Charlie
—Charlie,— la voz de Nate parecía lejana —Despierta, dejó de llover… Charlotte—Abrí mis ojos encontrando los de él —Está amaneciendo y dejó de llover, encontré tostadas y hay algo de queso para untar y también preparé café —Me senté en el sofá bostezando y luego reparé en la camisa que Nate tenía puesta —Ya que estamos tomando cosas prestadas, pensé que no le molestaría darme otra camiseta, la anterior no olía del todo bien, me hubiese gustado darme una ducha pero tenemos agua en la cocina más no en el baño.
Lo sabía pero no dije nada, en cambio tomé mi taza de café negro y una tostada.
—Entiendo lo que me dijiste ayer… Creo que por el comienzo, podemos hacer las cosas a tu manera.
—Gracias
Nate.Su declaración fue como un golpe con una pesada bola de concreto. Podía entender que estaba preocupada, podía entender que estaba desesperada, pero lo que no podía entender era que ella juzgara algo que ella misma había tramado.La rabia corrió por mis venas tan fuerte y rápido como mi sangre. Me alejé un par de pasos intentando calmar la verborrea que luchaba por salir de mi interior, respiré profundamente, intentando ponerme en sus zapatos porque estaba preocupado, desde que quedamos encerrados en ese maldito clóset lo único que podía pensar era si ella estaba bien, si tenía frío o hambre, si estaba asustada. Si Ryan realmente la estaba cuidando. Estaba preocupado ¡Sí! Pero sabía que uno de los dos tenía que mantener la calma.—Nate…—Cállate, ya t&uacu
Nate—Está aquí… Ella está aquí —Charlie me abrazó y yo la abracé a ella. Mi niña estaba aquí, estaba en la parte de las personas sin algún trauma, estaba sana…Ahora solo teníamos que encontrarla.Gritamos el nombre de Ryan y Kai mientras caminábamos entre las carpas, emocionados de poder reunirnos con nuestra hija, pero como en el día anterior, no tuvimos ningún resultado.—No están…— dijo Charlie deteniéndose.—Están en la lista deben estar aquí, solo esperemos un poco más, no nos demos por vencido. — le susurré — ¡Kai! ¡Ryan! ¡Elizabeth!—¡Kai! ¡Ryan! ¡Elizabeth! — gritó ella, me acerqué a un guardia preguntándole si había vi
Nate—Y lo haré, ¡lo haré! Pero ella es una niña y hay que ser cuidadosos para decirle ese tipo de noticias, primero tenemos que salir de aquí. Estar en un lugar más seguro, lejos de todo el desastre. Ella aún está un poco asustada por todo lo que vivió, me ha estado platicando de la ola y otras cosas, no puedo ir y soltarle que tú eres su padre sin ningún tipo de preparación. La voy a asustar más.—¡Tú estás un poco asustada Charlotte!, ¡tú! — estaba aburrido, enfadado y no me interesaba ocultarlo. —No quiero esperar y tampoco pienso hacerlo. —Presioné el puente de mi nariz intentando calmarme —Tienes hasta esta noche y ahora, si no te importa, quiero pasar algo de tiempo con ella. — me alejé antes de decir algo más y fui con Kai y Ryan que canta
Charlie. Kai durmió todo el camino hacia la armada, afortunadamente Will había conseguido que uno de los oficiales nos llevara en su auto, lo que nos había ahorrado caminar, sin embargo, tuve que despertarla para subir al helicóptero, como estaba molesta conmigo por haberla despertado, viajó en las piernas de Nate parte del trayecto.En algún momento a pesar del ruido que hacían las hélices la escuché hablar del día que Aston Royce vomitó en medio de la clase, Nate escuchaba todo atentamente como si estuviera embelesado con ella y lo entendía porque, cumpliría seis años en cuatro meses y después de todo este tiempo aún seguía viéndola como si fuera una ilusión. Verlos a los dos juntos después de lo que Nathaniel y yo pasamos en el edificio, fuese o no un error, me hacía pensar
CharlieObservé las imágenes que salían en el televisor de su oficina, habían cuerpos flotando en el agua, autos destruidos, casas derrumbadas, escombro y ruina.—Estoy viva Edward, mi hija está viva —las lágrimas rodaron por mis mejillas y Edward se levantó de su escritorio para rodearlo y sentarse sobre él y frente a mí.—Cuando Will me informó que estabas en Waikiki mientras la tercera ola hacía impacto… Dios niña, casi haces que a este viejo le dé un infarto, aún recuerdo la primera vez que te vi, querías estar en todos los trabajos de campo, querías revisar todos los sismógrafos, estabas tan llena de energía, con tantas ganas de aprender, pero también estabas tan rota. Pensé que era por tu estado, pero luego Kwon me contó el verdadero motivo de tu t
Charlie.—¿Mi papi? —Kai me observó confundida, pero antes que pudiera decir algo Nate habló.—Sí cariño, yo soy tu papi…— él se acercó un poco más. Y Kai se alejó un paso.—¿Kai? — dijimos ambos al tiempo ante la reacción de Kai.Le hice una señal con mi mano a Nate para que dejara de avanzar y acaricié la mejilla de mi dulce niña.—Nate ha venido desde muy, muy lejos a verte bebé, él te quiere mucho y quiere ser tu papi—le hablé con voz baja y suave.—¿Me quiere? — la voz de mi niña fue pequeñita.—Te amo —la voz de Nate se quebró y mis propios ojos se llenaron de lágrimas. Él extendió su mano hacia ella, pero ella volvió a dar un paso a
CharlieLa imagen en la pantalla cambió y esta vez la cámara enfocaba la vista del flujo de lava emitida por Kilauea y cómo esta fluía por el mismo camino de hacía un año hasta llegar a la costa norte, justo a unos pocos metros del túmulo que se había formado el año anterior y había dado como resultado una nueva isla para el archipiélago.La imagen cambió mostrando cómo el magma había atravesado patios y calles de la isla y quemado decenas de casas y seguía avanzado bajo tierra unos 40 kilómetros al este, mientras en el cráter, el volcán seguía lanzando ceniza a entre 3.600 y 4.500 metros de altura.Esperaba que esta erupción fuese más corta que la del año anterior, me preparé una taza de café para empezar el día y tomé uno de los informes del
Nate.—¿Te vas?—El canal dispuso de mí, ha enviado los tiquetes para mi equipo y me han conseguido un vuelo para hoy, un nuevo equipo se está haciendo cargo de cubrir lo que pasó en el tsunami y con el volcán. No puedo negarme, mis documentos están en tu departamento bajo el agua aún, no tengo dinero y no pienso aceptar más nada que venga de parte de tu amiguito.Ella ignoró la manera en que llamaba a William. En cambio, se levantó del escritorio y lo rodeó para sentarse en la silla de cuero que había tras el mismo.—¿Y Kai? —Preguntó después de unos segundos de silencio.—Por eso te estaba buscando, necesito que nos pongamos de acuerdo en cuanto a la manutención.—¿Me estás hablando de dinero? —levant&oac