Ese fin de semana…
-Dime que no vas a volver a perseguir a tu hermano por todo el salón-
Mark se giró al castaño tras ponerse el henley negro.
-No-
-Pufff, menos mal- resopló Nick.
-Solo voy a ahogarlo-
-¡Mark!-
-Me llamo y no abogues por él porque sí no me equivoco por su culpa has estado tres malditas veces a esto de desaparecer de mi lado- apuntó.
Nick se cruzó de brazos al mismo tiempo que ladeó la cabeza.
-Tú también has sido un poco bastante idiota-
-No sé si me gustas más ahora o preferiría que volvieras a ser el otro Nick que entró a mi sucursal hace tiempo-
-Soy el mismo solo que ahora tengo confianza contigo-
-Oomm, así que ese “inocente” y “tímido” Nick era solo una fachada- rezongó Mark mientras se aproximaba a él.
-Digamos que…cuando no tengo confianza con las personas soy algo tímido- repuso Nick notando cómo los brazos del moreno le atrapaban por la cintura y se lo atraía
Meses después…-¿Cómo estás?- Liam se miró a sí mismo para seguidamente hacerlo a su cuñado.-Gordo- contestó.Nick se rió por lo bajo mientras seguía picando la verdura.-Yo podría decir lo mismo- dijo.-Tú sigues viéndote bueno- refunfuñó el moreno.Nick puso los ojos en blanco.No.Aún le resultaba un pelín vergonzoso eso de oír decir esas cosas a su ahora cuñado.-Hace una semana que cumplí- añadió el castaño.-A mí aún me quedan unos días- Nick prosiguió con la comida.Sus cuñados almorzarían con él y Mark ese día por capricho de Liam. Ambos oyeron abrirse la puerta para después escuchar:-Nene, ya he llegado-Liam miró con picardía a Nick.-Anda, ve a recibir a tu capullo-Nick rodó los ojos pero dejó el cuchillo a un lado, se limpió las manos y aún pesado cómo se notaba fue a recibir al azabache.-Hola- le saludó con una amplia sonrisa.-Hola
“Pago Rechazado”En todas las facturas ponía lo mismo. Desplomó el rostro sobre la mesa, lamentándose de su mala suerte. En menos de tres meses se había quedado sin trabajo, no tenía estudios superiores y vivía solo desde hace tiempo.Volvió a levantar la cabeza y miró las facturas. Agarró una y la observó durante un buen rato. Era la factura del hospital. El tratamiento le vencía y le quedaban pocas hormonas.-Un mes- se dijo. Le quedaba un mes de hormonas y sin apenas dinero.Arrugando la factura se puso en pie, caminó hacia la salida del apartamento, agarró su cazadora, el móvil, su cartera y las llaves y salió. Caminaba rumbo al banco. Intentaría convencerles de que le hicieran un préstamo, uno pequeño.Llegó ante la entrada de la sucursal, tragó saliva y empujó la puerta. No había
-Por favor, toma asiento- pidió Mark mientras cerró la puerta.Nick le miró por unos segundos para dándole la espalda dirigirse hasta la silla que había frente al gran escritorio. Con un hábil movimiento de la mano, Mark echó el cerrojo. No por nada sino porque así nadie le interrumpiría.Miró a través de la cristalera y sin hacer ruido corrió el estor. -Vale, vamos a ver en qué podemos ayudarte- dijo llegando a su lado y sentándose en su sillón.Nick le observaba detenidamente.-Me has dicho que te llamas Nick O’Brian--Sí-El moreno encendió el ordenador e introdujo la clave. Observador como era, Nick vio las teclas que pulsaba;D.A.D.D.Y.“¿Daddy?”Se preguntó en su interior. Mark se fijó, de soslayo, como miraba al teclado pero no dijo nada.-¿Y qué edad tienes Nick?- La pregunta le pilló por sorpresa al joven.-¿Per-perdón?-El moreno retiró las ma
Qu-qué?- tartamudeó Nick.Se había quedado ojiplatico. Mark, sin dejar de sonreír, contestó:-Digo que quiero que seas mío-Rápidamente, Nick se levantó de un brinco.-¿Pero qué se cree que soy, un objeto?- se enojó.-A ver, no era mi intención sonar tan… drástico- Mark se movió en su sillón para sentarse más derecho -Por favor, siéntate- señaló la silla.-Yo… cre-creo que mejor me vo…--Sien-ta-te- repitió el moreno remarcando sílaba a sílaba la palabra.-¿Me…me está ordenando?- se contrarió Nick.-No- negó Mark -Te estoy pidiendo que te sientes-Nick, muy despacio, volvió a sentarse.-Bueno, voy a ser más explícito en lo que se refiere a lo de que seas mío- dijo el moreno -Analicemos tu situación, tú necesitas dinero- Mark se retrepó en el sillón – Y yo busco compañía-Nick tragó saliva.-¿Com-compañía en…en qué sentido?- Mark estiró una mano y paseó la yema de su índice por la mesa
Como un flan.Así salió del despacho del moreno, Nick.Detrás de él, lo hizo Mark quien posándole una mano en un hombro dirigió la mirada hacia la mujer rubia que había atendido al castaño.-Gage- llamó Mark.La rubia dejó la conversación con la cliente a la que atendía y miró al moreno.-Voy a salir a tomarme un café con el señor O’Brian- anunció con la mano puesta en el hombro de Nick.Gage se los quedó mirando de hito en hito.-Cla-claro pero y ¿Reynolds?- señaló al tipo que aguardaba de pie a un lado del mostrador.Mark miró al hombre.-¿Mañana podría venir…sobre la misma hora?- pidió amablemente.-Mañana…tendría que ser una hora más tarde- respondió el tal Reynolds.-Pues una hora m&
Ambos llegaron a la cafetería más cercana a la sucursal.Como si se tratara de una chica, Mark se adelantó a Nick e igual que todo un caballero le abrió la puerta del local.Nick aún seguía cohibido tras el “incidente” en el banco.Todavía percibía un leve picorcillo en su glúteo y aunque por extraño que le resultara, le era bastante agradable.-¿Te parece bien aquella mesa?- oyó que le preguntó el moreno señalando una mesa casi al fondo.-Sí, esa…esa está bien- asintió Nick.-Bien- contestó Mark.El joven ya iba a echarse a un lado para que él fuera delante cuando Mark se lo impidió negando con la cabeza y diciendo:-No, ve tú delante-Nick se lo quedó mirando extrañado cosa que entendió Mark como si le preguntara “¿Por qué?” Aproximándose hacia él inclinó el rostro a uno de sus oídos y le respondió:-Quiero ver cómo se mueve ese culo que tienes-A Nick casi le da un paro cardíaco al oírle decir aquello.<
Mark cruzó la puerta del aseo de hombres encontrándose al joven de pie y en mitad del lugar. Mark, despojándose de la chaqueta y dejándola a un lado de los lavabos, no apartaba los ojos de Nick.Luego se aflojó la corbata para terminar quitándosela y dejarla sobre la chaqueta. A continuación se desabrochó los botones de los puños de la camisa y se los subió hasta la mitad de sus brazos. Nick pudo comprobar lo bien formados además de fibrados que los tenía.¡Y sin una pizca de vello! Eso sí, de piel tostada. Más bien podría compararse a un dorado tipo bronceado.-Contra la pared- La forma en que le dio tal orden provocó en Nick que todo su cuerpo se agitara.-¿No me has oído, nene?- rezumó Mark soltándose los tres primeros botones de la camisa permitiendo ver parte de su pecho al joven. Nick tragó saliva al vislumbrar la misma piel y también sin una pizca de vello. -¿Nene?- El joven agitó la cabeza
Un pingüino no tendría nada que envidiarle en ese preciso momento. Con caminar torpe y como si sus piernas estuvieran hechas de gelatina, Nick caminaba al estilo de los bebés. Dando traspiés y tambaleante, iba delante del moreno quien reprimiéndose las ganas de reír, lo observaba.Casi llegando a la mesa, donde el desayuno les esperaba, un hombre les había visto salir del pasillo donde estaban los aseos y extrañado les preguntó:-¿No sabían que los aseos están estropeados?-Nick se alarmó al oír tal pregunta mientras que Mark, calmado y sin preocupación alguna, respondió:-Somos los fontaneros-El joven le miró como diciendo “Eso no se lo cree nadie”.-¿Ustedes los…fontaneros?- se sorprendió el tipo mirándoles de arriba abajo -¿No van muy…arreglados?-Nick rodó