Qu-qué?- tartamudeó Nick.
Se había quedado ojiplatico. Mark, sin dejar de sonreír, contestó:
-Digo que quiero que seas mío-
Rápidamente, Nick se levantó de un brinco.
-¿Pero qué se cree que soy, un objeto?- se enojó.
-A ver, no era mi intención sonar tan… drástico- Mark se movió en su sillón para sentarse más derecho -Por favor, siéntate- señaló la silla.
-Yo… cre-creo que mejor me vo…-
-Sien-ta-te- repitió el moreno remarcando sílaba a sílaba la palabra.
-¿Me…me está ordenando?- se contrarió Nick.
-No- negó Mark -Te estoy pidiendo que te sientes-
Nick, muy despacio, volvió a sentarse.
-Bueno, voy a ser más explícito en lo que se refiere a lo de que seas mío- dijo el moreno -Analicemos tu situación, tú necesitas dinero- Mark se retrepó en el sillón – Y yo busco compañía-
Nick tragó saliva.
-¿Com-compañía en…en qué sentido?-
Mark estiró una mano y paseó la yema de su índice por la mesa haciendo círculos.
-Compañía en el sentido de que si quiero besarle le beso o si quiero acariciarle le acaricio o si quiero abrazarle le abrazo…o si quiero dormir con él, duermo- explicó.
Nick casi se atragantó con su propia saliva.
-¿Dor-dormir?- titubeó.
-Sí- asintió Mark con una sonrisa de pillo pintada en los labios.
-¿Dor-dormir…de dormir en la misma…ca-cama?-
El moreno se echó hacia delante para uniendo las manos fijar sus ojos en él y volver a pasearse la punta de la lengua por los labios.
-Ajá, en la misma cama, bien abrazaditos y, poder ser, sin nada de ropa-
A Nick se le escapó otro jadeo.
-¿E-eso…im-implica…se…se…sexo?- preguntó con la voz tomada por los nervios.
Mark ladeó la cabeza a la vez que elevó un poco más su comisura en un amago de sonrisa.
-Jumm, creo que…un poquito…sí-
En el acto, Nick dio un bote de la silla.
-No-no…no puedo…yo-yo…yo…so-soy…so-soy…vi…virgen…-
Mark se quedó pasmado al oírle tal respuesta.
“Creo que ya puedo ir empezando a llamarme a mí mismo pervertido…porque pienso pervertirte mucho”. Se dijo para sí.
-Yo-yo casi mejor que…me voy-
Dándose media vuelta, Nick se dispuso a salir a toda velocidad de allí cuando la voz del moreno le hizo detenerse.
-Espera-
El joven se detuvo.
Poniéndose en pie, Mark anduvo hacia él, le rodeó y colocándose frente a frente con él le preguntó:
-¿Es cierto?-
-¿Qué?-
-Pregunto que si es cierto lo que acabas de decirme-
Mientras hablaba, el moreno iba obligando a Nick a caminar hacia atrás.
-S-si- afirmó éste.
-Caray, eso…me sorprende-
-No-no sé porqué-
Mark lo obligaba a retroceder rumbo a la mesa.
-Bueno, no digo que todos los jóvenes seáis iguales pero suponía que era raro el que un chico de tu edad pudiera seguir manteniéndose…virgen-
Nick tropezó con la silla pero se estabilizó rápido sujetándose a la mesa. Acabó apoyado sobre el borde de ésta y con el moreno excesivamente próximo a él.
-No…no lo veo raro- repuso Nick más nervioso que antes.
-No, si no digo lo contrario, es…solo que me asombra- el índice del mayor se situó bajo el mentón del chico y le empujó la cara hacia arriba.
Los ojos de ambos hicieron contacto.
-No se te habrá presentado la oportunidad o a lo mejor no has dado con el idóneo- añadió Mark.
-Creo que he dado muchas veces con el… idóneo pero al momento de la verdad…se han echado para atrás- se lamentó Nick.
Mark arrugó el ceño. Impidiendo que le retirara la mirada, preguntó:
-¿Y eso por qué? No te harían daño ¿No?-
Solo de pensar que al joven le hubieran intentado hacer daño se lo llevaban los demonios. Nick negó con la cabeza a la vez que contestó:
-No, ellos…se…se retractaban…al…al verme…desnudo-
Mark se alejó un poco y le realizó un escaneo a fondo de arriba abajo.
-Pues perdona mi sinceridad pero tienes un cuerpo que a mí no me dessgradaria ni en lo más mínimo verlo sin ropa-
Las mejillas de Nick se tornaron rojas de vergüenza.
-Estarían ciegos- apuntó Mark que volvió a presionarse contra él.
Nick quiso impedir que se presionara en exceso con cierta parte de su anatomía que le hacía ser un chico diferente al resto.
-No haría nada que no desearas- musitó Mark acortando la escasa distancia entre sus rostros y llegando a rozar aunque muy sutilmente sus labios con los del joven.
-Es…es que yo…n-no…no soy un…chi-chico nor-normal- jadeó Nick aferrándose con más fuerza al filo de la mesa.
Notó cómo el moreno logró abrirse paso entre sus piernas para encerrándolo entre sus brazos, hacerlo preso con todo su cuerpo.
-Eso salta a la vista…nene- rezumó Mark.
Nick sintió cómo acariciaron los labios del pelinegro los suyos de forma fugaz.
-Acepta mi propuesta y todas esas facturas que tienes pendientes, además de las que vengan, no tendrás que preocuparte por ellas nunca más- ronroneó Mark que ladeando la cabeza tocó su boca con la suya.
-Pe-pero es que yo…yo no…nunca…- suspiró Nick percibiendo el aliento del hombre contra el suyo.
-Dame lo que quiero…y te prometo que no volverás a pasar falta económicamente hablando…nene-
El corazón de Nick latía desenfrenadamente. Sus ojos empezaban a cerrársele. Y su piel no dejaba de estar erizada. A punto de recibir los labios del azabache contra los suyos el sonido del teléfono les interrumpió.
Nick oyó cómo Mark dio un resoplido de descontento. Sin apartarse de él le obligó a reclinarse hacia atrás un poco llegando a casi recostarlo sobre la mesa.
Sin apartar la mirada de Nick, Mark alargó una mano y descolgó.
-Sí- respondió.
“-Señor Scott ha venido el señor Reynolds para lo del préstamo hipotecario-“
-M****a- masculló Mark -No tardo, dígale que espere…unos tres minutos-
“-Claro-“
Mark colgó y regresó su atención al joven.
-Tienes tres minutos para darme una respuesta- dijo al mismo tiempo que se inclinaba sobre su boca -¿Así que qué dices?-
Nick tragó saliva varias veces. El simple hecho de no tener que preocuparse por las facturas lo tenía indeciso. Pero luego recordaba lo de tener que dormir con él desnudo…Y eso lo hacía echarse para atrás.
-¿Ten… tengo que… ha-hacer el…a-amor con…con usted?-
Una sonrisita divertida asomó en los labios del pelinegro.
-No si no quieres aunque no te vendría nada mal si me dejas ser el primero…- volviendo a tocar sus labios con los suyos, Mark murmuró -Y así que sepas lo que es hacerlo…bien hecho-
Antes de que pudiera responderle, los labios del pelinegro lograron apresar los suyos. El primer beso que recibió del hombre y que le hizo temblar de anticipación. Si un simple beso le provocaba tal reacción en su cuerpo…
¿Qué no le haría sentir si por un casual ocurría esa primera vez con él?
Como un flan.Así salió del despacho del moreno, Nick.Detrás de él, lo hizo Mark quien posándole una mano en un hombro dirigió la mirada hacia la mujer rubia que había atendido al castaño.-Gage- llamó Mark.La rubia dejó la conversación con la cliente a la que atendía y miró al moreno.-Voy a salir a tomarme un café con el señor O’Brian- anunció con la mano puesta en el hombro de Nick.Gage se los quedó mirando de hito en hito.-Cla-claro pero y ¿Reynolds?- señaló al tipo que aguardaba de pie a un lado del mostrador.Mark miró al hombre.-¿Mañana podría venir…sobre la misma hora?- pidió amablemente.-Mañana…tendría que ser una hora más tarde- respondió el tal Reynolds.-Pues una hora m&
Ambos llegaron a la cafetería más cercana a la sucursal.Como si se tratara de una chica, Mark se adelantó a Nick e igual que todo un caballero le abrió la puerta del local.Nick aún seguía cohibido tras el “incidente” en el banco.Todavía percibía un leve picorcillo en su glúteo y aunque por extraño que le resultara, le era bastante agradable.-¿Te parece bien aquella mesa?- oyó que le preguntó el moreno señalando una mesa casi al fondo.-Sí, esa…esa está bien- asintió Nick.-Bien- contestó Mark.El joven ya iba a echarse a un lado para que él fuera delante cuando Mark se lo impidió negando con la cabeza y diciendo:-No, ve tú delante-Nick se lo quedó mirando extrañado cosa que entendió Mark como si le preguntara “¿Por qué?” Aproximándose hacia él inclinó el rostro a uno de sus oídos y le respondió:-Quiero ver cómo se mueve ese culo que tienes-A Nick casi le da un paro cardíaco al oírle decir aquello.<
Mark cruzó la puerta del aseo de hombres encontrándose al joven de pie y en mitad del lugar. Mark, despojándose de la chaqueta y dejándola a un lado de los lavabos, no apartaba los ojos de Nick.Luego se aflojó la corbata para terminar quitándosela y dejarla sobre la chaqueta. A continuación se desabrochó los botones de los puños de la camisa y se los subió hasta la mitad de sus brazos. Nick pudo comprobar lo bien formados además de fibrados que los tenía.¡Y sin una pizca de vello! Eso sí, de piel tostada. Más bien podría compararse a un dorado tipo bronceado.-Contra la pared- La forma en que le dio tal orden provocó en Nick que todo su cuerpo se agitara.-¿No me has oído, nene?- rezumó Mark soltándose los tres primeros botones de la camisa permitiendo ver parte de su pecho al joven. Nick tragó saliva al vislumbrar la misma piel y también sin una pizca de vello. -¿Nene?- El joven agitó la cabeza
Un pingüino no tendría nada que envidiarle en ese preciso momento. Con caminar torpe y como si sus piernas estuvieran hechas de gelatina, Nick caminaba al estilo de los bebés. Dando traspiés y tambaleante, iba delante del moreno quien reprimiéndose las ganas de reír, lo observaba.Casi llegando a la mesa, donde el desayuno les esperaba, un hombre les había visto salir del pasillo donde estaban los aseos y extrañado les preguntó:-¿No sabían que los aseos están estropeados?-Nick se alarmó al oír tal pregunta mientras que Mark, calmado y sin preocupación alguna, respondió:-Somos los fontaneros-El joven le miró como diciendo “Eso no se lo cree nadie”.-¿Ustedes los…fontaneros?- se sorprendió el tipo mirándoles de arriba abajo -¿No van muy…arreglados?-Nick rodó
Saliendo de la cafetería, ambos caminaban el uno al lado del otro. Lo hacían en silencio para de vez en cuando, Mark, lanzarle miraditas fugaces al chico.-No estés turbado- dijo.Nick giró la cabeza y le miró.-Acabo de…pasar la mayor vergüenza de toda…mi vida cuando usted se ha puesto a…hablar tan ricamente de lo que ha…pasado en…--Él no tenía ni idea de a lo que en verdad me estaba refiriendo nene-Sin avisar, Mark agarró de una mano al castaño para tirando de él estamparlo en el muro de un callejón sin salida y a unos cuantos metros de la cafetería.-¿Pero qué…?-Nick no pudo terminar la pregunta pues su boca fue asaltada por la del moreno de manera voraz. Nick se atrevió a rodearle por el cuello con ambos brazos y darle libertad para besarle.Despacio, Mark fue retirando sus labios de los suyos.-¿Entonces aceptas mi propuesta?- preguntó sin soltar su cintura.Nick tragó saliva.
Al final, Mark no regresó a la sucursal sino que acompañó a Nick a su apartamento para coger lo imprescindible; Su cepillo de dientes.Aunque el mayor le dijo y redijo que él le compraría no uno sino todos los que quisiera, el joven se negó en redondo. Mark observaba con detenimiento el pequeño apartamento mientras oía a Nick a lo lejos.Extrañado de lo que pudiera estar haciendo se encaminó hacia el pasillo y anduvo hacia donde provenía el ruido. Lo encontró en su habitación preparando un pequeño bolso.-¿Qué haces?- Nick se sobresaltó al oír su voz.-Eres…demasiado sigiloso y…me das unos sustos de muerte y ya si le agregas que…me pones nervioso…- Mark, cruzado de brazos y apoyándose en el marco de la puerta le miró. Nick pudo ver que lo hacía con una sonrisita entre divertida y pícara.-Por eso lo hago- contestó el moreno.-¿Qué?- -Me gusta ver cómo dejas de ser una persona centrada y te vuelves…torpe- repuso.<
Una puerta de color gris ceniza se abrió para dejar a su vista un amplio y espacioso salón con poco mobiliario pero bien distribuido. Un grandioso ventanal permitía ver unas hermosísimas vistas.Nick se adentró más a aquel diáfano salón.-Bueno, a partir de ya, ésta es también tu casa- escuchó decir al moreno. Dándose media vuelta le miró viendo como se despojaba de la chaqueta y la colgaba en una percha anclada a la pared junto a la puerta.-¿Por qué no te pones cómodo?- indicó Mark al chico señalándole hacia la zona donde dos grandes sofás de cuero gris perla había -Me cambio y te explico de qué va esto y la relación que habrá entre tú y yo a partir de ahora-Nick asintió y se dirigió hasta ambos sofás. Apenas si se sentó Mark terminó diciendo:-Después te castigaré y cuando termine te acompaño arriba para que dejes lo que has traído y luego…te masturbaré- Nick le miró como si le hubieran salido dos cabezas adem
Se frotaba el trasero intentando mitigar la ardorcillo que todavía notaba después de la “paliza” que Mark le había dado. Éste, yendo detrás de él, observaba su mano puesta en su culo.“Ahora te relajaré y mitigaré yo ese culo que tienes”. Se dijo para sí.-Me pica- se quejó Nick llegando arriba y girándose al moreno.Mark le obsequió con una sonrisa para cercando su cintura obligarle a caminar hacia delante. Él llevaba colgado el bolso del castaño y lo hacía caminar sin soltarle.-¿Me vas a pegar cada dos por tres?- quiso saber Nick.-Solo si te portas mal- contestó Mark que arrimó su boca a uno de sus oídos -Y yo no pego-Dándole un besito de lo más casto en la mejilla, liberó su cintura, le agarró de la mano y lo guió hasta el dormitorio.-Elígete un par de pantalones y una camiseta- mandó el moreno entrando a la habitación y dejando el bolso sobre la cama -Mañana cuando vuelva de la sucursal iremos a comprarte ropa-Nick vio