Sofía. Despues de que el emperador se fue fui a ver el estado de ella pensé que la encontraría en el dormitorio pero estaba en una de las salas, se mira preocupada mirando por la ventana pensé que estaría feliz de que el emperador la visitará pero me doy cuenta de que no le gustó su visita, si le desagrada el emperador por que es su amante aunque no creo que pueda negarse, miro su rostro iluminado por la luz de la ventana los puntos rojos le dejaron leves marcas en la piel tal vez debería de hacerle algo para desaparecer esas marcas. -¿ que piensa señorita Sofía ? La voz de Rosa me saca de mis pensamientos y le presto atención, a ocultado su tristeza con una sonrisa dulce. -le gustaría desaparecer las marcas de él salpullido. -claro, que mujer no desearía quitar esta horrible textura de la piel. -le prepare algo y se lo entregaré mañana. -muchas gracias. Rosa me da una sonrisa genuina antes de levantarse y retirarse a sus aposentos, le pido a su sirvienta personal que la cuid
Sofía. Me despierto de mi siesta al sentir que alguien me toma el hombro, miro de quien se trata y es la sirvienta principal de Rosa. -¿ esta bien la señorita ? -si ella esta bien solo que ya es hora de cenar. -ya voy. Por dios cuanto tiempo dormir pensé que solo serian unos minutos pero veo que fueron varias horas, me levanto de la silla para seguir a la sirvienta y me sorprendo de ver a Rosa sentada a la mesa, hago una leve reverencia como saludo. -discúlpeme por hacerla esperar. -por favor tome asiento. Hago lo que me pide y me alegra ver que la comida de hoy es más sustanciosa y que ella se ve mucho mejor, que bueno que logre mi cometido antes de que el médico regresara espero que cuando regrese solo me despidan y poder desaparecer de aquí, estado ahorrando cada centavo que me dan para poder independizarme de mis padres solo me falta pensar en alguna forma de seguir manteniendo me tal ves podría abrir una botica de hiervas, en el imperio no necesitas permiso para abrir un
William. Pasan los días y no dejo de pensar en Sofía además que he estado esperando que me mande por lo menos una carta dándome las gracias por los vestidos que le he regalado ya que no me salieron nada baratos sin contar que mi hermano vino a pedir una explicación de por qué había gastado tanto dinero en vestidos tuve que inventarle que Sofía no tenía dinero para tener vestidos de acorde al sitio donde trabaja además lo convencí también diciéndole que un simple uniforme de enfermera no iba con una persona que tendría que estar cerca de Rosa durante todo tiempo lo bueno que es fácil de convencer de ciertas cosas además ambos sabemos que si por algún motivo dejo de ayudarlo o dejo de trabajar para él ya sea por salud, por mujeres, política o siempre sencillamente no me da la gana el reino poco a poco se irá hacia abajo, no es estúpido sabe que ambos necesitamos yo para rodearme de lujos y el para mantener la corona en su cabeza pero al no tener la mente tan libre me cuesta enfocarme
William. Me sorprendió mucho ver la reacción del doctor Alex sabía que tenía su carácter y se molestaría pero no al punto de agredir a una mujer no lo creí caer tan bajo además tampoco me creí capaz de golpear a otro hombre para defender a una dama ya había defendido antes a una dama pero con palabras jamás llegué a la golpes pero al ver cómo la iba a golpear mi cuerpo se movió por sí solo y debo admitir que me duele la mano pero al ver el estado de Sofía mi dolor pasa a segundo plano, su agarre en mi brazo tiembla y a pesar de que su rostro se ve calmado sus ojos se miran llenos de miedo, al salir de la habitación veo que ya tenemos público y sé muy bien que esto se sabrá para mañana en todas las partes del palacio, me percato de que tiene la vista perdida supongo que ha de esta todavía impresionada por lo que acaba de pasar. -con su permiso señorita Lamber llevaré a la señorita Roos a una de las salas para que calme sus nervios. -adelante duque, pediré que le lleven un poco de t
Sofía. Cuando William me toca la muñeca siento como un escalofrío recorre mi cuerpo y una sensación extraña se instala en mi estómago, como si tuviera náuseas o algo me hubiera caído mal pero no le tomo importancia cuando al retirarse William desaparece, descartó totalmente qué sienta algo por él ya que lo considero un total imbécil uno muy guapo y astuto pero sigue siendo un imbécil que se cree demasiado para todos los que lo rodean. -Sofía ¿ segura que te encuentras bien ? La voz de Rosa me saca de mis pensamientos y presto a tensión a mi alrededor, Rosa me mira con preocupación y le doy una sonrisa amable. -si, todo esta en orden y le pido que me disculpe por lo que paso ya que a pesar de lo que dijo el duque fue mi culpa, el médico Alex no me dejo a cargo pero no podía dejar que su salud de callera más, temí por si vida. -pero si no me conoces. -eso no importa usted era una persona enferma y mi deber era curarla. -se lo agradezco mucho y no importa lo que hiciste gra
Sofía. Durante el té no puedo dejar de pensar en la carta, de seguro la emperatriz escucho lo que paso con el medico Alex o tal ves ya se entero que no soy un medico verdadero, mi estado de distracion no pasa desapercibido para Rosa que me mira fijamente. -señorita Sofía ¿ le pasa algo ? -no señorita ¿ por que lo dice ? -has sostenido esa taza de té por varios minutos sin tomarla. Me percató que es verdad y dejo la taza sobre la mesa para dar un ligero suspiro. -recibí una carta de la emperatriz esta mañana para tomar el té en unos días. Me percató de que mis palabras no son del agrado de Rosa ya que por unos segundos miro un poco de disgustos en su rostro pero que rápidamente lo oculta bajo un rostro de tranquilidad y paz. -veo que has llamando la atención de alguien importante y debo de pedirte que no me abandones, se que no tengo el derecho de pedirte que no busques una mejor paga y estatus en el palacio pero desearía que te quedes conmigo. Comprendo el miedo de R
William.Cada vez que me encuentro con esta mujer algo malo ha de pasar, sus palabras me molestan pero no al punto de hacerme enojar sino que la siento común retó a mi autoridad jamás me había encontrado a una mujer que se atreviera a hablarme con esa franqueza y despreciara mis atenciones de manera tan abierta y directa, le importó en lo más mínimo que haya despejado mi mañana para poder acompañar al vivero personal de la emperatriz y en vestirme de forma formal para acompañarla siento que es una simple plebeya, se moriría con decime gracias o me encantada de ser acompañada por mi, debi de haberme ido cuando me rechazo pero algo de ella llama mi atención, por fin llegamos al palacio de la emperatriz y la guió hasta el vivero personal y privado de ella, en la puerta está una dama de compañía que hace una reverencia.-es un gusto verlo duque Bricis y supongo que usted es la señorita Roos.Sofía ase una reverencia a la perfección presentándose con la dama, veo que a practicado como hace
Sofía. Comprendo la preocupación de la emperatriz por darle un heredero al imperio ya que esa es su principal función su preocupación se podría percibir cuando dijo que desea que llegara a termino, corren rumores que las mujeres del actual emperador estan malditas ya que todos los embarazos terminan en abortos, es muy lamentable que eso suceda pero en épocas anteriores era algo muy común, debe de haber algo que este provocando eso tal ves sea algún alimento que se le sirva a las damas o algún maquillaje incluso podría ser algo en las lociones que utilizan a diario, debería de recetarle algo que le ayude a lograr su embarazo, mi abuela le dio a mi madre durante el embarazo de Ana una mezcla de remolacha, lenteja y pescado fresco para mejorar su estado sin contar que daba cortos paseos por la tarde cuando se acercaba el día del parto pero no se como tomen mis consejos ya que la reacción de esa mujer me tomo por sorpresa no sé por que se molesto tanto ya que solo dije la verdad pero d