Las penumbras de la noche caían lentamente, tapando la claridad en el horizonte.
Un fuerte viento sacudía todo a su paso. En los últimos meses el impacto de estos acrecentaba su fuerza. Atravesaban la ciudad como una estampida de búfalos.
La jungla de cemento, de unos 50 o 60 mil habitantes, comenzaba a cobrar vida.
Las luces UV del alumbrado público se encendían, los controles en los ingresos ratificaban la rutina.
El temido rebrote del Covid en su última mutación, había cobrado unas 100 mil personas en todo el país, especialmente en la región central, en la que entraba La Punta.
El templo de Asera brillaba en el centro
-¿Y conocés alguna mujer que puedas presentar?-Hermano. Estamos iguales. Deseo conocer a alguien y enamorarme perdidamente. Es lo que más deseo...pronto iremos, muy pronto.-Así que son buenas mujeres…-Si hermano. Son educadas con principios antiquísimos. Ya te digo, se está construyendo un nuevo orden. El primer paso fue la destrucción del Internet. Fue el mejor golpe posible. Fue un golpe boomerang al Reseteo que tanto ventila el Régimen. Viste los cambios que hubo.-Si. Yo recuerdo ese día...hace unos 5 años. Fue terrible. La comunicación estuvo nula por dos meses. Nadie entendía nada. Recuerdo las noticias:”los gorilas indeseables, los gorilas son los responsables&rdquo
La noche estaba avanzada.Una luna suave refulgía en lo alto. Algunas estrellas lograban verse, pero se necesitaba de un esfuerzo para apreciarlas. Era como escarbar en la roca para hallar oro. La contaminación lumínica lo impedía.En la ciudad todo parecía normal.Las personas deambulaban de aquí para allá. Las plazas colmadas de parejas teniendo relaciones a la vista de muchos. Algunos frenaban sus automóviles para unirse. Luego de satisfacer sus deseos se marchaban. Entre las parejas uno podía encontrarse algunos animales, perros, cerdos enormes, algún caballo. Dada la Ley de Igualdad Legal de Seres ellos podían actuar como cualquier ser humano.Un cartel al borde de la Plaz
Ay, amigo. Si pudiera despojarme ahora de esta piedra que llevo en el pecho y revelarte quién es tu padre, y quien es tu hermano…-¿Al sur? ¿Todos?Matute buscó el mate, luego de poner la pava al fuego en una cocina vieja.-Es lo que dije.Tu padre está liderando allá. Lo vas a encontrar nuevamente. Y Mario también. ¡Cuánto deseo contarte todo!-Eso es algo inesperado. ¿Por qué Mario no me dijo nada?-A lo mejor porque no se dio la oportunidad. Hermano, hace menos de 24 horas que estás acá. ¿No te parece demasiada información?<
Betiana logra ingresar al campamento. Engaña a su hermano pero no a Matute. Mario prepara a los soldados para el posible ataque de las Femen. Zafra y la Regente de la región discuten cómo acabar con los rebeldes. La Sacerdotisa ofrece renovar las fuerzas de las Persefones. La Sacerdotisa y Zafra planean hacerse con el poder eliminando a la Regente. Betiana filtra información para Hera, la segunda de Zafra. Atacan el campamento. Betiana huye llevando a Reynaldo en medio del combate. Matute los detiene. Zafra intenta matarlos pero huyen. -¿Ella es confiable?-preguntó Hera.
A una temprana edad las niñas reciben una enseñanza sistemática sobre la cosmovisión que deben abrazar.El principal principio de esa cosmovisión es un lema: “La raza fuerte es la raza femenina. Todo lo femenino tiene valor”.El Instituto de la Raza cuenta con tres niveles para su labor: Nivel Inicial, Nivel Medio, Nivel Superior.El horario de permanencia en el Instituto oscilaba entre las 08 a las 18 hs.Betiana comenzó a los 4 años a asistir al Nivel Inicial.Si bien no fue una alumna ejemplar, logró con creces asimilar su triste condición: tení
-Estuve a punto de contarle, Barba…¡a punto!-Pero…¿por qué hiciste eso?...sos un imprudente Matute.-¡Es mi amigo,Barba! ¿Cómo hago para guardarme esto? ¿Cómo lo miro a la cara sabiendo esto?Hubo silencio entre ambos.A unos 20 metros estaba la tienda en la que vigilaban a Betiana. Allí permanecía también Reynaldo, preocupado.Desde la tienda de Barba Blanca se podían ver solo sombras,pero los sonidos eran nítidos,por lo que se comunicaban en susurros.-¿Sabés muy bien que ahora tenés que esperar,no? Al menos hasta que se resuelva este asunto de su hermana.
La última vez que Zafra había estado en las Terrazas de la Matria fue cuando recibió la medalla de los honores,en reconocimiento por su insuperable labor como capitana de las Persefones al aniquilar un levantamiento de los "Gorilas" en el barrio Mercedes Sosa,el cual quedaba en la ladera de la montaña central."Una masacre. Las Persefones acabaron con los varones rebeldes, él último bastión de rebeldía que quedaba. Arrasaron a estos malditos, su sangre se derrama aún en las laderas rocosas." Titulaba uno de los diarios digitales."Volver a la normalidad. La capitana Zafra y su grupe de soldades liquidan a los pocos varones anti sistema que quedaban""Tal como la generala San Martina liber&oacut
Mario aceptó la advertencia de Matute, aunque notó cierto recelo en sus palabras. En los últimos años notaba ese odio interno que consumía a algunos de sus mejores compañeros, y mejores soldados.Un odio profundo, que se asemejaba a una llama interna, que flameaba y que siempre se avivaba en los momentos más inesperados.Esa llama de odio consumió a muchos, llevándolos a cometer alguna que otra tontería, como a Derticya, uno de los que falleció en la última batalla contra las Perséfones.Derticya odiaba a las Perséfones, pero lo que realmente lo consumía era su odio a las mujeres. Las veía como otra raza, como el enemigo. Hablaba cosas terribles de ellas.