De pronto, se abren las puertas del ascensor y aparece Ares, quien se acerca al ver a las mujeres tan nerviosas. —¿Qué hacen allí? —Pregunta y Adriana temerosa, se queda sin habla, mientras que Aurora, como puede señala en dirección a Vanesa. —L-la la señorita Vanesa… —Balbucea y Ares se asoma, viendo a su amada que está tirada al final de las escaleras y corre despavorido hacia ella. —¿Qué paso?, ¿qué le hicieron?, ¡Auxilio!, ¡Vanesa! —Yo… Yo… —Tartamudea Adriana muy nerviosa sin poder explicar que lo que pasó fue sin intención. —¿Quién le hizo esto? Vanesa empieza a reaccionar… —Amor… Nuestro bebé… —Está adolorida, pero eso no le impide que use su inteligencia. Esa caída era la excusa perfecta para justificar la pérdida del bebé, y de paso vengarse de Aurora, que sentía era una amenaza. Pues no era tan fácil de manejar como ella creía, y un regalo tan costoso de parte de Ares a una mujer que decía no importarle, no era buena señal. —¿Qué paso?
De camino a la clínica, va Jazmine, después de llamar a Ares y enterarse de lo sucedido con Vanesa. Apenas va en el auto, llama a su secretario personal, y le pide que contrate al mejor investigador del país y que se encargue de averiguar todo lo que pueda el día de hoy sobre Vanesa Ramírez, la mujer con la que anda su hijo, pues Jazmine es una mujer muy astuta, y le parece muy extraño que justo a unos días antes de realizar la prueba de paternidad, Vanesa pierda al bebé accidentalmente. Para Jazmine, había algo que la hacía desconfiar, y era momento de averiguar de una vez por todas, que era, y así resolver todas sus dudas. Al llegar ve a Ares bastante desencajado en la sala de espera de la urgencia del hospital. No puede evitar sentir algo de vergüenza y pena, por quién es su único hijo y el futuro heredero de Walton's Car. Se sienta a su lado, y no dice una sola palabra, intentando
—¿Estás seguro de lo que estás diciendo? Por qué con una información recolectada en tan poco tiempo, no creo que sea de fuentes verificadas. —¡Lo es! El investigador que contraté es el mejor, y lo primero que hizo fue buscar antecedentes judiciales y penales. Allí descubrió que la señora Vanesa de Grint ha estado dos veces en la cárcel, por cómplice de robo. —Josué, explícate mejor. Primero me dices que está casada y ahora ¿qué ha estado en la cárcel acusada de robo? —Si señora. Ella está casada desde hace 7 años, con el señor Joseph Grint, quién es un ladrón muy peligroso. —Y si es tan peligroso, ¿por qué está suelto? —Jamás se le ha podido comprobar nada. —Josué, necesito que llames al investigador y que corrobore toda la información que me has dado. No quiero equivocaciones. —¡Si señora! —Jazmine cuelga el teléfono, completamente fuera de sí. Observando a la mujer que dormía plácidamente en la mejor sala VIP del hospital que estaba siendo pagada por su hijo, los h
Muy enojado, Ares sale de la sala de seguridad y se dirige a su oficina. Debe pensar con cabeza fría que hacer. No podía creer como una persona que hasta hace una semana se convertiría en monja para servir a Dios, pudo haber hecho semejante atrocidad. Rápidamente, entra a su oficina, sin siquiera saludar a Lina, que lo llama varias veces para entregarle la pequeña caja que le dejó Aurora. La chica ve a su jefe enojado, y sabe que no debería molestarlo, pero su curiosidad la incitó a abrir la caja y al darse cuenta de la costosa joya no le parece prudente quedarse con ella por más tiempo. Toca a la puerta con algo de miedo. —¡Largo! ¡No quiero que me molesten! —Grita desde afuera Ares, que le hace cuestionarse a Lina si seguir insistiendo o no, pero prefiere aguantar el regaño a tener que seguir responsabilizándose de una joya tan costosa. Abre la puerta, y sin pasar asoma su cabeza y le habla desde allí. —Señor... —¡Te dije que no quiero que me moleste
Aurora regresa a casa bastante preocupada de lo que será su vida de ahora en adelante. Apenas cruza la puerta, Adriana la abraza con desespero. —Hermana, ¿estás bien? Papá dijo que te fuiste con Ares, ¿te ha hecho algo? —¿Por qué le haría algo? —Interviene con preocupación Isaías que aparece de la nada. —¡Por nada, papá! Adriana se refiere a la boda, si ya ha tenido algún acercamiento conmigo como pareja y eso… —Miente Aurora pidiéndole perdón a Dios por qué jamás imaginó que tendría que mentirle tanto a su padre, pero todo fuera por protegerlo. —¡Mmm! —La mira con los ojos entrecerrados, no muy convencido. —¿Segura? —Sí. Tan segura que precisamente hoy me invitó a salir, para conocerme, y hablar acerca de nuestro compromiso, decidiendo que ya no deberíamos esperar más, y por eso nos casaremos pasado mañana. —¿¡Qué!? —Exclama Adriana, sorprendida y a la vez horrorizada. —¿Acaso estás loca? —Le pregunta segura de que Ares no es un hom
Sin poder encontrar mayor información por su cuenta, y sintiéndose un idiota usado por Vanesa, empieza a creer que es verdad lo que le dijo. Sin embargo, no podía creerlo del todo, pues algo de amor debía sentir por él. No todo podía ser falso, aunque eso implicaría jamás perdonarla por lo que le hizo. Había tomado una decisión, se vengaría de las mujeres de su vida. Aquella quien consideraba el amor de su vida y sin reparo lo dejó, y aquella con la que se casaría y era la culpable de la muerte de su hijo. Ella, más que nadie, no merecía su perdón. Al llegar a casa de su madre, encuentra a todos a la mesa, listos para empezar a comer. —¡Estás aquí! Pensé que no vendrías… Me alegra saber que aún tengo algo de autoridad en tu vida. —Le dice Jazmine delante de todos dedicándole una mirada de frialdad. —No he venido para jugar a la familia feliz madre. Simplemente, vine a hablar con Oliver acerca de la sede de Inglaterra y su nuevo empleo. Oliver, quien lo saluda sonriente,
—¡¡¡Ares!!! —Exclama Aurora, aterrada al verlo, y él la observa de pies a cabeza. —¿Se puede saber por qué has llegado hasta ahora? —Le reclama Jazmine. —¿Y tú por qué no contestabas el maldito teléfono? —Le reclama a Josué que se disculpa de inmediato. —Lo siento señora, un embotellamiento fue el culpable de nuestro retraso y por la premura de ayudar al señor Ares, olvidé cargar mi teléfono. —Bueno, lo importante es que ya estoy aquí… —Dice Ares con una expresión indescifrable, para todos los presentes, centrado en la hermosa mujer que tiene al frente, peleando consigo mismo por estar tan asombrado de su belleza, pues era innegable que aunque no tenía nada de maquillaje, vestida de novia parecía la mismísima diosa Afrodita. Suelta a Aurora, de forma tosca, y de inmediato se arrepiente de haber pensado tantas tonterías. La joven no sabe qué hacer, y se queda inmóvil Jazmine, se acerca y le quita el velo de la mano, para colocárselo nuevamente. —No debemos perder más tiem
En el aeropuerto, Ares y Aurora esperan en la sala VIP para abordar el avión. Ares habla por teléfono con Lina, aunque ya es muy tarde, encargándole que ayude a Oliver quien ocupará su puesto durante el mes que él no estará, y también recordándole acerca del encargo que le pidió, refiriéndose al investigador privado para saber sobre Vanesa. De vez en cuando mira de reojo a Aurora, que se queja en silencio por su tobillo que está bastante inflamado. De pronto, por las bocinas de la sala, se anuncia el tan no deseado viaje para ambos, pues en el fondo, Ares prefería estar buscando a Vanesa por su propia cuenta, pero ya lo había intentado y era demasiado orgulloso para tomarse tantas molestias por una mujer que resultó ser una completa desconocida. Y Aurora no tenía ninguna curiosidad por saber lo que le esperaba en la tan mencionada "luna de hiel", como la llamó su ahora esposo. —Pasajeros del vuelo 453, con destino a Aruba, abordar por la puerta 2. —No paraban de repetir por las