Cargo de conciencia era lo que sentía las pocas veces que le había mirado a la cara.La frialdad con la que Ares le trataba era como una lanza clavada en su corazón.“Ya no es el mismo de antes,ya ni sé para qué me retiene a su lado.”Sus ojos estudiaron los movimientos de Ares que hacía una llamada telefónica mientras caminaba de un lado a otro.“Ese traje oscuro le queda muy bien,destaca su rostro varonil,¿qué hago viéndolo?. ¿Se daría cuenta?— Selene..-Su voz enfadada le sacó de su pensamiento. La mirada de Ares le hizó sentir un ligero temblor en su cuerpo.La chica revisaba un contrato que había mandado a redactar,sin levantar la cabeza para no darle a entender su incomodidad.— No hace falta que grites,puedes ser el CEO,pero está es mi oficina y además soy la heredera de todo esto.—¡No me digas!- Una sonrisa burlona se asomó en sus labios.--- ¡Vamos empresaria! Demuestra con resultado lo que sabes.La expresión de Ares no le resultó nada agradable,desde que habían regresado
En las vastas y exuberantes praderas de la hermosa propiedad de Ares el tiempo parece detenerse.Selene disfrutaba de un oasis de paz. Sin preocupaciones, corría libre como el viento, sintiendo cada brisa suave acariciar su rostro mientras se tumbaba en la hierba fresca.Dejando volar su imaginación al observar las nubes que dibujan formas caprichosas en el cielo azul.Para ella, ese lugar era un refugio sagrado, donde la vida parecía perfecta y todo lo que había en su corazón era puro amor.Aunque Ares, su esposo, era un hombre complicado, envuelto en sombras y secretos,para Selene, solo era un esposo amoroso y dedicado.La pasión de su mirada resonaba en sus pensamientos, esa mirada que iluminaba incluso los momentos más oscuros de su memoria borrosa.Lo único que ella podía reprocharle eran las largas horas que él pasaba ausente, perdido en asuntos imperceptibles para ella. Sin embargo, esas ausencias comenzaban a pesar en su alma.—“Ares nada que llega,¿qué tanto hace cuando no es
Con incredulidad Selene escuchaba una conversación telefónica de su esposo.Los pasos del ama de llaves le hicieron colgar la bocina,con agilidad. se escondió en un rincón.Ares seguía en el estudio hablando por teléfono,no se dio cuenta de que había sido oída su charla.Era la hora de ir al lugar a donde tenían cautivos a dos hombres con los que tenía que ajustar cuentas.—Mi amor,tengo que ausentarme,será por un par de horas.- Buscó besar su labios y ella giró la cara.— ¿Estás molesta? Un silencio profundo se instaló entre ellos,Ares consciente de la sensibilidad de su esposa no le dijo más nada.Selene,cuyos pensamientos aturdidos vagaban sin cesar no lograba concretar una idea precisa de lo que sucedía porque el pánico se había apoderado de ella.”No es posible que el hombre que amo sea un delicuente”- Sollozó muy consternada.Vagos recuerdos llegaron a su mente,su padre avisando que la mandaría a Francia y su madre diligente haciendo las maletas.Selene se llevó las manos a la
Selene permaneció inmóvil ante las embestidas salvajes y caricias ardientes de su marido.Miró hacia el techo y trató de disimular que lo estaba disfrutando,fue tanta su indiferencia que el lívido de Ares se esfumó.El hombre se apartó a un lado de la cama meditando en un sentimiento confuso. “Por poco y me entrego al placer,él es vulnerable en el lecho,debo aprovechar su debilidad”.-Suspiró aliviada.Al verla callada Ares no se atrevió a preguntar qué le pasaba,era obvio que él se había apresurado en sus ansias de poseerla que terminó por no complacerla.Lo supo sin que ella le dijera nada,se acercó para darle más caricias y retomar el juego amoroso.Ella le apartó con un gesto de lástima que le heló la sangre.Con resignación Selene le dijo: “No te preocupes,esas cosas pasan,debe ser el cansancio.—Tranquila te voy a recompensar— Dijo perdiéndose en las sábanas.Ella sintió un ligero cosquilleo en sus piernas que iba en forma ascendente y exclamó:— Me voy a bañar,tengo mucho calor
En ese momento él rostro de Ares se mostraba tenso,copiosas gotas de sudor corrían por su frente.Toda su vida pasó enfrente de sus ojos y no lamentó tanto su obvia muerte como el hecho de dejar a Selene desamparada.El que le apuntaba se hacía llamar Don Jaime y todos sabían que era un nombre falso usado solo en los bajos fondos.Un silencio se instaló en la sala y Ares pensaba en la primera vez que besó a Selene.Para ese entonces era una adolescente hermosa y Ares ya había cumplido veinte años,cosa que no le pareció bien a don Apolo.El viejo tenía un destino trazado para su sucesor y de haber permitido la relación todo por cuanto se había afanado en su carrera de gánster llegaría hasta allí.Selene era un trofeo que le tendría reservado para cuando el joven le demostrara que era digno de ser el jefe de la mafia y de la familia.— No me voy a justificar,pero debe saber que es un malentendido,tengo mucho más dinero que eso y si me dispara estaría declarando una guerra que no convien
Luego de cuatro días de encierro,lágrimas y angustia por la incertidumbre de su suerte,Selene se vio encandilada por la claridad que invadió la habitación cuando la puerta se abrió. Fiorella Bianco,la empleada colocó un plato de comida en una mesita que estaba en el rincón,le ayudó a levantarse del suelo y con mirada compasiva le dijo:—Señora,¿se encuentra usted bien?—¿Acaso a alguien en esta casa le importa?,todos aquí son cómplices de este maltrato y nadie hace nada porque le tienen miedo al patán de mi marido.Fiorela la miró en silencio y le ofreció comida,Selene estaba hambrienta y devoró todo en segundos.—¡Por favor!, ¡Ayúdeme!- Extendió sus manos y tocó los hombros de la mujer, pudo ver en la mirada de la empleada un dejo de compasión. —Doña,Selene.Me aturde verla en este estado,yo serví a sus padres y no me parece la forma en que Don Ares la trata,pero no puedo hacer nada,el solo hecho de estar aquí hablando con usted me coloca en riesgo,¿qué le hizo a su esposo para que
No había transcurrido ni una semana desde que Selene se había marchado de la villa cuando Ares le dio la orden a la servidumbre de que sacaran las cosas de ella del lecho matrimonial.— No quiero ver nada de esa mujer en esta casa y el que se atreva a mencionar su nombre en mi presencia lo despido.Los sirvientes lo miraban con atención,parados en columna como si fuesen soldados,no se atrevían ni siquiera a mirar la cara del jefe. Fiorella se hizo cargo de la tarea de recoger las pertenencias de Selene y como la orden era tirarlas a la basura ella se las llevó a su casa y se las entregó.— ¿Así que mandó a botar mis cosas?,déjalo quieto,algún día su reinado de terror llegará a su fin y podré reclamar lo que por derecho le corresponde a mi bebé.— Dijo mientras se acariciaba el vientre.El carácter de Ares se tornó agrio y todos a su alrededor le temían a desatar su furia.La atmósfera en la villa era tensa. Ares, con el gesto marcado por la ira, recorría los interminables pasillos de
— ¡Arrodíllate!La voz de Ares sonó como un trueno y ante su gélida mirada el interpelado no pudo más que rogar por su vida.—¡Piedad!,¡Se lo ruego!,no me mate.—Agregó el hombre antes de caer desmayado.Ares hizo un gesto con la mano y un par de escoltas se acercaron,uno de ellos traía una cubeta con agua helada y la echó sobre el caballero mientras que el otro ayudaba a levantar a la víctima que había recobrado el sentido.El hombre atemorizado se quebró y un llanto desesperado brotó de sus labios.— Tengo hijos. — Lo miró a los ojos y de manera inusual logró conmoverlo.Por un segundo Ares se trasladó a su infancia,sus padres muertos y ese miedo que le recorrió los huesos en un ligero temblor.— Tienes la oportunidad de traer ante mí al cerebro maestro que planea mi caída. — Miró el reloj y se retiró.Eran las nueve de la mañana cuando Ares y Selene se reunieron en el juzgado. Ambos habían sido notificados por sus abogados respectivos, en el corazón de Selene había un torbellino d