En ese momento él rostro de Ares se mostraba tenso,copiosas gotas de sudor corrían por su frente.Toda su vida pasó enfrente de sus ojos y no lamentó tanto su obvia muerte como el hecho de dejar a Selene desamparada.El que le apuntaba se hacía llamar Don Jaime y todos sabían que era un nombre falso usado solo en los bajos fondos.Un silencio se instaló en la sala y Ares pensaba en la primera vez que besó a Selene.Para ese entonces era una adolescente hermosa y Ares ya había cumplido veinte años,cosa que no le pareció bien a don Apolo.El viejo tenía un destino trazado para su sucesor y de haber permitido la relación todo por cuanto se había afanado en su carrera de gánster llegaría hasta allí.Selene era un trofeo que le tendría reservado para cuando el joven le demostrara que era digno de ser el jefe de la mafia y de la familia.— No me voy a justificar,pero debe saber que es un malentendido,tengo mucho más dinero que eso y si me dispara estaría declarando una guerra que no convien
Luego de cuatro días de encierro,lágrimas y angustia por la incertidumbre de su suerte,Selene se vio encandilada por la claridad que invadió la habitación cuando la puerta se abrió. Fiorella Bianco,la empleada colocó un plato de comida en una mesita que estaba en el rincón,le ayudó a levantarse del suelo y con mirada compasiva le dijo:—Señora,¿se encuentra usted bien?—¿Acaso a alguien en esta casa le importa?,todos aquí son cómplices de este maltrato y nadie hace nada porque le tienen miedo al patán de mi marido.Fiorela la miró en silencio y le ofreció comida,Selene estaba hambrienta y devoró todo en segundos.—¡Por favor!, ¡Ayúdeme!- Extendió sus manos y tocó los hombros de la mujer, pudo ver en la mirada de la empleada un dejo de compasión. —Doña,Selene.Me aturde verla en este estado,yo serví a sus padres y no me parece la forma en que Don Ares la trata,pero no puedo hacer nada,el solo hecho de estar aquí hablando con usted me coloca en riesgo,¿qué le hizo a su esposo para que
No había transcurrido ni una semana desde que Selene se había marchado de la villa cuando Ares le dio la orden a la servidumbre de que sacaran las cosas de ella del lecho matrimonial.— No quiero ver nada de esa mujer en esta casa y el que se atreva a mencionar su nombre en mi presencia lo despido.Los sirvientes lo miraban con atención,parados en columna como si fuesen soldados,no se atrevían ni siquiera a mirar la cara del jefe. Fiorella se hizo cargo de la tarea de recoger las pertenencias de Selene y como la orden era tirarlas a la basura ella se las llevó a su casa y se las entregó.— ¿Así que mandó a botar mis cosas?,déjalo quieto,algún día su reinado de terror llegará a su fin y podré reclamar lo que por derecho le corresponde a mi bebé.— Dijo mientras se acariciaba el vientre.El carácter de Ares se tornó agrio y todos a su alrededor le temían a desatar su furia.La atmósfera en la villa era tensa. Ares, con el gesto marcado por la ira, recorría los interminables pasillos de
— ¡Arrodíllate!La voz de Ares sonó como un trueno y ante su gélida mirada el interpelado no pudo más que rogar por su vida.—¡Piedad!,¡Se lo ruego!,no me mate.—Agregó el hombre antes de caer desmayado.Ares hizo un gesto con la mano y un par de escoltas se acercaron,uno de ellos traía una cubeta con agua helada y la echó sobre el caballero mientras que el otro ayudaba a levantar a la víctima que había recobrado el sentido.El hombre atemorizado se quebró y un llanto desesperado brotó de sus labios.— Tengo hijos. — Lo miró a los ojos y de manera inusual logró conmoverlo.Por un segundo Ares se trasladó a su infancia,sus padres muertos y ese miedo que le recorrió los huesos en un ligero temblor.— Tienes la oportunidad de traer ante mí al cerebro maestro que planea mi caída. — Miró el reloj y se retiró.Eran las nueve de la mañana cuando Ares y Selene se reunieron en el juzgado. Ambos habían sido notificados por sus abogados respectivos, en el corazón de Selene había un torbellino d
Ares creía que algo en el pequeño restaurante no estaba bien,su instinto se disparó cuando el camarero les ofreció una mesa muy cercana a la cocina.Cerró los ojos y aspiro esa fragancia conocida,sacudió la cabeza,no pudo evitar susurrar:— Debo estar volviéndome loco.— ¿Qué me dijo?— El viejo párroco ya estaba perdiendo la audición.El hombre negó con expresión lejana.El mozo se acercó y les sirvió dos tazones de sopa de fideos.—¡Uhm!,delicioso,solo una persona hacía algo tan rico cómo esto,juraría que es la sazón de ….Uno de los escoltas se acercó para notificar de una llamada que había recibido. — Señor,tenemos que volver,se requiere su presencia urgente en las bodegas.El caballero asintió sin mostrar asomo de incomodidad alguno aunque sabía que algo andaba mal.—Ha sido un placer compartir este delicioso platillo con usted,padre.Al ver que Ares se marchaba el sacerdote se colocó de pie e hizo una inclinación de cabeza.— El placer es mío,de verdad que a usted lo mandó la pro
Pasó el resto del día llena de pánico ante la posibilidad de que Ares hubiese sido una víctima del tiroteo. Perdió la cuenta de la cantidad de veces que había cambiado los canales de televisión en busca de noticias sobre Ares. La ausencia de noticias era asfixiante. Las sombras de la duda y el miedo danzaban en su cabeza.Un sudor frío le recorrió el cuerpo,recordó que luego del tiroteo no había sentido a los niños moverse en el vientre y se preocupó aún más. “¿Qué diantres tenía yo que ir a buscar a ese lugar?”Sus pensamientos le acusaron de una manera tan cruel que tomó el teléfono e hizo una cita para verse con el ginecólogo lo más rápido posible.—Doctor,necesito que me haga una ecografía porque no siento a los bebés.—¡Por supuesto!,¿Sientes dolor?,¿Tienes sangrado?—No,solo que recibí un susto y no se mueven como de costumbre. —Hagamos algo, tranquilízate y nos vemos en una hora aquí en mi consultorio. Ella colgó la llamada y trató de relajarse, se abrazó a sí misma, sinti
Ares Balmore no era un hombre al que le temblara el pulso. En la oscura y áspera sala de su casa, la atmósfera se tornó tensa cuando levantó su arma apuntando a uno de los escoltas de un notorio mafioso.El golpe del disparo resonó como un trueno en el aire denso de la habitación, dejando tensos a los presentes.La bala cruzó con precisión, hiriendo la pierna del desdichado escolta, quien gritó de dolor, cayendo al suelo.—El próximo disparo será en la cabeza de alguno de ustedes —declaró Ares con una voz grave y contundente, cada palabra golpeando como un martillo sobre el yunque—. Quiero que les quede claro: no me importa la edad ni la reputación que tengan. Este es mi territorio, y mi casa se respeta.Su mirada penetrante arrastró una tormenta de miedo y respeto entre la cuadrilla enemiga.Las palabras, cargadas de furia y determinación, parecieron servir como un muro inexpugnable en defensa de su hogar; lo que había comenzado como una reunión amistosa ahora se transformaba en una
El sonido del teléfono resonó en la sala, interrumpiendo el pesado silencio que había abrazado a Ares,se encontraba algo melancólico pensando en Selene. Señor,Balmore en este momento estoy en el supermercado viendo a su esposa,¡No se imagina!—No quiero saber nada de esa mujer…— Pero,jefe resulta ser que ella..— No me digas mas nada y regresa aquí de inmediato,yo no te pago para ir de compras.El escolta principal de Ares se encogió de hombros y antes de irse le tomó una foto a la Selene. La joven miró la hora en su celular,Fiorella se estaba tardando demasiado,iba a marcarle cuando la señora llegó.— Había mucha gente en el área de pescadería,ya vas a ver qué platos tan exquisitos voy a preparar con todos estos frutos de mar.— Si,me imagino,pero ya vamos que me duelen los pies.— Los tienes inflamados,te voy a preparar un baño de agua tibia para que te relajes.— No veo la hora de dar a luz ,ya la barriga me pesa.— Tenía ambas manos colocadas en la cadera y se veía cansada.En