Nick!-
Mark lo siguió escaleras arriba.
-¡Nick detente!- ordenó Mark.
El joven se aguantaba las lágrimas.
-Nick te estoy diciendo que esperes-
Nada.
El castaño le aventajaba varios pasos por delante hasta que al llegar al dormitorio Mark no se contuvo y le detuvo agarrándole de la muñeca. La otra mano de Nick se estrelló en su mejilla, retumbando por el pasillo.
Mark, atónito, soltó su muñeca para mirarle fijamente. A Nick le temblaba el labio inferior debido a su contención por no llorar.
-No vuelvas a tocarme- apuntó.
De repente Mark lo estampó contra la pared, atrapándolo bajo su cuerpo.
-Ahora mismo podría ponerte de cara a la pared, bajarte los pantalones y darte una buena azotaina- susurró sobre sus labios.
-¿Por qué, porque acabo de decirte que te quiero?- encaró Nick.
Los dos se miraban de manera fulminante.
-Ahora me quieres- dijo el moreno -Pero sé, de sobra, que es porque soy jove
Él también estaba enamorado pero no quería convertirse en una carga en unos cuantos años. No era un jovencito. No tenía veinte años. No sería joven y hermoso eternamente. Y ese era su miedo.Miedo a quedarse solo en cuanto perdiera su atractivo. Miedo a morir solo. Miedo a dormir en la frialdad de su cama. Miedo a…Sin darse por vencido se dirigió hacia las escaleras y a la carrera las bajó. Era un ático pero tenía la esperanza de llegar a tiempo. El corazón le latía a mil por segundo.Iba todo lo rápido que le daban las piernas.De todos los chicos con los que había mantenido esa especie de “relación-acuerdo” Nick había sido el único con quién no la había sentido solo como un acuerdo.“No, no, no te vayas, no te vayas, por favor, por favor”. Rogaba en su interior.Lleg&oac
Ese fin de semana…-Dime que no vas a volver a perseguir a tu hermano por todo el salón- Mark se giró al castaño tras ponerse el henley negro.-No--Pufff, menos mal- resopló Nick. -Solo voy a ahogarlo- -¡Mark!- -Me llamo y no abogues por él porque sí no me equivoco por su culpa has estado tres malditas veces a esto de desaparecer de mi lado- apuntó.Nick se cruzó de brazos al mismo tiempo que ladeó la cabeza.-Tú también has sido un poco bastante idiota- -No sé si me gustas más ahora o preferiría que volvieras a ser el otro Nick que entró a mi sucursal hace tiempo--Soy el mismo solo que ahora tengo confianza contigo- -Oomm, así que ese “inocente” y “tímido” Nick era solo una fachada- rezongó Mark mientras se aproximaba a él.-Digamos que…cuando no tengo confianza con las personas soy algo tímido- repuso Nick notando cómo los brazos del moreno le atrapaban por la cintura y se lo atraía
Meses después…-¿Cómo estás?- Liam se miró a sí mismo para seguidamente hacerlo a su cuñado.-Gordo- contestó.Nick se rió por lo bajo mientras seguía picando la verdura.-Yo podría decir lo mismo- dijo.-Tú sigues viéndote bueno- refunfuñó el moreno.Nick puso los ojos en blanco.No.Aún le resultaba un pelín vergonzoso eso de oír decir esas cosas a su ahora cuñado.-Hace una semana que cumplí- añadió el castaño.-A mí aún me quedan unos días- Nick prosiguió con la comida.Sus cuñados almorzarían con él y Mark ese día por capricho de Liam. Ambos oyeron abrirse la puerta para después escuchar:-Nene, ya he llegado-Liam miró con picardía a Nick.-Anda, ve a recibir a tu capullo-Nick rodó los ojos pero dejó el cuchillo a un lado, se limpió las manos y aún pesado cómo se notaba fue a recibir al azabache.-Hola- le saludó con una amplia sonrisa.-Hola
“Pago Rechazado”En todas las facturas ponía lo mismo. Desplomó el rostro sobre la mesa, lamentándose de su mala suerte. En menos de tres meses se había quedado sin trabajo, no tenía estudios superiores y vivía solo desde hace tiempo.Volvió a levantar la cabeza y miró las facturas. Agarró una y la observó durante un buen rato. Era la factura del hospital. El tratamiento le vencía y le quedaban pocas hormonas.-Un mes- se dijo. Le quedaba un mes de hormonas y sin apenas dinero.Arrugando la factura se puso en pie, caminó hacia la salida del apartamento, agarró su cazadora, el móvil, su cartera y las llaves y salió. Caminaba rumbo al banco. Intentaría convencerles de que le hicieran un préstamo, uno pequeño.Llegó ante la entrada de la sucursal, tragó saliva y empujó la puerta. No había
-Por favor, toma asiento- pidió Mark mientras cerró la puerta.Nick le miró por unos segundos para dándole la espalda dirigirse hasta la silla que había frente al gran escritorio. Con un hábil movimiento de la mano, Mark echó el cerrojo. No por nada sino porque así nadie le interrumpiría.Miró a través de la cristalera y sin hacer ruido corrió el estor. -Vale, vamos a ver en qué podemos ayudarte- dijo llegando a su lado y sentándose en su sillón.Nick le observaba detenidamente.-Me has dicho que te llamas Nick O’Brian--Sí-El moreno encendió el ordenador e introdujo la clave. Observador como era, Nick vio las teclas que pulsaba;D.A.D.D.Y.“¿Daddy?”Se preguntó en su interior. Mark se fijó, de soslayo, como miraba al teclado pero no dijo nada.-¿Y qué edad tienes Nick?- La pregunta le pilló por sorpresa al joven.-¿Per-perdón?-El moreno retiró las ma
Qu-qué?- tartamudeó Nick.Se había quedado ojiplatico. Mark, sin dejar de sonreír, contestó:-Digo que quiero que seas mío-Rápidamente, Nick se levantó de un brinco.-¿Pero qué se cree que soy, un objeto?- se enojó.-A ver, no era mi intención sonar tan… drástico- Mark se movió en su sillón para sentarse más derecho -Por favor, siéntate- señaló la silla.-Yo… cre-creo que mejor me vo…--Sien-ta-te- repitió el moreno remarcando sílaba a sílaba la palabra.-¿Me…me está ordenando?- se contrarió Nick.-No- negó Mark -Te estoy pidiendo que te sientes-Nick, muy despacio, volvió a sentarse.-Bueno, voy a ser más explícito en lo que se refiere a lo de que seas mío- dijo el moreno -Analicemos tu situación, tú necesitas dinero- Mark se retrepó en el sillón – Y yo busco compañía-Nick tragó saliva.-¿Com-compañía en…en qué sentido?- Mark estiró una mano y paseó la yema de su índice por la mesa
Como un flan.Así salió del despacho del moreno, Nick.Detrás de él, lo hizo Mark quien posándole una mano en un hombro dirigió la mirada hacia la mujer rubia que había atendido al castaño.-Gage- llamó Mark.La rubia dejó la conversación con la cliente a la que atendía y miró al moreno.-Voy a salir a tomarme un café con el señor O’Brian- anunció con la mano puesta en el hombro de Nick.Gage se los quedó mirando de hito en hito.-Cla-claro pero y ¿Reynolds?- señaló al tipo que aguardaba de pie a un lado del mostrador.Mark miró al hombre.-¿Mañana podría venir…sobre la misma hora?- pidió amablemente.-Mañana…tendría que ser una hora más tarde- respondió el tal Reynolds.-Pues una hora m&
Ambos llegaron a la cafetería más cercana a la sucursal.Como si se tratara de una chica, Mark se adelantó a Nick e igual que todo un caballero le abrió la puerta del local.Nick aún seguía cohibido tras el “incidente” en el banco.Todavía percibía un leve picorcillo en su glúteo y aunque por extraño que le resultara, le era bastante agradable.-¿Te parece bien aquella mesa?- oyó que le preguntó el moreno señalando una mesa casi al fondo.-Sí, esa…esa está bien- asintió Nick.-Bien- contestó Mark.El joven ya iba a echarse a un lado para que él fuera delante cuando Mark se lo impidió negando con la cabeza y diciendo:-No, ve tú delante-Nick se lo quedó mirando extrañado cosa que entendió Mark como si le preguntara “¿Por qué?” Aproximándose hacia él inclinó el rostro a uno de sus oídos y le respondió:-Quiero ver cómo se mueve ese culo que tienes-A Nick casi le da un paro cardíaco al oírle decir aquello.<