3En una ocasión se leocurrió entrar a una farmacia para pesarse en una de esas básculas que estánenseguida de las puertas. Pesaba cincuenta y cinco kilos. Fue cuando sepreocupó y comenzó a usar playeras más grandes.Ape
4Luego de enterarse delembarazo de su hija, Daniela se sirvió tequila en una taza en la quenormalmente bebía café.Notenían mucho licor en casa, y el par de botellas que había, las consiguieron encelebraciones de cumple
5Los días siguientes nofue capaz de mirar a su madre a los ojos, y pese a que su padre no le acusó denada, este guardaba cierto distanciamiento, aunque Sara lo atribuyó a lo queella se esmeró por conseguir con anterioridad. 6Finalmente, la empresase declaró en quiebra, cerrando sus instalaciones el día 15 de mayo. Estadecisión fue tomada, en parte, a la previa contingencia sanitaria iniciadadesde unos meses atrás, y a los supuestos problemas económicos que desde antesvenía acarreando. 7En el momento que seenteró de que su padre había quedado sin empleo, Raymundo se ofreció a poner desu dinero para llevar comida a la casa, no obstante, Rodrigo se negórotundamente. Le comentó que eso seguía siendo su obligación sin importar quetuviera trabajo o no, y que él sabría arreglárselas. Ray no tuvo otra opciónmás que asentir sin volver a tocar el tema, pues lo que le interesaba eracomprar un auto que había visto unas semanas atrás. Cuando las Sombras se Conviertan en Carne EXORDIO&nCapítulo 6
Capítulo 7
Portada
Primera parte -EXORDIO- Capítulo 1
2Delgadas y alargadas sombras entraban por la ventana, eran como gigantescos dedos viejos, moribundos e inflexibles. La noche se mostraba cálida a pesar de que corrían los últimos días del mes de octubre.Rodrigo fumaba un cigarrillo de hierba en el umbral de la puerta de la cocina. Se encontraba encabronado a tal punto de querer arrancarse los pelos, y la razón era debido a que la desconsiderada e incompetente de su hija se había largado a dormir temprano, de hecho demasiado temprano según su propia opinión, pues ni siquiera se había molestado en ayudar a su madre a asear la casa. Pero ¿qué se podría esperar de ella? Era una niña que apenas entraba a la puber