Mariam: Los resultados saldrán en dos horas, nos vemos en la entrada del juzgado. Asegúrate de que mis padres no vayan, no tengo ganas de verlos. Isaías: Tratare, aunque tu madre se encuentra en los separos en estos momentos. Mariam: Me alegro, espero que con eso aprenda a no meterse en lo que no le importa, y eso va para tus padres también. Isaías: ¡Basta, Mariam! Si no me quieres cerca de ti lo entiendo, pero no puedes alejar a todos de tu vida. Mariam: Veras que si puedo, Isaías. Ya les dije que me canse de que me traten como ustedes quieren, no soy un objeto al que pueden tirar y levantar cuando se les pegue la gana. Ruth me consiguió los boletos para el tiempo mencionado, acordamos vernos despues de que el veredicto saliera, sin importar los resultados mi decisión no se movería. Llegue puntal a nuestra cita, y con los nervios a flor de piel, no sé qué tiene planeado. Llego justo cuando el juez estaba a punto de dictar el veredicto, se le notaba cansado y un poco perdido; es
—Mariam, tu esposo es muy simpático. Nos ha dado grandes idea para hacer crecer el negocio.—Eso es porque no lo conocen bien, dejen que pasen unos meses más se darán cuenta que todo lo trama a su favor.—Han pasado dos meses, Mariam. Sigo pensando que la única persona que no se encuentra segura de lo que siente por el eres tú niña, ya deberías de aceptar que ese chico se está jugando todo para que lo aceptes.—Y-yo… ¿de qué me habla, señor Jian?—Sabes perfectamente bien de lo que me refiero, como sea, es tu decisión no la mía.Las palabras del señor Jian me dejaron muda, en el fondo sé que tiene razón. Desde que llegamos a Dalí él se ha ocupado porque estemos bien, ha hecho mancuerna con los dueños del lugar donde trabajo. No quería que el pagara nada de mis cosas ni de mi hijo; sin embargo, se ha encargado de comprar una pequeña casa para los dos o mejor dicho para los tres.He tratado de que regrese a San Antonio, pero no he tenido el éxito que deseo. Ruth y Luis se están haciendo
—Señor Montesino, lamento decirle que no puede usted viajar con nosotros.— ¿Sucede algo? No estoy entendiendo nada de lo que me dice señorita.—No sabría decirle que paso, su vuelo fue cancelado esta mañana, tenemos una orden de no dejarlo abordar ninguno de nuestros aviones debido a su enfermedad cardiaca.— ¿Enfermedad cardiaca? ¿De dónde sacaron eso? Y-yo…—Cariño, me alegro poder alcanzarte. Sabía que seguirías insistiendo en realizar este viaje, aun en contra de las indicaciones médicas. Gracias señorita por su cooperación, mi esposo es un poco terco con todo esto de su enfermedad y piensa que es un juego.Deje de escuchar la conversación que tenía con lo chica de la aerolínea desde que dijo mi esposo es un terco, mi corazón empezó a reventar de alegría. Llevo mucho tiempo esperando porque ella lo dijera sin que se le presionara y hoy por fin lo ha hecho, justo el día que me pienso marchar de este lugar y darme por vencido con ella.Lástima que sea muy tarde, hablare con Luis pa
—Me alegro que por fin arreglaran sus problemas, jóvenes; sin embargo, no creo que lo mejor opción es que se queden aquí. Es como si se escondieran del mundo para ser felices y no es lo adecuado.— ¿Ya nos están corriendo?—No pongas palabras en mi boca, Isaías. Solo quiero que vean que no vale la pena que sigan actuando de esa forma. Ambos son mayores de edad, si sus padres de verdad están de acuerdo con su relación entonces, deben compartir su amor con ellos. El pequeño Alexis debe de querer ver a sus abuelos, eso ayudara en su crecimiento.—Ya lo hemos platicado y tiene razón señor Jian, regresaremos unos días a San Antonio para hablar con nuestras familias. Ellos deben de saber que nos encontramos bien y que tenemos planes de ampliar la familia.— ¿Qué, cuando dije yo eso?—Anoche, mientras dormías te pregunte y aceptaste, ahora no me puedes decir que no porque me voy a molestar mucho, Isaías.—Así por las buenas, cualquiera acepta el trato.Las palabras de Mariam me tomaron por s
Nadie se movía de su lugar por temor a que esa loca nos lastimara, mi pecho se inflaba de preocupación, una y otra vez por cada segundo que pasaba. Su rostro reflejaba que no pensaba ceder ni un segundo.—Señorita Samantha, baje el arma. Debe de reconsiderar las cosas mejor, hay muchas personas en este lugar.—Usted no se meta, coloque las carpetas sobre la mesa y asegúrese de que Isaías firme los documentos como acordamos. Hemos perdido mucho tiempo por contratiempos, si no firmas en este momento, no creo que tu hijo y esa perra continúen con vida.—No te atrevas a tocarlos o de verdad sabrás de lo que soy capaz de hacer, Samantha. Si Javier no te mando al cementerio me asegurare de hacerlo con mis propias manos.—Piensas que estoy jugando, tal vez estas fotos te comprueben que no es así.Tiro un sobre a lado de mis pies, de donde salieron unas fotos que dejaban ver a mi esposa e hijo en manos de unas personas, dude en recogerlas, pero tenía que salir de dudas de una vez por todas. M
—Amor, amor… me escuchas.La voz de Mariam de nuevo llegaba a mí, a diferencia de las otras veces ahora la escuchaba a mi lado y podía sentir sus manos sobre las mías. Intente moverme y por suerte ahora lo lograba, poco a poco fui abriendo mis ojos y logre ver su imagen.—M-Mariam…—Isaías, me alegro que despertaras. Amor mío, no sabes cuánto te hemos hecho de menos en casa, solo nos faltas tú para poder estar tranquilos.—Ya na tienes de que preocuparte, no pienso marcharme de nuevo y dejarte sola. Me encargare de compensarte estos días que no hemos estado juntos, de eso te doy mi palabra.La cara de mi esposa, me indico que algo andaba mal. Sin embargo, no quería quedar como un tonto a su lado. Los doctores entraron mientras ella se apartaba para que me revisaran, tenía mil preguntas que hacerlo, pero no era el momento, tal vez más tarde ella me ayudaría con mi memoria.—Parece ser que el señor Montesino, se ha recuperado de manera satisfactoria. Esperemos unos días más para ver si
Bien dicen que no temes con una mujer embarazada o pagaras las consecuencias, aquí me encontraba yo con mi esposa. Mientras toda la familia me miraba feo por hacerla llorar, aunque más bien parecía que se estaba muriendo alguien con los gritos que daba.—La única cosa que tienes que hacer es portarte bien con tu esposa, y ni eso sabes hacer bien, Isaías.—P-pero mamá… yo solo le estaba haciendo una simple pregunta, no fue para tanto.—Tú nunca haces las cosas chiquitas, de seguro ya le habías dicho algo más. Quítate de mi presencia antes de que me olvide que soy tu madre y te de una paliza que te regresa al como otros cinco meses.—Por favor ya no discutan, yo… yo… tengo algo que decirles.—No te preocupes hija, yo me disculpo por causar todo este enredo, no debí venir a molestarte de nuevo; es mejor que me vaya para no seguir causando problemas entre ustedes.—Aquí el único culpable fue este muchacho, déjame que me encargue de él en tu nombre.Nos enfrascamos en una pelea sin sentido
—Alexis, deja de molestar a tus hermanos. Si se despiertan no podremos terminar a tiempo tu fiesta de cumpleaños.—Solo quiero jugar con ellos mami, se la pasan durmiendo todo el día.—Debes de comprender pequeño, Luisa y Mario solo tienen tres años. Necesitan dormir un poco más de lo que haces tú, cuando tenías su edad nadie te molestaba cuando descansabas por las tardes.Mi pequeño era ya todo un niño grande, que deseaba jugar con sus hermanos menores. Cuidaba mucho de Luisa, ella se había convertido en la reina de la casa; a su corta edad ya podía manipular a sus hermanos y a sus padres sin problema, por más que trate de advertirles que no le hicieran sus caprichos nada los detenía.Solo me quedaba rogar para que cuando creciera no se convirtiera en una niña caprichosa, que nadie quisiera tener a su lado.— ¿Puedo saber en qué piensa mi bella, esposa?—Hola cariño, no te escuche llegar.—Estabas tan concentrada peleando con Alexis que no quise interrumpir su rutina de todos los día