Sofía. Comprendo la preocupación de la emperatriz por darle un heredero al imperio ya que esa es su principal función su preocupación se podría percibir cuando dijo que desea que llegara a termino, corren rumores que las mujeres del actual emperador estan malditas ya que todos los embarazos terminan en abortos, es muy lamentable que eso suceda pero en épocas anteriores era algo muy común, debe de haber algo que este provocando eso tal ves sea algún alimento que se le sirva a las damas o algún maquillaje incluso podría ser algo en las lociones que utilizan a diario, debería de recetarle algo que le ayude a lograr su embarazo, mi abuela le dio a mi madre durante el embarazo de Ana una mezcla de remolacha, lenteja y pescado fresco para mejorar su estado sin contar que daba cortos paseos por la tarde cuando se acercaba el día del parto pero no se como tomen mis consejos ya que la reacción de esa mujer me tomo por sorpresa no sé por que se molesto tanto ya que solo dije la verdad pero d
William. Por que mis encantos no funcionan en Sofía, en ves de sonrojarse y ponerse nerviosa como las demás la expresión de su rostro se mantuvo sería pero su ojos demostraban repulsión asía mi, como si no fuera digno de tocarla pero recuerdo lo linda que se miraba su rostro cuando hablaba de la medicina. -señor ¿ por que esta sonriendo de esa manera ? La voz de Diego me saca de mis pensamientos y recuerdo que estoy en mi oficina para retomar mis deberes. -¿ acaso ocurrió algo con su nuevo juguete ? -no, solo deje que mi mente divagar por un tiempo, Diego tenias conocimiento de que el médico Alex se llevó todo los medicamentos. -no. -debemos de investigar eso, no podemos dejar que ande una persona que robo material del palacio sin castigo alguno ¿ quien estuvo de guardia el día que se fue ? -fue Omar y hoy también esta en turno. -dile que venga, deseo tener una amena conversación con él y hay que adquirir todo lo de esta lista. Le entrego a Diego la lista que me dio Sofía pa
Sofía. Me sorprendió un poco la visita de emperador pero lo que más me sorprendió fue la visita de William con una mano lastimada, nunca pensé que fuera una persona violenta aunque no la conozco bien supongo que tubo algún altercado con alguien, cuando el emperador se fue quise ir a ver el estado de Rosa ya que era demasiado pronto para que recibiera al emperador en su recamara pero por su posición no se puede negar, al pasar por un pasillo escucho a las sirvientas hablar.-no puedo creer que allá sido tan descarada como para invitar al emperador siendo que todavía esta débil.-de seguro teme que la hechen del palacio por ser una hija bastarda.-no sé que le miro es bonita pero le falta pedrigri, dicen los rumores que su mamá es una prostituta.Como se atreven de hablar de la persona que las tiene al servicio que no saben que por ella comen y si ella lo desea se largan, son unas desagradecidas.-¿ y que dices de esa gorda enana ?-es una trepadora, no has visto como se le está metien
Sofía. Estado asiendo una carta para la emperatriz en la que le doy consejos para que su embarazo llegue a termino, solo espero que esto le ayude pero también se debe de considerar que hay algo malo en el cuerpo de la emperatriz pero decir eso en voz alta sería un escándalo y podría causar un revuelo para que se le haga una prueba de fertilidad a la emperatriz y que el pueblo pida su destitucion solo espero que jamás lleguen a eso ya que sería una gran sacudida para el imperio, un toque en mi puerta me saca de mis pensamientos. -adelante. Entra una de las sirvientas que me ase una reverencia leve, desde que amenace a una de ellas me tratan con más formalidad. -la buscan en da entrada del palacio señorita Roos. Tomo la carta y la guardo en mi ropa, no debe de caer en manos equivocadas por que si se entera Rosa de esto se podría enojar conmigo y pedir mi despido, no estoy asiendo nada malo pero no se que tipo relación tengan entre ellas, me levanto de mi silla y sigo a la muj
Sofía. Después de una incomoda y silenciosa fiesta de té en compañía de Rosa me retiro a mi habitación, me pregunto por que Rosa no invitará a más damas para tomar el té le ase falta socializar más o tal ves es como yo que prefiere pasar el día en soledad con sus pensamientos y leyendo libros, me recuesto en la cama y miro el techo, recuerdo lo que me paso con William en mi oficina y las mejillas me comienzan arder, como se atrevió a intentar besarme y con que fin, que un hombre tan guapo se fije en mi me ase sentir muy emocionada y especial hay a quien engaño de seguro solo desea engatusar me y jugar conmigo, ningún hombre de su estatus y belleza se fijaría en una mujer como yo, se muy bien que no soy lo que se llamaría una belleza mi único atributo es mi inteligencia pero eso no llama la atención de los hombres, es mejor que ocupe mi mente con otra cosa antes que me deprima, me levanto de la cama y voy a mi oficina donde comienzo hacer una mezcla de hiervas que le sirva a Rosa par
Sofía. Después de esa visita tan incomoda comienzo a buscar las cosas necesarias para hacer un afrodisíaco y un té que mejore la fertilidad aunque no sé si todo lo que me dijo William sea verdad puede que utilice esto en alguno de sus juegos y una mujer caiga en sus garras, es tan despreciable que haga eso ilusionando mujeres solo por diversión y para sentirse importante, ya verá le daré una cucharada de su propia medicina para que vea los que se siente, dejo todo lo que necesito en mi escritorio para comenzar a moler las hiervas para el té y el afrodisíaco lo preparare y lo mezclare con chocolate para que sea más efectivo y agradable el gusto tendré que pedirle a los cocineros que me proporcionen un poco de cacao para hacerlo, con todo listo lo guardo en una cajita en uno de mis cajones para evitar que alguna sirvienta encuentre los cocholates y tenga un episodio de calentura, salgo de mi oficina para ir a comer en compañía de Rosa que ya esta totalmente sana pero al llegar al come
William. No me gusta para nada que Caleb fije sus ojos en mi bella Sofía, es un descarado y sin vergüenza por acercarse a una dama como Sofía siendo un simple asistente de senador, voy al palacio principal donde me lo encuentro en el recibidor, me acerco a él con una sonrisa falsa.-mi estimado conde Moncre me permitiría una conversación a solas.-creo que no podré concevirselas tengo algo de trabajo atrasado.-insisto, solo serán unos segundos.Abro las puertas de uno de los salones y le hago una seña a Caleb para que entre y lo ase con una falsa sonrisa, cierro la puerta tras nosotros.-iré directo al grano conde, no quiero que se vuelva acercar al palacio de la señorita Lamber.-solo me perdí colega.Me molesta que me hable con tanta familiaridad soy parte de la realeza no un simple plebeyo y mucho menos soy su amigo solo lo tengo que tolerar este mes ya que viene con la comisión de Pestepar, coloco mis manos detrás de mi espalda y le doy una sonrisa falsa.-no esté con juegos con
William. Esta mañana las cosas en el palacio son muy movidas las sirvientas desde muy temprano han estado acomodando las cosas en el jardín y limpiando las cosas para el banquete del jardín pero hay algo que deseo ver con especial atención hoy, ayer por la tarde recibí una carta de Rosa solicitando el permiso para que Sofía asista al banquete y con solo pensar como se arreglara mi bella médica me emociono, acepte con gusto y ahora estoy ansioso de verla pero antes de poder salir al jardín tengo que ir a ver a mi hermano que solicitud mi presencia tan temprano, toco a la puerta de su habitación.-adelante.Coloco una sonrisa en mis labios y abro la puerta para verlo ya listo para el banquete.-buenos días hermano, que bien te miras con ese traje.-gracias lo mismo digo, te quiero pedir que busques una dama de compañía para Rosa, no deseo que durante el banquete este sola.-te aseguro que ya tiene compañía femenina para el banquete pero debo decirte que ella se a negado en aceptar alg