Sofía.
Mantengo una sonrisa dulce en mi rostro asta que me quedo sola en la habitación, pero como se me ocurrió seguir esta mentira asta este punto si el emperador se entera de mi engaño mi cabeza rodará por engañar a la realeza, por que diablos hice esto, no soy estúpida se muy bien que no me convencieron la palabras lindas de ese hombre guapo fue mi maldito orgullo el que me hizo quedarme para demostrarle a mi padre que puedo ser alguien en esta sociedad, me doy la vuelta y camino asía la ventana mientras me masajeo las sienes para intentar calmar mi ansiedad, piensa Sofía en una manera de salir de esta con la cabeza sobre tu cuello, doy un largo suspiro y veo por las ventanas percatandome que fuera de esta hay un hermoso jardín con flores bellamente cuidadas incluso hay una en la ventana por fuera, me tomo la libertad de abrir la ventana para poder admirarla mejor, son rosas enanas de un bello color rojo, se nota que alguien les a puesto su atención debida, acerco mi mano para poder acariciar sus delicados pétalos. -son hermosas ¿ no es así ? Escucho la vos de ese hermoso hombre a mis espaldas cerca de mi oído asustando me, giro la cabeza para verlo pero no me doy cuenta que esta muy cerca de mi y nuestros rostro quedan uno frente al otro, estamos tan cerca que puedo sentir su cálida respiración rosar mi mejilla, recobro la compostura y me intento alejar de él pero en mi prisa piso el dobladillo de mi vestido asiendo me caer asía atrás pero este hombre es rápido me toma de la mano y me jala asía él para impedir que me caiga, tengo que colocar mis manos al frente para no chocar de nuevo con su pecho, siento que mi corazón late fuertemente y que en cualquier momento se me saldrá, acomodo mis ideas para poder hablar sin trabarme. -si son muy bonitas señor. -no me llames señor me ase sentir viejo, mi nombre es William Bicris. Al escuchar ese nombre me ase ponerme tensa ya que lo reconozco si mal no lo recuerdo es el nombre del hermano del emperador Luis tercero, el hombre más cotizado por las damas del imperio por su belleza y sin contar que es de la realeza la mujer que se logre casar con el estará rodeada de riqueza pero se ganara el odio de las demás y estoy en sus manos debo de alejarme de él ya tengo suficiente con el hecho de que estoy comientiendo un pecado al mentirle a la familia real podría perder la cabeza pero si todo sale bien podría demostrar que una mujer tiene valor y no solo es una forma de hacer una union entre familias, me alejo de William a una distancia prudente. -me podría informar cuales serán mis deberes señor William. -ya te dije que no me llames señor podrías llamarme solo William. -eso seria una falta de respeto de mi parte. -no me gusta ser tan formal pero tus deberes serán atender a la hija del marques Lamber la señorita Rosa. -buscaban un medico para ser una sirvienta. -claro que no vera tenemos un pequeño problema que ocurrió debido a siento alimento que consumió y necesitamos que alguien la cuide de salud. -ya entiendo. De seguro alguien la envenenó por que tengo entendido Rosa es una de las amantes del emperador bueno eso es lo que dice mi hermana Ana que es la que asiste más seguido a los bailes . -una de las sirvientas la llevara a conocer a la dama y después a la habitación que ocupará en el palacio de la señorita Lamber y debo decirle que no podrá abandonar el palacio asta que su contrato acaba que podrá firmar en unos minutos si trabaja bien podrá ser contratada de nuevo pero eso depende de usted y de mi hermano el emperador. La puerta es abierta por un hombre alto, delgado, de cabello castaño y de ojos azules que ase una reverencia leve que respondo de la misma forma. -señor William aquí esta el documento para la señorita Roos. Deja los papeles en uno de los escritorio y William me extiende un bolígrafo para que los firme, me acerco y dudo un poco en si firmarlos a no, si lo hago no abra vuelta a tras no veré a mi madre y mi cuello estará en riesgo pero si no lo hago mi padre me obligará a casarme con un hombre que no amo y vivir el resto de mi vida a su sombra, después de analizar un poco las cosas tomo mi decisión tomo el bolígrafo y firmo el contrato dando un ligero suspiro. -bueno Diego llama a una sirvienta para que acompañe a la señorita Roos al palacio de la señorita Lamber. -ya la esta esperando en el pasillo. -que eficiente Diego, bueno señorita Roos espero que disfrute su tiempo aquí y poder tomar una taza de té en su compañía. Asiento y hago una reverencia para salir de la habitación donde ya me esta esperando una sirvienta que no me dice nada y solo camina por los pasillos del palacio asta que me doy cuenta que entramos a un palacio diferente donde abre unas puertas y puedo ver una habitación que esta a oscuras y un fuerte olor a perfume llega a mi nariz, la sirvienta me ase una seña de que entre y al hacerlo alcanzo a distinguir una cama en donde veo a una mujer pálida y con rostro calaberico, por dios que tiene está mujer, me acerco con rapidez para poder atenderla. -no la toques. Me detengo al escuchar la voz de un hombre y al voltear a mi derecha veo a un hombre alto, de cabello negro y de ojos pequeños. -supongo que eres la nueva enfermera, no debes de tocar a la marquesa soy el único que debe tocar su cuerpo ya que soy el medico principal de este palacio tu solo seguirás mis ordenes, no sé como se les ocurrió contratar a una mujer. Veo que los chismes corren por este lugar como pólvora, este hombre será una piedra en mi zapato pero por lo pronto solo asiento a sus palabras. -llevate a esta mujer a su habitación, ella te dará tu horario. Hago una leve reverencia y sigo a la misma sirvienta que me trajo aquí que me lleva a una habitación cercana que es tan grande que tiene una sala propia y me da el horario, sale de la habitación dejándome sola, me dejo caer sobre la cama que esta muy suave con una sonrisa en mi rostro este lugar es muy grande y lujoso, tendré que vivir en este palacio durante cuatro años pero debo de tener cuidado de que no sepan que el medico es mi hermano y no yo lo bueno que Luis es muy popular.William. He pasado algunas veces por el palacio de Rosa para ver a la nueva adquisición del palacio y debo de admitir que a pesar de que es baja de estatura y un poco robusta es muy hermosa sin contar que tiene cerebro ya que la e visto varias veces salir de la biblioteca con libros entre sus manos, no me gusta espiar a una dama pero todavía no estoy seguro de acercarme a ella por eso le pedí a Diegoque investigara sobre ella, hoy le pedí a Diego que me traiga un informe del estado de salud de Rosa ya que mi hermano esta un poco impaciente por volver a verla pero al estar enferma no se le puede acercar, el monarca de esta nación no debe de caer enfermo por algo que todavía no saben que es, escucho que alguien toca la puerta de mi oficina sacándome de mis pensamientos.-pase.La puerta se abre y veo que es Diego pero por la expresión de su rostro me doy cuenta de que algo no esta bien, me preocupa que sea la salud de Rosa, no es nada conveniente que la hija de un marques fallezca en e
Sofía. En toda la noche no pude dormir estoy muy preocupada por que William no respete su palabra y me delate con su hermano, estado pensando en una forma de salir del palacio sin que se den cuenta podría robar el uniforme de alguna de sirvienta y llegar a donde lavan la ropa y tal vez allí poder llegar alguna de la salidas pero dudo mucho que William me deje sin castigo por engañarlo y escapar, doy un largo suspiro al ver que el sol a salido y no pude descansar, me levanto y me alistó con mi uniforme blanco y recojo mi cabello en una colá alta, voy al comedor y me percató de que esta un poco solo faltan algunas de las sirvientas supongo que deben de estar trabajando ya, después de tomar mi desayuno me dirijo a la habitación donde me doy cuenta que no esta el médico por ningún lado, me acerco a la sirvienta principal de Rosa Magda para saber que pasa. -¿ disculpé señorita Magda donde esta el médico ? -al parecer su esposa entro en labor de parto antes de lo esperado y se tubo que
Sofía. Han pasado cuatro días en los que me e hecho cargo de Rosa dándole papillas y té para desinflamar su garganta pero por estarla cuidado no e dormido nada pero me alegra que mis cuidado tengan resultados favorables Rosa tiene más fuerzas y la inflamación de su garganta a disminuido, las pecas rojas en su cuerpo han comanda a desaparecer pero creo que le ase falta un poco de sol para que su cuerpo se caliente un poco más.-señorita Lamber no desea tomar un poco de té en el balcón.-¿ eso me ayudara a mejorar ?-si, el sol es muy beneficioso para el cuerpo pero no en exceso.-Magda por favor que preparen todo y ayúdame a cambiarme.Me sorprende que a pesar de que Rosa se siente débil aun desea que la vean bien vestida las demás damas pero cuando ya tengo preparado el té miro que Magda le está colocando el corset, no sé por que las damas sacrifican movilidad, comodidad y salud solo por verse bien, solo para estar a la moda, le daré mi opinión pero sin ser muy insistente.-disculpe
William.Termino por fin algunos pendientes que tenía en mi oficina cuando me percato de la hora, ya es bastante tarde y no hice el encargo de mi hermano, doy un suspiro con cansancio y me levanto para ir al palacio de Rosa para informarle de su visita de mañana en la mañana solo espero que tengan tiempo suficiente para arreglar algo decente si no es así mi hermano se enojará conmigo tal vez deba de ayudar un poco además tendré la oportunidad de ver cómo va mi pequeño experimento con esa dama, al llegar al palacio soy recibido por una sirvienta.-mi señor ¿ en que le podemos ayudar ?-debo de informarles a las trabajadoras que mañana el emperador vendrá a visitar a Rosa así que le sugiero que organicen y limpie todo el lugar y le informen al cocinero que prepare algo decente.-sí señor.Decido ir a la habitación de Rosa para ver su estado ya que si no fuera por mi intervención ella no estuviera aquí fui yo quién le sugirió a mi hermano que hacer una alianza con su familia sería benef
Sofía. Al despertarme esta mañana me doy cuenta de que algo a pasado las sirvientas son más activa y no solo ella si no que Rosa se ve con más ánimos tomo un largo bajo de rosas y leche de burra en la mañana, a mi ver se me ase un desperdicio de leche hay demasiados niños que pasan mucha hambre y aquí desperdician algo tan nutritivo, me acerco a una de las sirvientas para pedir el desayuno de Rosa. -disculpe le podría pedir el cocinero que prepare una sopa de lentejas y un puré de manzana. -disculpe señorita Roos el cocinero ya tiene el menú para desayunar. La sirvienta mira a su alrededor y se me acerca mucho para mi gusto. -no sabe que hoy vendrá el emperador a ver a Rosa y a desayunar. El emperador aquí eso no es bueno para mi tendré que esconderme en la oficina del medico que e organizado. -gracias por avisarme. La sirvienta ase una leve reverencia para seguir en lo suyo, tomo mis libros y me dirijo a la salida de la habitación. -señorita Roos podría esperar un poco. Me
Sofía. Pasamos al comedor donde los invitados toman asiento y espero a que Rosa me señale una silla con la mirada y para mí desgracia mira la silla al lado de William con el pesar de mi alma tomo asiento, pienso ignorarlo en todo el desayuno, al ver el desayuno me percató de que es un poco pesado para Rosa no creo que su garganta lo soporte, la miro con discreción y me percató de que apenas pone comida en el tenedor, supongo que si come de esa manera no inflamara su garganta. -¿ como a estado señorita Roos ? Medito un poco en si responderle o no pero sería de mal educación además mi vida esta en sus manos, lo miro con una linda sonrisa. -estado muy bien gracias por preguntar. -que formal. -debo de serlo ya que usted es de la realeza y yo soy una simple plebeya. William se me acerca y me mira con una sonrisa que me produce una incomodidad. -una plebeya que tiene tanto valor como para engañar a mi hermano. Este maldito me esta amenazando, mi abuela tenia razón el diablo se vis
William. Me quedo parado en el jardín muy sorprendido y un poco desorientado, que acaba de pasar, mi pulso esta acelerado y no dejo de pensar en lo hermosos de sus ojos, por lo general soy yo quien deja así a las mujeres no al revés, como se atrevió a esto, a semejante falta de respeto, doy un suspiro lleno de frustración para acomodar un poco mi ropa y caminar de nuevo al palacio, espero a mi hermano en uno de los salones pero no dejo de pensar en Sofía, en su mirada y lo suave de su voz, en lo bella que se miraba con ese vestido azul y no sabía que tenía el cabello tan largo. -¿ desea tomar té o algún bocadillo señor ? La voz de una sirvienta me saca de mis pensamientos, al mirarla me percató de que sus mejillas están ruborizadas, me mira con admiracion y esperanza, esa es la misma mirada de todas, todas esperan algo de mi ya sea mi atención, dinero o estatus siempre interesadas en lo que pueden obtener jamás me miran a mi en realidad es por eso que juego con ellas, le doy una
Sofía. Despues de que el emperador se fue fui a ver el estado de ella pensé que la encontraría en el dormitorio pero estaba en una de las salas, se mira preocupada mirando por la ventana pensé que estaría feliz de que el emperador la visitará pero me doy cuenta de que no le gustó su visita, si le desagrada el emperador por que es su amante aunque no creo que pueda negarse, miro su rostro iluminado por la luz de la ventana los puntos rojos le dejaron leves marcas en la piel tal vez debería de hacerle algo para desaparecer esas marcas. -¿ que piensa señorita Sofía ? La voz de Rosa me saca de mis pensamientos y le presto atención, a ocultado su tristeza con una sonrisa dulce. -le gustaría desaparecer las marcas de él salpullido. -claro, que mujer no desearía quitar esta horrible textura de la piel. -le prepare algo y se lo entregaré mañana. -muchas gracias. Rosa me da una sonrisa genuina antes de levantarse y retirarse a sus aposentos, le pido a su sirvienta personal que la cuid