Estoy a nada de pegarle un tiro, como se le ocurren tantas cosas al mismo tiempo y sin respirar. Todo esto va más allá de lo que podía pensar que fuera capaz de hacer o mejor dice de deshacer.

Cómo carajo se le ocurre decir que estamos a punto de casarnos por la iglesia, cuando en realidad estamos a punto pero de matarnos a golpes. Este hombre está más deschavetado que un interno del hospital psiquiátrico.

Necesitaba estar tranquila para pensar alguna alternativa y salir de todo este enredo en el que me han metido, cada palabra que había escuchado me aterraba un poco; siempre he sido una persona fuerte, pero ahora mi hijo era lo principal y no voy hacer nada que lo afecte directamente. Si continuar con esta farsa era lo mejor no tengo más remedio que cumplirla, dos años se pasan volando y ni cuenta me daré de lo que ocurra siempre y cuando Isaías y yo vivamos en casas separadas.

Los más felices por esta noticia fueron nuestros padres, al parecer Isaías se estaba creyendo su discurso d