Nate.
—¿Te vas?
—El canal dispuso de mí, ha enviado los tiquetes para mi equipo y me han conseguido un vuelo para hoy, un nuevo equipo se está haciendo cargo de cubrir lo que pasó en el tsunami y con el volcán. No puedo negarme, mis documentos están en tu departamento bajo el agua aún, no tengo dinero y no pienso aceptar más nada que venga de parte de tu amiguito.
Ella ignoró la manera en que llamaba a William. En cambio, se levantó del escritorio y lo rodeó para sentarse en la silla de cuero que había tras el mismo.
—¿Y Kai? —Preguntó después de unos segundos de silencio.
—Por eso te estaba buscando, necesito que nos pongamos de acuerdo en cuanto a la manutención.
—¿Me estás hablando de dinero? —levant&oac
Charlie. Me tomó media hora calmar a Kai, en mi interior quería picar a Nate y luego sumergirlo en alcohol, ¿simplemente no podía esperar a que fuese yo quien se lo dijera? Al final Kai se había quedado dormida después de llorar. Eran casi las dos de la tarde, las habitaciones en el hotel que Will había conseguido ya estaban desocupadas por lo que nos mudaríamos momentáneamente ahí, el observatorio pagaría mis gastos debido a que mi departamento estaba completamente destruido. También la junta había decidido adelantar mis vacaciones cuando el doctor Louis expuso mis pesadillas y Jagger había comunicado cómo afronté el tsunami.Tendría un mes de vacaciones y la junta había recomendado que por ese mes era preferible que saliera del archipiélago. Cheung y Jagger sabían que si me quedaba
Charlie. Kai empezó a llorar una vez Nate desapareció por completo, llamándolo con sus manos y removiéndose entre mis brazos, mientras sollozaba, me senté sobre una de las sillas y la alejé de mi pecho prometiéndole que pronto iríamos a verlo, comprometiéndome a ir a Nueva York y ver al único hombre por el cual había sentido amor entregarse a otra mujer.Eventualmente nos dirigimos al hotel, con una Kai molesta pero más tranquila, Will lamentó no poder quedarse, pero lo entendí, había un volcán haciendo estragos, además que lo prefería así, Kai y yo necesitábamos tiempo. No había sido fácil volver a decirle adiós a Nate. Una vez estuvimos en la habitación le di una ducha a Kai a pesar de que estaba en modo berrinche, pedí algo de comer
Charlie—sé que tú aún sientes cosas muy fuertes por Nate, Charlotte, tienen una hija juntos, deberían dejarse de tonterías, besarse y tener más bebés al final hasta les salen bonitos. —Me reí, porque él lo hacía sonar tan fácil…—Eso es lo más tonto que te he escuchado decir. —lo miré fijamente y él se quitó las gafas para devolverme la mirada.—¿Tonto? Tonto es que lo quieres y vas a dejarlo ir de nuevo ¿O estoy equivocado?—Él va a casarse — dije lo que Nate me había mencionado.—Aún no lo ha hecho. —Ry se encogió de hombros —Solo es que tu vayas y lo impidas.—¿Y quién te dijo que yo quiero impedirlo?—Vamos Charlie, he estado hac
NatePara cuando el avión aterrizó en el JFK, había tomado cerca de seis vasos con whisky doble, pero no estaba tan ebrio como lo hubiese deseado, quise marcarle a Kai, pero en Hawái debían ser las dos de la mañana, como no tenía más equipaje que una bolsa de lona con una muda de ropa, caminé directamente del avión a la sala de llegadas donde Jess me había estado esperando.Ella era simplemente hermosa, siempre había podido apreciarlo, pero no sé si era el alcohol en mis venas o los recuerdos de un pasado que quería volvieran a desaparecer lo que me hizo desear que fuese Charlie la que me esperaba, como en los viejos tiempos. Ella sonrió al verme salir con los demás pasajeros, empezando a caminar en mi dirección, imaginé que cuando estuviéramos frente a frente le soltaría de un solo
Charlie.Mientras observaba el mar debajo de nosotros desde la ventana del avión, no podía dejar de pensar si realmente estaba haciendo lo correcto, no había querido volver a Oahu, ni ver en qué estado había quedado realmente mi departamento, aunque la aseguradora se había comunicado conmigo para informarme que el edificio era una pérdida total.En las noticias, solo transmitían el caos, la ruina y cómo el agua retornaba a su lugar poco a poco. El número de muertos aumentó drásticamente tres días después de la tragedia, los heridos de gravedad estaban siendo trasladados a las diferentes islas del archipiélago ya que no todos podían ser atendidos en los hospitales. Hawái se enfrentaba a uno de los desastres naturales más grandes de todos los tiempos, no había sucedido algo así desde el
CharlieSentí como si toda yo me fisurara en pedazos, eso del corazón roto era un eufemismo a como me estaba sintiendo, cada pieza de mí estaba fracturándose, me sostuve de la silla de Kai intentando mantenerme ecuánime, pero realmente quería tomar a mi hija de la mano y huir donde él no pudiera encontrarnos, Nathaniel no solo se estaba casando, Nate también iba a ser padre.Tuve que sentarme en la silla más cercana, el corazón me latía en los oídos, el dolor de ya no saberlo mío me tomó por sorpresa, sabía que sería duro, pero pensé que podría con ello, que estaba superado. Para mi propia sorpresa, Nate había calado tan hondo en mi interior que, yo, la chica que pensaba que el amor era una adicción que nos afectaba el cerebro y nos invertía las prioridades, estaba aún enamorada de él
Nate. Había pasado casi una semana desde que Kai y Charlie estaban aquí y yo aún no le decía nada a Jess, había buscado una excusa diferente para verme con ellas ocultándole el hecho que estaba de licencia hasta después de la boda, así que todas las mañanas me iba “al trabajo” y conducía hasta el departamento provisional de Ryan donde me encontraba con la mujer que había sido el gran amor de mi vida y mi hija.«Que había sido» eso era lo que me repetía continuamente, quizás así mi cabeza dejaba de pensar en ella y mis recuerdos dejaban de torturarme. Seguía teniendo pesadillas, soñando con la ola que la separaba de mi lado, solo para encontrarla metros después sin vida. Estaba volviéndome loco.El sexo con Jess se había esfumado completa
Nate—Tienes cinco minutos —Ella se alejó —Antes que te mande a la mierda Nathaniel, te amo pero no voy a perdonarte un engaño…—Conocí a Charlotte en un viaje a Las Vegas cuando tenía 24 años —Le relaté toda la historia rápidamente saltándome que Charlie y yo habíamos hecho el amor después del tsunami —ellas están aquí en Nueva York, mi hija es hermosa Jess, estoy completamente enamorado de ella, de la manera en la que habla, se mueve, de su risa—amaba a mi hija —sé que apenas la conozco, pero ella me tiene atado en la punta de su dedo meñique y tú —me acerqué —tú vas a ser mi esposa y lo único que quiero es poder compartir con mis chicas favoritas el día de mi boda.—¿Y la madre? —Preguntó Jess con