Sofía.
Mi padre y mi abuelos son uno de los mejores médicos que conozco son muy diligente y responsables con sus pacientes, mi abuelo siempre usa remedios naturales y de la vieja escuela para aliviar dolores conocimientos qué me trasmitió al igual que sus libros antes de que falleciera, mi padre por otro lado es un experto en venenos y como tratarlos a él no le gusta que me esta en sus asuntos pero con el tiempo pude aprender muchas cosas, mi hermano Eduardo siguió la profesión de la familia pero no tiene tanto talento pero aun así fue mandado a la escuela de medicina y se graduó ase dos años y ayuda a mi padre con sus pacientes, mi hermana menor Ana dicen que fue una bendición ya que se parece a mi abuela que falleció ase mucho tiempo su cabello es rubio como el trigo y sus ojos son azules, dicen que es una belleza singular y que cuado cumpla la edad para casarse abra varios prospectos, no tiene talento para la medicina pero sé que es astuta como un zorra, por su belleza destaca en la sociedad en cambio yo solo soy la hija del medio del medico Roos soy muy buena para la medicina pero al ser mujer no me mandaron a la escuela para poder ejercer y para mi desgracia no soy una belleza como Ana, no tengo mucha estatura y mi inteligencia es una arma de doble filo puedo ver atra vez de las sonrisas falsas de las personas y decido evitarlos para no ser engañada, en los bailes son apartadas asía un lado por las demás damas que solo hablan de vestidos y de las demás personas a sus espaldas cosa que no me gusta pero hoy mi padre me a dicho algo que no me gusta y me asusta mucho, un matrimonio arreglado con el hijo de un mercantil, lo miro con sorpresa pero e intento convencerlo qué no es buena acción. -padre no creo que se conveniente ese trato. -hija debemos de admitir que ya no eres una joven, ya cumpliste veinticinco las mujeres a tu edad ya están casadas y espernaodbun hijo. -padre no es mi culpa que la sociedad les exija a las mujeres casarse jóvenes. -Sofía no empieces con tus cosas, tu forma de pensar aleja a los hombres y me ase más difícil conseguirte un buen esposó, el hijo de Horacio será un buen marido es trabajador y no tiene vicios, el te mantendrá cuando yo muera. -padre por favor debe una oportunidad de demostrarle que me puedo valer por si cuenta. -hija no dejare que seas el hazme reír de la sociedad, no sabes cocinar, no tienes dotes para la música como Ana y sin decir que no eres nada agraciada. Las palabras de mi padre me duelen, ya las sabía pero que el me las diga en mi cara son dolorosas, volteo a ver a mi madre en busca de ayuda y ella me mura con lástima. -Eduardo no seas tan duro con la niña por que no la dejas hacer un intento tal ves así vea como son las cosas en realidad y termine aceptando tu propuesta sin protestar. -Melisa siempre eres permisible con ella. Mi padre se da la media vuelta y camina asía la puerta de su oficina pero se detiene en ella. -no deseo que hagas un escándalo te daré tres meses solamente para que me demuestres tu punto Sofía. -si padre. Una gran sonrisa aparece en mi rostro, tengo que contenerme para no dar un salto de la emoción, comienzo a buscar un empleo qué pueda desempeñar una mujer pero solo encuentro como niñera y sirvienta, no tienen nada de malo pero esos trabajos no le gustaran a mi padre, caminó con decepción por la calle después de llevarle un recado a mi padre, por que no habla más trabajos para las mujeres podría buscar trabajo como costurera, me encuentro con un grupo de personas reunidas alrededor de un anunció, me tengo para ver con curiosidad y abro los ojos con gran asombro al ver que el apareció imperial esta contratando sirvientas para el palacio de la emperatriz, esa es una buena oportunidad allí pagan más que en las otras casas además si tengo suerte puedo pasar a ser dama de compañía y así podría obtener más oportunidad en la sociedad. Hoy me he puesto mi mejor vestido y tuve que utilizar un corset, no sé como la sociedad admira esta prenda de tortura que comprime la respiración y esta comprobado qué desplaza los órganos pero todos sea por verse más bellas, al llegar al palacio hay varias damas formadas en la puerta que son revisadas por los guardias preguntándoles sus apellidos y de qué familia viene, al decirles el mío me dicen que pase a la sala este y se me hizo algo extraño ya que a las demás damas les dijeron que esperaban en el salón central, voy a donde me indicaron pero al entrar al salón me percato de que hay otros tres caballeros, creo que ha habido un error es mejor que vaya con las demás damas, me disculpo con ellos y me doy media vuelta para salir del salón pero al hacerlo chocó de frente con el amplio pecho de un hombre alto de cabello negro y de unos hermosos ojos azules que me recuerdan al cielo, de donde salio este hombre tan guapo su rostro parece tallado por los mismos ángeles.William. Ser el hijo de él monarca de esta nación es un gran privilegio se te abren las puertas y puedes hacer prácticamente lo que desees pero esa libertad y ese poder viene con una gran responsabilidad debes de mantener a una nación, ser lo suficientemente inteligente, astuto y educado cómo para mantener buenos tratos con los demás imperios para si conservar la corona en tu cabeza es un beneficio que al ser el segundo hijo yo no me tengo que preocupar me tanto todos esos deberes los tiene que llevar mi hermano Luis yo solo soy un secretario que disfruto de los privilegios de ser el segundo hijo, hoy mi hermano me ha designado tener la dicha de elegir a un nuevo médico ya que el último ha decidido dejar de vivir, una forma muy elegante que mi hermano utiliza para decir que le dio a elegir guillotina o ingerir veneno por ser incapaz, tan idiota como para impedir un envenenamiento leve de sus concubinas, si a mí me lo preguntan una mujer es más que suficiente tener más de una solo imp
Sofía. Mantengo una sonrisa dulce en mi rostro asta que me quedo sola en la habitación, pero como se me ocurrió seguir esta mentira asta este punto si el emperador se entera de mi engaño mi cabeza rodará por engañar a la realeza, por que diablos hice esto, no soy estúpida se muy bien que no me convencieron la palabras lindas de ese hombre guapo fue mi maldito orgullo el que me hizo quedarme para demostrarle a mi padre que puedo ser alguien en esta sociedad, me doy la vuelta y camino asía la ventana mientras me masajeo las sienes para intentar calmar mi ansiedad, piensa Sofía en una manera de salir de esta con la cabeza sobre tu cuello, doy un largo suspiro y veo por las ventanas percatandome que fuera de esta hay un hermoso jardín con flores bellamente cuidadas incluso hay una en la ventana por fuera, me tomo la libertad de abrir la ventana para poder admirarla mejor, son rosas enanas de un bello color rojo, se nota que alguien les a puesto su atención debida, acerco mi mano para po
William. He pasado algunas veces por el palacio de Rosa para ver a la nueva adquisición del palacio y debo de admitir que a pesar de que es baja de estatura y un poco robusta es muy hermosa sin contar que tiene cerebro ya que la e visto varias veces salir de la biblioteca con libros entre sus manos, no me gusta espiar a una dama pero todavía no estoy seguro de acercarme a ella por eso le pedí a Diegoque investigara sobre ella, hoy le pedí a Diego que me traiga un informe del estado de salud de Rosa ya que mi hermano esta un poco impaciente por volver a verla pero al estar enferma no se le puede acercar, el monarca de esta nación no debe de caer enfermo por algo que todavía no saben que es, escucho que alguien toca la puerta de mi oficina sacándome de mis pensamientos.-pase.La puerta se abre y veo que es Diego pero por la expresión de su rostro me doy cuenta de que algo no esta bien, me preocupa que sea la salud de Rosa, no es nada conveniente que la hija de un marques fallezca en e
Sofía. En toda la noche no pude dormir estoy muy preocupada por que William no respete su palabra y me delate con su hermano, estado pensando en una forma de salir del palacio sin que se den cuenta podría robar el uniforme de alguna de sirvienta y llegar a donde lavan la ropa y tal vez allí poder llegar alguna de la salidas pero dudo mucho que William me deje sin castigo por engañarlo y escapar, doy un largo suspiro al ver que el sol a salido y no pude descansar, me levanto y me alistó con mi uniforme blanco y recojo mi cabello en una colá alta, voy al comedor y me percató de que esta un poco solo faltan algunas de las sirvientas supongo que deben de estar trabajando ya, después de tomar mi desayuno me dirijo a la habitación donde me doy cuenta que no esta el médico por ningún lado, me acerco a la sirvienta principal de Rosa Magda para saber que pasa. -¿ disculpé señorita Magda donde esta el médico ? -al parecer su esposa entro en labor de parto antes de lo esperado y se tubo que
Sofía. Han pasado cuatro días en los que me e hecho cargo de Rosa dándole papillas y té para desinflamar su garganta pero por estarla cuidado no e dormido nada pero me alegra que mis cuidado tengan resultados favorables Rosa tiene más fuerzas y la inflamación de su garganta a disminuido, las pecas rojas en su cuerpo han comanda a desaparecer pero creo que le ase falta un poco de sol para que su cuerpo se caliente un poco más.-señorita Lamber no desea tomar un poco de té en el balcón.-¿ eso me ayudara a mejorar ?-si, el sol es muy beneficioso para el cuerpo pero no en exceso.-Magda por favor que preparen todo y ayúdame a cambiarme.Me sorprende que a pesar de que Rosa se siente débil aun desea que la vean bien vestida las demás damas pero cuando ya tengo preparado el té miro que Magda le está colocando el corset, no sé por que las damas sacrifican movilidad, comodidad y salud solo por verse bien, solo para estar a la moda, le daré mi opinión pero sin ser muy insistente.-disculpe
William.Termino por fin algunos pendientes que tenía en mi oficina cuando me percato de la hora, ya es bastante tarde y no hice el encargo de mi hermano, doy un suspiro con cansancio y me levanto para ir al palacio de Rosa para informarle de su visita de mañana en la mañana solo espero que tengan tiempo suficiente para arreglar algo decente si no es así mi hermano se enojará conmigo tal vez deba de ayudar un poco además tendré la oportunidad de ver cómo va mi pequeño experimento con esa dama, al llegar al palacio soy recibido por una sirvienta.-mi señor ¿ en que le podemos ayudar ?-debo de informarles a las trabajadoras que mañana el emperador vendrá a visitar a Rosa así que le sugiero que organicen y limpie todo el lugar y le informen al cocinero que prepare algo decente.-sí señor.Decido ir a la habitación de Rosa para ver su estado ya que si no fuera por mi intervención ella no estuviera aquí fui yo quién le sugirió a mi hermano que hacer una alianza con su familia sería benef
Sofía. Al despertarme esta mañana me doy cuenta de que algo a pasado las sirvientas son más activa y no solo ella si no que Rosa se ve con más ánimos tomo un largo bajo de rosas y leche de burra en la mañana, a mi ver se me ase un desperdicio de leche hay demasiados niños que pasan mucha hambre y aquí desperdician algo tan nutritivo, me acerco a una de las sirvientas para pedir el desayuno de Rosa. -disculpe le podría pedir el cocinero que prepare una sopa de lentejas y un puré de manzana. -disculpe señorita Roos el cocinero ya tiene el menú para desayunar. La sirvienta mira a su alrededor y se me acerca mucho para mi gusto. -no sabe que hoy vendrá el emperador a ver a Rosa y a desayunar. El emperador aquí eso no es bueno para mi tendré que esconderme en la oficina del medico que e organizado. -gracias por avisarme. La sirvienta ase una leve reverencia para seguir en lo suyo, tomo mis libros y me dirijo a la salida de la habitación. -señorita Roos podría esperar un poco. Me
Sofía. Pasamos al comedor donde los invitados toman asiento y espero a que Rosa me señale una silla con la mirada y para mí desgracia mira la silla al lado de William con el pesar de mi alma tomo asiento, pienso ignorarlo en todo el desayuno, al ver el desayuno me percató de que es un poco pesado para Rosa no creo que su garganta lo soporte, la miro con discreción y me percató de que apenas pone comida en el tenedor, supongo que si come de esa manera no inflamara su garganta. -¿ como a estado señorita Roos ? Medito un poco en si responderle o no pero sería de mal educación además mi vida esta en sus manos, lo miro con una linda sonrisa. -estado muy bien gracias por preguntar. -que formal. -debo de serlo ya que usted es de la realeza y yo soy una simple plebeya. William se me acerca y me mira con una sonrisa que me produce una incomodidad. -una plebeya que tiene tanto valor como para engañar a mi hermano. Este maldito me esta amenazando, mi abuela tenia razón el diablo se vis