El hermoso paisaje irlandés se expandía a mis anchas mientras Thomas conducía el auto rentado en el aeropuerto. Kentin iba en el asiento del acompañante, mis padres y yo en los asientos traseros, ya estábamos entrando en la ciudad de Brai. Situada al Sur de Dublin el verde de los árboles y el celeste del cielo y del mar contrastaban directamente con las escalas de grises y blancos de las casas y calles que conformaban la ciudad; sólo los tejados rojos y las flores plantadas en los canteros eran una explosión de color ante aquella humilde fachada, influenciada sin duda por la arquitectura de su época colonial pues las casas conservaban ese sobrio estilo inglés, pequeñas y con ventanas de oscura madera. Sólo la rueda de la fortuna de lo que parecía ser una feria permanente competía con las hermosas colinas que rodeaban la ciudad, imaginaba que por la noche todo se encontraba bañado en luces de neón y sonidos de electrónicos dignos de Star Wars además de risas y conversaciones alegres en
Me costó mucho conciliar el sueño a raíz de lo ocurrido en la cena familiar. La bronca e indignación que sentía hervía en mi interior, y me parecía inaudito lo que la abuela Mae había dicho. Así que según ella, el hecho que una mujer tenga senos grandes era una clarísima evidencia que había sido abusada de niña… Pero que estupidez… Logré dormirme luego de sufrir un ataque de acidez estomacal producto de mi ira, y cuando estaba logrando entrar en un sueño profundo, me despertaron unos golpes suaves pero firmes en la puerta. Toc, toc, toc... Luego silencio... Quizás había escuchado mal así que simplemente cerré los ojos e intenté volver a dormirme.Toc, toc, toc...No era mi imaginación, alguien estaba golpeando la puerta de mi habitación, me incorporé y restregué mis ojos mientras intentaba desperezarme... Toc, toc, toc, otra vez.—Ya voy —mascullé de mala manera, pero luego recordé que estaba en Irlanda, así que repetí lo que dije anteriormente en inglés. Acomodé un poco mi cabello qu
Parpadeé varias veces incapaz de creer lo que me había confesado el abuelo Rick, al principio creí que era una broma pero estaba siendo 100% sincero conmigo; aunque honestamente no entendía cuál era el problema, pero si Kentin jamás me había dicho nada acerca que tenía un medio hermano mayor luego de casi tres años de noviazgo, era porque NO quería decírmelo; es más… él siempre hablaba de sí mismo como si fuese hijo único. Richard me tomó de la mano y nos sentamos en el salón a conversar más tranquilos.—Cuando Thomas tenía diecisiete años, empezó a salir con una compañera suya del instituto, Lorelei —empezó a relatar Rick—. Se llevaban muy bien y eran una linda pareja, incluso a Mae le gustaba. Pero todo cambió cuando Lorelei quedó embarazada de Thomas con solo dieciocho años y aún ninguno de los dos había acabado los estudios. El padre de Lorelei, el cual es uno de los señores que estuvieron hoy en el pub, quiso obligar a Thomas y Lorelei a que se casen, en aquella época era una des
Gaeil se me acercó del otro lado de la mesa mientras bajaba la voz.—Deja que mi abuela te organice la boda —susurró, yo me envaré y levanté una ceja.—¿Qué? —pregunté pasmada— No voy a hacer eso.—Es la única forma que ella te acepte en la familia —dijo mientras tomaba la botella de cerveza tal como lo hacía Kentin: Envolviendo apenas el pico de esta, entrelazando los dedos índice, mayor y anular; yo me reí y Gaeil me miró sorprendido— ¿Qué sucede?—Nada, sólo que Kentin agarra de la misma forma la botella —dije, extrañaba a mi novio, extrañaba a esa persona amable y dulce que se quedó del otro lado del océano— Realmente conocí a otro Kentin cuando vine aquí. Este no es mi Kentin, es un muchacho sin cerebro y mimado... Como un zombie que sigue la horda por mero impulso.—¿Por qué lo dices? —preguntó, y le conté lo que había pasado en la cena con el comentario del tamaño de mis senos. Cuando se lo dije, Gaeil dejó salir una carcajada tan sonora que todos se dieron vuelta para mirarlo—
Cuando me desperté al otro día, Kentin ya no estaba a mi lado. Supuse que se había regresado a su habitación mientras aún estaba dormida en caso de que su abuela vaya a despertarlo, así que bajé a desayunar. Me sorprendió lo animada que estaba la casa escaleras abajo, pues del comedor se escuchaban risas y conversaciones, eran mis padres con el abuelo Rick conversando animadamente, mi madre levantó sus ojos amarillos y me observó.—¡Hola, querida, buenos días! —exclamó con una sonrisa, estaba bebiendo ¿café?—, mira lo que te consiguió tu padre.Mi papá me guiñó uno de sus ojos verdes a través de los anteojos y me sonrió, yo me acerqué mientras olía el delicioso aroma del café.—Pero no se lo digas a Mae o me asesinará —suplicó papá, yo sonreí, el abuelo Rick se rio entre dientes.—¿Por qué lo compraste? —pregunté mientras me servía una buena taza de café humeante.—Pues recuerdo haberte escuchado pedirle a Mae una taza de café, y la verdad yo también necesitaba uno.—Creo que sería me
Bajamos la colina de Brai a toda velocidad. El viento volvía a azotar mi rostro y mi cabello se movía con violencia a mis espaldas, me aferraba a la chaqueta de Gaeil para no caerme de esa máquina mortal, sólo rogaba que mi cuñado sea realmente para conducir porque no quería terminar con la mitad de mi cuerpo destrozado por el pavimiento.Dudaba que Kentin esté ya en casa de sus abuelos, pero aun así Gaeil entró la Harley al garaje. Me ayudó a descender, pues de los nervios del viaje me había paralizado. Entró a casa y llamó a su abuelo, Rick salió de la cocina con una taza de café en sus manos.—¡Eso sí que fue rápido! —exclamó, asumiendo que la premura con la que habíamos regresado—. ¿Qué tal se comporta la vieja Betsy?—¿Ya llegó Kentin? —preguntó, sin prestar atención a lo que su abuelo había dicho. Rick negó con la cabeza.—No, aún no, ¿por qué? —quiso saber Richard.—¿Recuerdas la bicicleta en la que Kentin se accidentó en la colina? —quiso saber Gaeil, el anciano asintió—. ¿Dón
Me desperté en lo que era mi antiguo dormitorio, Fuser roncaba en su cojín y el Sol estaba saliendo lentamente, iluminando mi habitación. El viaje de regreso había sido muy largo, a mi parecer; el abuelo Rick dejó a Irlanda y a su mujer atrás y se vino con su hijo y nieto menor, ahora vivía con ellos en la casa de la pradera. Gaeil prometió que iba a hacer lo mismo una vez que dejara su negocio a un amigo, y así fue: Vendió su parte a su socio, vendió su casa y luego de una semana se vino a vivir al pueblo. Con mucha dedicación iniciaron los trámites para abrir su pub irlandés; aunque lo más complicado fue conseguir los permisos para la venta de bebidas alcohólicas y la habilitación nocturna, pero luego fue sencillo hacerle publicidad, pues en un pueblo tan pequeño era novedad un bar de esa calidad, de modo que siempre estaba lleno. Gaeil vivía sólo en un departamento pequeño, en el centro del pueblo. Por fin, ambos hermanos estaban recuperando los años perdidos por la estupidez de un
Rose salió del probador vistiendo su vestido de novia: Era una obra de arte victoriana. Se notaba que era 100% creación suya pues era sumamente delicado y femenino, pero sensual y atrevido. El corsé terminaba en un escote en corazón que le destacaba su figura, el corte sirena que comenzaba debajo de la cadera le favorecía mucho, ciñéndose con fuerza al torso de mi amiga para luego caer vaporoso, como una nube, hasta sus pies en varias capas, como si fuesen pétalos de rosas uno sobre el otro, y cada capa finalizaba con una delicada línea de piedras brillantes cocidas a mano; por último su espalda la abrazaba la cinta Lila del corsé que adornaba el sensual trasero de Rose con un bello moño. Para coronar semejante creación, un delicado velo le adornaba el cabello recogido en un rodete, cayendo hasta donde comenzaba el vestido, y sólo un mechón rizado de su pelo quedaba libre, cayendo sobre su hombro hasta su pecho; sus manos tenían unos mitones de encaje, dejando libres sus dedos, y un p