el mundo tendría ese pequeñín que des
ADIÓS DE LA FUENTE CAMIL DE LA FUENTE Cada embestida sobre él, lubricaba aún más las paredes estrechas y ya húmedas de mi sex0, no tenía claro si era por estar embarazada, que mi libido sexual era tan alto, pero lo cierto era, que tener relaciones sexuales como reconciliación me estaba resultando ser demasiado excitante. Además de que Farid era un Dios en la cama «siempre lo había sido», me hacía sentir tan amada, tan especial que despertaba mariposas en mi estómago. Desde un inicio me deslumbro al punto de no superarlo jamás. Y La vista… ¡Wow! ¡Que vista! Farid debajo de mi, mordiendose los labios, con la cabeza apoyada en la almohada y disfrutando tanto o más que yo. Su piel marcada bronceada marcada con tatuajes era un afrodisíaco aún más fuerte que el alcohol. Palmeó mi trasero para excitarme aún más, y encajarse en mí aún de modo más profundo. Amaba su modo bruto y cariñoso. Si manera sensual y firme de tocarme, las caricias más sensuales y ardientes que había experimentado
UN JEQUE PARA UN HAREMCAMIL ARAY Llegamos al aeródromo en una camioneta Cadillac blanca, de las del servicio oficial del Jeque. El trayecto a la terminal aérea fue tranquilo y rápido, y desde que salíamos de la mansión, el piloto de la aeronave avisó vía telefónica que todo estaba preparado para volar. El auto se detuvo, y yo apreté a Emira contra mi pecho… en esta tierra la había concebido, y ahora nos marchábamos sin saber si volveríamos pronto a plantar nuestros pies en la península más grande del mundo. El mundo árabe otra vez me hacía enamorarme aún más del padre de mis hijos, y regresaba a América amándolo con más o igual fuerza que la primera vez. Desde que la puerta se abrió muy cerca de la pista ya se podían escuchar las turbinas del jet privado que nos regresaría a Estados Unidos. Todo estaba listo para abordar, ya nuestros asuntos en Arabia Saudita habían sido zanjados; Farid y yo nos habíamos reconciliado, y las cosas entre nosotros ya estaban bien. Emira estaba feli
UN TEST DE ADNCAMIL ARAY Llegamos a Los Ángeles, y allí en la pista nos esperaban Atenea y Amiel Aray. No se porque sentí que era algo así como héroe de Guerra con ese recibimiento. Atenea me abrazó con el cariño de siempre, ella desde que llegó siempre había intentado ser una hermana mayor, aunque yo al principio no pude verlo. Luego susurro algo en mi oído.—¡Gracias al cielo pudiste aplacar a la bestia!— dijo en una risita nerviosa y culpable —. La verdad es que me sentía muy culpable de todo lo que ocurrió, de haber desconfiado de ti Peligro… y también haberte dejado tirada. Mara me ganó esa partida. ¡La muy bruja!Negué con la cabeza y con afecto respondí a su cariño apoyando una mano en su hombro y volviéndola a abrazar. —Pierde cuidado Miss Aburrida. Tu no tuviste culpa… Creo que yo también hubiera desconfiado— espeté con sinceridad. —¿Entonces ya eres mi hija?— preguntó Amiel Aray imponiéndose e interrumpiendo para saludarme. Atenea sonrió, rodó los ojos y se hizo a un la
DOBLE O NADAFARID ARAY —No sabía que teníamos fijada una hora para llegar, nadie me avisó— protesté sin dar siquiera los buenos días. Había tenido demasiada paciencia, pero mis deseos de soportar a Abdel y su arrogancia se iban desvaneciendo. Odiaba ese intento de presión que tenía mi vida patas arriba. Abdel Kaya estaba molesto, se lo veía en el rostro; y su hija Yamila parecía que le estallarían las mejillas por la ira. Eran demasiado altivos, para solo ser una familia con influencias, ya que la familia de Abdel ni siquiera ostentaba el título de jeque en la antigua jerarquía árabe.Camil caminó de mi mano como la reina que era, no trastabilló ni se dejó intimidar en lo absoluto. —Buenos días— saludó y ambos la miraron sorprendidos. Obviamente no esperaban que forzándola a realizar un examen de ADN aún le quedaran ganas de saludar. Amiel, mi tío, avanzó y dejo a Abdel con la mano en el aire cuando este se la ofreció, el momento fue incomodo, y intercambiamos mirada con los Kay
REGRESO A ATLANTA CAMIL ARAYPor fin el momento de regresar a Atlanta llegó, a Farid le había costado aceptar, que aunque en Los Ángeles estaba parte de la familia, era necesario que nosostros siguiéramos nuestro camino.Nos despedimos de Amiel, de Atenea y Liam, y partimos al aeródromo para tomar el jet de Farid rumbo al destino final de nuestros próximos meses.Aún los asuntos con Liam estaban pendiente, pero no hermano viajaría a la ciudad para el juicio, y los asuntos con los Kaya se manejarían mediante video conferencias.—¿Listas para regresar a nuestro reino?— preguntó Farid ayudándonos a subir a la escalinata del avión. Emira sonrio encantada, y feliz de que su padre la consintiera de esa manera, si me hubiera alejado del Jeque definitivamente, me hubiera perdido muchas de esas hermosas sonrisas y esos ojos verdes brillantes por la felicidad de ser la niña consentida de su padre. Abordamos y el avión despegó sin mayor dilatación. Como siempre el vuelo fue tranquilo y l